Acción y reacción.
Un principio básico de la física, de la vida.
«Ring shout (Nuestro cántico)», la excelente novela de P. Djèlí Clark(Queens, N.Y., 1971), que edita Obscura en castellano y Mai Més en catalán, juega con ese concepto, introduciendo una serie de elementos históricos y de ficción que enriquecen la mezcla.
Si la acción es el odio, el miedo a la diferencia, la violencia racial y el desprecio a la vida y culturas ajenas, la reacción debe ser lo suficientemente firme para hacerle frente.
Y no hay mejor forma que con una espada (o espá) llena de almas atormentadas.
El argumento
En 1915, el estreno de la película «El nacimiento de una nación» deja a todo un país bajo un terrible hechizo; los temores de la población blanca se ven realizados en la gran pantalla, y las filas del Klan se multiplican drásticamente.
Hoy, los Ku Klux, su ejército de monstruos encapuchados, marchan por el país infundiendo miedo y diseminando odio, y con un plan que podría desatar el infierno sobre la Tierra. Afortunadamente, Maryse Boudreaux tiene una espada mágica y un propósito. Cuando no desafía la ley seca pasando whisky de contrabando, combate a los Ku Klux junto a sus compañeras de lucha: Chef, una Harlem Hellfighter, y Sadie, una tiradora deslenguada. Cuando algo terrible comienza a cocerse en Georgia, la resistencia decide que hay que poner fin a esta guerra de una vez por todas.
¿Podrá Maryse acabar con el Klan antes de que su odio consuma el mundo?
Ring shout se emplaza en un marco temporal muy concreto. El primer cuarto del siglo XX, periodo entre guerras, en la Norteamérica más tradicional. Ahí, de la mano de nuestro grupo de mujeres protagonistas iremos conociendo el peor lado de los felices años veinte, entre desigualdad, la ley seca y un racismo en auge. El klan, envalentonado, intenta llevar su imperio secreto de terror a un nuevo nivel y, quizás, no todo lo que se esconde bajo los ridículos capirotes sea humano al 100%…
«Ring shout» es una novela cuyas protagonistas son un grupo de mujeres negras, algunas veteranas de la primera guerra mundial, otras veteranas de la vida (en general) con un propósito muy claro: no volver a pasar miedo.
Miedo a vivir, a ser, a transmitir con orgullo su cultura.
Sus antagonistas no pueden ser otros que el Ku Klux Klan, una pandilla de hombres blancos, envalentonados en su propia estupidez, supremacistas, racistas y clasistas, empeñados en instaurar un imperio secreto que guarde sus buenas costumbres.
Lo que viene siendo matar, apalear y quemar a cualquier persona que ellos consideren diferente.
Historia y fantasía: alma mestiza
Difícil papeleta la de Maryse (nuestra heroína principal) y sus compañeras en una Norteamérica claramente alineada (voy a permitirme el eufemismo de hablar en pasado…) con los preceptos de la triple K.
Djèlí Clark completa el marco histórico en el que se mueve «Ring shout» con referencias culturales que van desde la matanza de Tulsa en 1921 (reflejada recientemente en la imprescindible «Watchmen» de HBO) pasando por puntos importantes en la lucha de la comunidad negra para conquistar derechos sociales básicos o la Ley Seca y su impacto en los barrios más empobrecidos, hasta la importancia cultural de la propaganda como «El nacimiento de una nación» de Griffiths en 1915.
Una visión de conjunto rica, variada y diversa, poniendo énfasis en la reivindicación, la defensa de la cultura propia y la lucha civil. Djèlí Clark es muy hábil a la hora de introducir estos detalles, dejando de lado una exposición detallada que rompa el ritmo de la narración. Va colocando los elementos de manera que pican la curiosidad, sin que uno no pueda resistirse a buscar más información.
«Ring Shout» tiene alma mestiza. A esos detalles históricos se le suman, ya desde el potente inicio, un aire de fantasía oscura que termina por encaminarse hacia el terror.
Ya sabemos que no hay peor monstruo que la maldad humana pero la mezcla gana enteros si a eso le sumamos que, quizás debajo de las túnicas y capirotes de los Ku Klux se pueden esconder seres de otras dimensiones. Figuras demoníacas, con afilados instintos y garras, sedientos de sangre.
Aquello que os contaba de la acción y reacción tiene su interés en este preciso instante. Si la amenaza tiene forma de demonio dimensional y fondo de supremacista intolerante, la reacción no puede ser otra que la de una mujer negra que se dedica a cazar monstruos capaz de invocar una espada que resuena con los cánticos del pasado.
Acción, reacción.
Así de simple.
«Ring Shout» es una bomba de novela, una de las imprescindibles de 2021.
Excelente en su parte estética, llena de referentes históricos y culturales, mezcla esos elementos con una buena dosis de fantasía y terror. Cuenta con una traducción acertadísima de un estilo muy personal y un envidiable ritmo de lectura.
Y, casi lo más importante: su aspecto reivindicativo dentro de su alma mestiza.
Maryse es nuestra elegida, cargada con la responsabilidad a través de un extraño grupo de mujeres que pueblan sus sueños. Ella mata monstruos y es verdaderamente buena en ello.
«Ring Shout» pisa con fuerza los terrenos de la fantasía urbana, oscura, llena de seres de otras dimensiones que buscan llenar de odio nuestra mísera existencia humana.
Como si necesitáramos una excusa así.
El arranque de «Ring Shout» es un espectáculo de sorpresas y ya marca el nivel del resto de la novela. No baja el ritmo en ningún momento y esa mezcla de géneros se mantiene generosa y llena de vida.
De la fantasía al terror hay un paso y Djèlí Clark, al que recientemente Duermevela Ediciones ha publicado «La maldición del tranvía 015», hace la transición con soltura, explotando en un tramo final que suma todas las virtudes anteriores.
Podemos hablar de referentes, de cultura popular, de elegidas y «Buffy Cazavampiros», de espadas, hechos históricos, reivindicación social y racial, de modernización de los mitos de Lovecraft, de Victor LaValle o de «Lovecraft country». De todo eso condensado en 200 páginas tremendas, que se quedan cortas.
Hay que hacer un aparte para la narrativa y la traducción y localización de la novela al castellano. «Ring Shout», en su edición de Obscura, cuenta con la traducción de Raúl García Campos y se abre con una nota aclaratoria. Las expresiones y forma de hablar que puebla la novela, además de estar aprobadas y consensuadas entre el traductor, editorial y autor, aportan un tono muy especial a la lectura. Una mezcla de cercanía, herencia cultural y respeto. Puede resultar complicado, en un principio, pero a las pocas páginas ya no puedes ni imaginar leer «Ring Shout» de una manera diferente. Un 10.
En definitiva
«Ring Shout» es una bomba de novela, una de las imprescindibles de 2021. Excelente en su parte estética, llena de referentes históricos y culturales, mezcla esos elementos con una buena dosis de fantasía y terror. Luego le sumamos una traducción acertadísima de un estilo muy personal y un envidiable ritmo de lectura (es casi imposible que dure más de un par de días…).
Pero, casi lo más importante, es su aspecto reivindicativo. Cultura, racismo, supremacismo, resistencia activa, lucha social… todo bajo el filo de una espada (espá) mágica que corta con la fuerza de la memoria, de esa cultura oprimida. Y la importancia de los cánticos, de la cultura popular que se transmite entre generaciones y que suele ser lo primero que se extirpa cuando se quiere someter a otros colectivos.
Ahí empieza la reacción, en no perder esa cultura y olvidar que esa espada tiene un filo mortal.
Hay dos tipos de alimento: el que ingerimos para nutrirnos y el alimento cultural, el que utilizamos (queramos o no) para nuestra mente. Lo que vemos, leemos, la publicidad, el bagaje históricos…, todo eso nos alimenta, deja un poso y nos hace, a veces, partícipe de La Gran Cíclope. Por eso es tan importante prestar atención a alimentos como «Ring shout»: esta novela no es comida para monstruos, es la lectura que necesitamos para aliviar parte del veneno que emponzoña nuestra sociedad. Esta lectura mata intolerantes, casi como la guitarra de Woody Guthrie o el bramido del rifle de Mary Stagecoach Fields.
Alimentaos bien, es más importante que nunca.