La industria del videojuego indie lleva ya años sorprendiéndonos. Desde hace dos o tres años, sobre todo, vemos surgir de la nada estudios que con muy pocos medios, difusión o presupuesto consiguen crear pequeñas joyas que cada vez es más fácil que podamos conseguir. Debido a los pocos recursos de los que disponen los pequeños estudios que los desarrollan estamos acostumbrados a pequeños proyectos, ideas materializadas que (normalmente) no tienen mucha profundidad argumental o demasiado detalle en el aspecto técnico. Es muy común ver atractivo el gameplay de un juego indie, pero más aún el ver la estética «pixel» o un apartado de sonido «retro» debido a, como hemos dicho, las limitaciones económicas o de personal de los estudios que comienzan. Pero, como siempre, hay excepciones que confirman la regla, y Rise & Shine es una de esas excepciones.
Y es que si hay algo que llame la atención al fijarse en Rise & Shine a primera vista, es su apartado visual, lejos del acostumbrado pixel art o los polígonos marcadísimos a los que tan acostumbrados nos tiene la industria. Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team, que está cerca de ser el mejor nombre para un estudio de desarrollo de videojuegos, ha cuidado al detalle el apartado gráfico, desenfadado a más no poder, con un estilo muy marcado a lo «cómic» que entra por los ojos tan rápido como comenzamos la historia.
Nos encontramos en MundoJuego cuando nuestro protagonista, Rise, un niño perdido que, tras sobrevivir al ataque de los hipermusculados soldados espaciales, encuentra moribundo al héroe de su mundo. Este le da un arma legendaria llamada Shine, y su deber a partir de ese momento es el de escoltarla hasta el palacio de MundoJuego donde le dice que le espera el Rey, quien sabrá qué hacer con ella. Así que con esa premisa nos vamos a la aventura acompañados de este arma, Shine, que resulta tener el poder de hablar. Y de qué manera. Aprovechará cualquier paso en falso para echarle en cara a nuestro héroe que es un chiquillo que no sabe a lo que se enfrenta.
Estamos en un mundo en dos dimensiones en el que nos moveremos en scroll lateral. El modo de juego resulta muy familiar para los jugadores que ya lo fueran allá en los años 90, recordando mucho a los clásicos como Metal Slug. Tenemos que avanzar alternando entre el movimiento y el disparo para abrirnos paso entre la infinidad de enemigos que nos encontremos y las correspondientes balas que nos dispararán. Habrá momentos en los que la pantalla sea un sinfín de proyectiles y enemigos que tendremos que esquivar y derrotar hábilmente. Para ello contamos con unos controles tan simples como efectivos, alternando entre el botón de disparo y de apuntado, y teniendo otros dos para cambiar el tipo de munición y disparo, además de un pequeño «dash» que nos permitirá movernos rápidamente cada poco tiempo.
El avance en la historia es lo que nos irá desbloqueando las diferentes mecánicas de disparos y los dos tipos distintos de balas. Conforme los descubramos se irán añadiendo obstáculos en los niveles que nos harán pensar para poder avanzar, haciendo pausas bastante comunes entre las fases de disparos y las de puzles. Hay que decir de ellos que están muy bien diseñados, y los momentos de pausa suelen ser tras pantallas donde hayamos tenido que sudar para avanzar ante los enemigos.
El combate es tan satisfactorio como exigente. Rise & Shine cuenta con un avance muy particular basado en, sobre todo, el ensayo-error. Las amenazas, el cómo funcionan y cómo poder derrotarlas son cuestiones que conseguiremos resolver, en la mayoría de ocasiones, muriendo. El juego lo sabe y es a veces tan repentino que no nos da tiempo a dar un paso en falso. Morimos de un solo toque de casi cualquier enemigo (aunque algunos proyectiles tendrán que impactarnos varias veces para acabar con nosotros) y cometer un error casi siempre nos lleva al mismo destino. Pero Rise & Shine avanza sobre ese camino, haciendo al jugador que vaya con pies de plomo y tenga que saber bien a qué se enfrenta. Los enemigos suelen tener mecánicas exclusivas para poder derrotarlos y cuando llegamos a los jefes es donde más observamos el genial diseño de enemigos que han llevado a cabo en el estudio. Siempre que consigamos un nuevo tipo de disparo o hayamos aprendido un nuevo uso de alguno de los que teníamos, aparecerá un nuevo jefe que hará que hagamos uso de ellos para conseguir que el manejo de todo nuestro arsenal sea completo cuando lleguemos a las fases finales del juego.
Cuando hayamos conseguido dominar las mecánicas y las balas ya no sean un problema para nosotros, será cuando no podamos de dejar de observar los escenarios y personajes. El diseño de fondos es increíble en todo el juego, donde no se repite en ninguno de sus niveles. Cada vez que pasamos por una zona donde nos den tregua los proyectiles y enemigos, nos pararemos a observar la calidad y el detalle de los paisajes del fondo del escenario, así como la cantidad inmensa de referencias con las que cuentan tanto los fondos como los primeros planos. Y es que Rise & Shine es un compendio de infinitos guiños y referencias a la industria del videojuego, desde el nombre del mundo donde se ambienta la historia, hasta el motivo por el cual el mismo se encuentra bajo amenaza. Conforme avanzamos en la trama vamos sorprendiéndonos una y otra vez con la cantidad de objetos, personajes, detalles y, en definitiva, referencias que tanto gráfica como argumentalmente se nos enseñan. Este es uno de los aspectos más remarcables del título, y quien tenga recorrido en la industria y haya podido disfrutar de la gran mayoría de títulos disfrutará mucho más del juego, desde la parte artística hasta el diseño de alguno de los jefes y minijefes, claramente inspirados en otros referentes de la historia de los videojuegos.
Musicalmente está, como no podía ser de otra manera, muy inspirado en algunos temas clásicos de muchas de las franquicias más reconocibles. Habrá momentos en la historia en los que algunos de los acordes que oigamos nos traerán a la cabeza las melodías de los juegos de Mario, o incluso el conseguir algunos de los coleccionables nos haga recordar a Link abriendo cofres. Pero toda la banda sonora destaca por su calidad, además de por sus referencias. Los temas de jefes son apropiados para las batallas y las canciones que nos acompañan a lo largo de la aventura están, sobre todo en las escenas narrativas, bien escogidas.
Si en algo falla de manera notable Rise & Shine es en su duración. Lo podremos completar en unas tres horas, aunque dependerá de lo hábiles que seamos al enfrentarnos a, sobre todo, los jefes finales del juego. Aunque es cierto que nos dejan uno o dos jefes para acostumbrarnos a las balas y tipos de disparo que vamos consiguiendo y eso parece suficiente, es cuando llegamos a las fases finales del juego cuando vemos que quizás no haya sido así. Al ver que morimos repetidas veces nos vemos obligados a usar a Shine de maneras que antes no lo hacíamos y que, si nos hubiéramos enfrentado a enemigos que nos lo exigieran, habríamos comprendido. Además, una vez dominadas las mecánicas, pueden parecer pocas a la hora de enfrentarnos a los enemigos. Es cierto que están bien diseñadas y los enemigos se amoldan bien a ellas, pero más armas, tipos de disparo o balas hubieran añadido más diversidad a un juego que palidece en la cantidad de contenido que ofrece.
Como ya hemos dicho, al ser un juego que destaca tanto en el apartado visual, no se le exige un nivel técnico exquisito. El juego rinde perfectamente en PC, y viéndose como se ve, no da la impresión de que pudieran llegar a más, ya que los fondos dibujados a mano y los personajes lucen geniales en el estilo cómic que nos presenta.
Rise & Shine es un título que mezcla disparos en dos dimensiones, cantidad de enemigos, diseños de niveles y plataformas bien hechos, jefes bien diseñados y buenas mecánicas, todo en uno. Además, cuenta con uno de los apartados visuales más bonitos de la industria indie con una cantidad de guiños y referencias a infinidad de juegos que nos harán fijarnos en cada detalle de los escenarios para ver cuántas podemos pillar. Si podemos destacar algo malo de Rise & Shine es, sin duda, su duración, bastante corta y que te deja un poco con la miel en los labios. Sin embargo, su exigencia y lo gratificante que es al completar los niveles y derrotar a los jefes hace que sea muy divertido. Un juego recomendable para todos los amantes de los videojuegos que puedan coger cuantas más referencias mejor y que disfruten de un buen diseño de niveles en un Run&Gun con tantas balas como puzles.