De la mano de Climax Studios, desarrolladores de Silent Hill: Origins y Shattered Memories entre otros, y publicado por Vision Games Publishing Ltd. llega RiftStar Raiders, una experiencia de acción shoot’em up en la que se nos pondrá al mando de una nave preparada para amasar una fortuna luchando contra bandas rivales, federales y la causante de la caída de El Brazo Espiral, una IA alienígena con mente de colmena llamada WarSwarm que desea ver la humanidad destruida.
Lo principal a destacar es que el contenido del juego se resume en nueve misiones que se podrán jugar tanto de manera individual como en cooperativo online (1-4 jugadores) sin matchmaking, por lo que en un primer lugar, aunque la duración del juego ronda aproximadamente las 6-8 horas dependiendo de la pericia del jugador, no existe un cooperativo local y tampoco se dispone de un sistema de emparejamiento más allá de nuestra lista de amigos que tengan el título, y esto es un punto negativo.
En estas misiones, el objetivo principal del juego no será otro que combatir arduamente contra hordas de enemigos que pretenden eliminarnos sin piedad, igual que en otros shoot’em up, pero sin embargo los desarrolladores se han tomado la molestia de implementar este sistema de manera no-lineal, lo que aporta una necesidad de aplicar estrategias para cada combate dependiendo del espacio y tiempo disponible, ya que disponemos de un mapa abierto sin restricciones en cada misión.
Pero, además, en cada misión habrá distintos objetivos particulares que estarán dispuestos en diferentes puntos del mapa. Así, tendremos que contener hordas de enemigos mientras escapan naves de rescate, piratear terminales para permitir acceso a otras zonas del mapa, robar artilugios pertrechados en búnkeres en los que tendremos que huir a toda pastilla mientras nos disparan, o incluso se deberá ir con sigilo y mucha paciencia para evitar alarmas y trampas mortales.
Todos estos objetivos durante el desarrollo de las misiones son accesibles en cualquier momento, salvo que algunos de ellos sean consecuencia de completar otros en primer lugar; disponer del mapa abierto permite avanzar o retroceder a nuestro gusto, pero es más, si jugamos en cooperativo se podrán cumplir los objetivos de manera simultánea sin necesidad de permanecer juntos.
Eso sí, la dificultad de cada zona no cambia respecto al número de jugadores posicionados en ella, teniendo que optar por cumplir las misiones de manera rápida huyendo de enfrentamientos imposibles para un solo jugador, o de manera más lenta pero segura permaneciendo juntos, he aquí la estrategia que cada grupo deseé tomar.
Respecto a la dificultad del juego, he de decir que incluso para superar el tutorial se han requerido un par de intentos para completarlo, aun siendo los controles satisfactorios e intuitivos (mando Xbox One). Se podrá regular la dificultad no con un aumento o disminución de enemigos y estructuras que nos ataquen, sino con el número total de vidas extra que se dispondrán en las misiones, este abanico está entre cero y cinco.
No es un juego difícil de completar, pero sí de dominar. Esto es, que al disponer de la capacidad de hacer estrategias junto a un tiempo ilimitado podremos hacer pequeñas incursiones para destruir poco a poco a nuestros enemigos, pero si se desea completar las misiones en el menor tiempo posible, será mucho más que un reto para la mayoría, ya que hay batallas completamente insanas si se entra de lleno en ellas.
Para acechar a nuestros enemigos tendremos distintas opciones personalizables de nuestra nave, pudiendo cambiar el arma principal, secundaria, la forma de impulso y el escudo como partes de importancia para las batallas, así como también la forma de la nave, la pintura y el estandarte para enseñar a esos rufianes que se puede ser letal y estar divino de la muerte.
La variedad de armas principales y secundarias permite que adaptemos nuestra forma de combatir a la estrategia de cada misión, ya que será más útil llevar a túneles y estrecheces un buen arma con dispersión y potencia que un fino láser de larga distancia, aunque como gran parte de este juego, la habilidad de cada jugador es la que decide. Tanto la categoría principal como secundaria disponen de las mismas armas, siendo cuatro el total de opciones.
Junto a la parte ofensiva de nuestra nave, la parte defensiva contiene la manera en la que aplicaremos un impulso para adentrarnos, pasar de largo o huir de los combates, en la que disponemos de dos opciones, un corto pero fuerte impulso u otro más largo pero incontrolable que pueden llegar a ser un estorbo para utilizar correctamente algunas de las armas principales y secundarias.
Por otro lado, tenemos el escudo en el que existen tres cualidades, la capacidad, el tiempo de regeneración y la forma que tendrá, esta última cualidad dispone de tres alternativas, un escudo circular alrededor de la nave, un escudo en la parte frontal más potente pero que no protege el resto de la nave y un exoesqueleto que tiene un ratio de recuperación menor pero evita más daños. La elección de armas e impulso determinará cuál es el escudo más eficiente para nuestra estrategia.
Pero la personalización no acaba aquí, existe un sistema de mejoras a cambio de un sistema de puntos por la eliminación de enemigos, el cumplimiento de objetivos y las estadísticas finales de la misión.
Hay que decir que no es un sistema de puntos rápido, habrá que repetir una y otra vez las nueve misiones para conseguir una cantidad de puntos suficiente para mejorar al completo una configuración seleccionada de nuestra nave, por lo que nueve misiones podrían no ser suficientes para hacer dinámico el camino del 100% de mejoras para los más meticulosos, quizá jugar cooperativo haga más amena esta empresa.
Aun así, el sistema de mejoras es muy completo, habiendo mejoras para cada arma que cambiarán el tipo de disparo, cadencia o distancia (o añadiendo habilidades especiales), mejoras de los escudos que aumentará la capacidad o tiempo de regeneración y por último, para los impulsos se podrá mejorar la reducción de tiempo para reutilizarlo o la distancia a la que llega.
Esta amalgama de mapa abierto, distintos tipos de objetivos, necesidad de ser estratega y la gran personalización de nuestra nave le aportan a este shoot’em up una jugabilidad increíble que termina siendo tan divertido como adictivo, debido en gran parte por la rabia de ser eliminado y querer volver a intentarlo con una configuración diferente.
Respecto al aspecto gráfico el juego tiene una estética espacial con un aire oxidado para mimetizar los mapas a esa caída de la defensa de la humanidad. Además, la calidad y pulido de los mapas es mucho más que notable y variado, cada mapa tiene unas cualidades únicas haciendo referencia a los distintos entornos que se pueden ver en cualquier película de ciencia ficción, escenarios gélidos, candentes, meteoros avanzando hacia la nada, o estaciones interplanetarias abandonadas a su suerte.
Estos mapas junto a los efectos especiales que irán apareciendo en cada batalla, crearán un efecto de guerra espacial muy agobiante y profundo, aunque en ningún momento se pierde de vista nuestra lata salvavidas, ella siempre estará en el centro de nuestra pantalla, por lo que el jugador se podrá centrar en apuntar y disparar sin tener que parar a buscarse.
Otro aspecto muy interesante de los mapas es la forma en la que los desarrolladores han aprovechado la profundidad en ellos para crear un segundo plano al que los jugadores no tendrán acceso, pero sí los enemigos, esta herramienta se implementa sobre todo en fases de combate de los enemigos más poderosos, esto es, que abandonarán temporalmente nuestro plano para recuperarse mientras otros enemigos más comunes continúan la batalla, pero podremos seguir observándolo en la lejanía para prever por dónde volverá a nuestro plano de actuación.
Si el apartado gráfico y los mapas son bastante notables, el apartado musical deja algo de desear. Durante el desarrollo de las misiones no habrá en ningún momento un hilo musical que evoque a la adrenalina, solo se mantendrá constante ruido espacial, que, si bien es cierto que aporta una sensación más cercana a lo profundo del espacio, no hará épicos los momentos más difíciles o tediosos. Los únicos efectos que se escucharán, y eso sí, muy bien cuidados, serán los efectos de las armas tanto propias como enemigas, los impulsos y notificaciones de la misión o advertencias de vida y escudo.
Las plataformas para acceder al título son PC (vía Steam), PlayStation 4 y Xbox One a un precio de 20 €, lo que hace más atractivo al título, ya que no es un precio elevado y que maneja un baremo desde las 6-8 horas para completar las nueve misiones, hasta un número ilimitado de lo que se pretenda rejugar tanto en solitario como en compañía.
En definitiva, este título es un shoot’em up que trae consigo varios aspectos muy buenos y notables sobre todo en lo que a jugabilidad, calidad gráfica, dificultad y diversión se refiere, aunque deja algunos puntos mejorables respecto a ese posible cooperativo local e inclusión de matchmaking y un entorno musical más activo y agresivo que en muchas ocasiones se agradecería para complementar todo lo bueno que este título conforma.