La industria del videojuego en España puede que no sea tan potente como en otros países, pero tenemos muchos y muy buenos estudios por todo el país, mayormente pequeños indies que trabajan cada día en crear las experiencias que tanto nos gustan. Por mínimo que os interese el panorama de por aquí debéis conocer RiME, el título con el que Tequila Works (Deadlight, The Sexy Brutale) nos ha estado poniendo los dientes muy largos desde hace tiempo.
Lo conocíamos como el Ico español, pero es algo más: mucha exploración, algo de plataformeo e incluso alguna fase de sigilo, que en conjunto suman una aventura casi mágica. Una aventura con la que iremos descubriendo una historia de la misma forma que los chicos de Thatgamecompany (Journey, Flower) o Playdead Studios (Limbo, Inside) lo hacen. Una forma de narrar más orgánica e interesante, que se basa en el escenario o incluso en nuestras acciones, para que vayamos descubriendo que ha pasado, e intuyamos qué es lo que va a pasar.
Con una escueta puesta en escena, nos encontraremos bajo la piel de un chico perdido en una extraña isla repleta de vegetación, edificios blancos y con un sol brillante en el cielo. Poco a poco comenzaremos a hacernos con el control, exploraremos la zona y resolveremos un primer y sencillo puzle. Nuestra misión básicamente es la de explorar la isla y descubrir todas las dudas que tenemos; ¿qué hacemos ahí?, ¿qué ha pasado previamente?, o ¿quién es el misterioso personaje vestido de rojo que nos observa a lo lejos? Conforme avancemos, encontraremos diferentes tipos de paisajes, puzles de distintas dificultades e incluso algunos personajes secundarios que nos ayudarán o enemigos que deberemos evitar.
Desde el minuto uno comprobaremos que uno de los aspectos más trabajados de RiME ha sido el audiovisual, y es que ya avanzamos que es un título delicioso en su estética, diseño de niveles y banda sonora. Los diferentes actos del juego van cambiando la paleta de colores predominante, dándonos así un estado de ánimo único en cada fase. Estos colores también consiguen evocar ese estilo mediterráneo único que recuerda a cuadros de Sorolla o Dalí, dos artistas que, según Tequila Works, han sido referencias clave en la creación del juego.
Todo el juego está cargado de símbolos, elementos que quieren contarnos algo y es en el final cuando todas las piezas encajan. Sin duda, RiME es de esos juegos que se disfruta mucho al rejugarlo, porque de esta forma se captan todos esos matices que en la primera vuelta no se pueden ver.
Algo que me ha sorprendido gratamente son los puzles. En general tienen una dificultad aceptable, siendo algunos facilones y otros más complejos (he de reconocer que en alguno he llegado a atascarme). Pero lo interesante es que todos ellos tienen un sentido dentro de la historia, todos nos están diciendo algo. Puede que en un principio no lo entendamos, pero poco a poco comenzaremos a comprender que nos están aportando información de una forma muy interesante.
Sin querer estropear sorpresas, diré que muchos de estos puzles juegan con la perspectiva, mientras que en otros correremos contra el reloj. Alguno de ellos incluso nos harán jugar con las sombras de ciertos elementos… En general son variados y desafiantes, y muchos de ellos te dejan con una sonrisa en la boca por el uso que hacen con los elementos del mundo de RiME.
Nuestro protagonista interactuará de una forma bastante curiosa con los misteriosos artefactos brillantes que nos toparemos por nuestro camino: su voz será la herramienta con la que activar estos dispositivos e incluso nos servirá para interactuar con algunos personajes. La voz del chico cambiará dependiendo de aquello con lo que estemos interactuando o de la situación. En un escenario tranquilo casi cantará, mientras que en zonas oscuras y tenebrosas apenas conseguirá sacar un hilo de voz de su boca.
Por otra parte, la exploración es otro pilar fundamental, no solo para avanzar en la aventura, sino porque los rincones de esta extraña isla contienen objetos coleccionables. El diseño de niveles sabe cómo variar lo suficiente para no causar pesadez, cambiando de escenarios relativamente amplios a otros más estrechos salpicados de puzles y plataformas. Su duración, de alrededor de ocho horas, no resulta corta, ya que un título de esta índole realmente no requiere de muchas horas para ser disfrutado.
En lo técnico sobra decir que me ha fascinado el nivel al que han logrado llegar los chicos de Tequila, consiguiendo un estilo cel-shading muy resultón, casi vibrante, que casa perfectamente con la narración, y mucha culpa de ello la tiene la buena elección de colores que he comentado anteriormente. Todo está creado con mucho mimo y gran detalle, desde los modelados de los escenarios a las animaciones del protagonista y demás criaturas con las que nos toparemos. Y hago una mención especial a la recreación del día y la noche en tiempo real, que hará que si nos quedamos atascados en un puzle se nos haga de noche literalmente. El rendimiento en PC ha sido simplemente perfecto y no hemos notado ningún fallo en toda la aventura.
David García ha sido el encargado de la banda sonora del juego, una preciosa composición orquestal cuyo principal referente parece ser Journey, jugando muy bien con las diferentes intensidades para conseguir despertar diferentes sentimientos en el jugador. Los efectos de sonido del juego también están muy trabajados, funcionando perfectamente en cada momento y sin que nada desentone. La voz del niño es un elemento a destacar, estando muy bien interpretada para lo poco que dice.
Como ocurre con títulos similares a este, RiME puede que no sea para todos los públicos. Esta es una aventura tranquila, lejos del desenfreno al que nos tienen acostumbrados la mayoría de juegos de acción, pero si eres de los que disfrutan de este tipo de juegos, sin duda lo vas a disfrutar desde el primer momento. La única pega que se le puede poner es que quizás tome demasiados elementos de Journey, pero este hecho para nada estropea la experiencia y es meramente anecdótico.
En definitiva, solo me queda dar mi enhorabuena a Tequila, y enorgullecerme de otro gran videojuego que ha sido gestado en nuestras tierras. Espero que se tome de ejemplo de calidad para que lleguen más juegos nacionales con estos valores de producción y que Tequila Works siga regalando grandes títulos como este.
