El siguiente cómic fue Clean Room, una obra que trata sobre el lavado de cerebros y cuya protagonista, Astrid, es la jefa de una organización llamada TARDIS, que quiere controlar todos los secretos del mundo. La gente es feliz cuando le lavan el cerebro, comentó Gail Simone, la guionista de la serie, que también alabó el trabajo a los lápices de su compañero Davis-Hunt, capaz de dibujar los retorcidos guiones de esta serie.
El turno fue entonces para Unfollow, serie donde el creador de una red social invita a una isla privada a 140 personas a los que además nombra sus herederos, lo cual desemboca en una idea similar al clásico film de Battle Royale.
El propio guionista Rob Williams afirmó que “se sentía como un ser humano horrible” a la hora de tratar a los personajes. “A veces he de juntar algunos de los personajes…y luego tengo que matarlos. Entonces uno se siente como una mala persona”. Reveló que se inspiró en las secuelas de la llamada Primavera Árabe, donde las redes sociales se usaron para aunar a la población, pero que al final “la gente ofrece los perores aspectos de la humanidad de manera más rápida”.
Tomó entonces la palabra el guionista actual de Batman, Tom King para comentar su serie con Vertigo, Sheriff of Babylon. “Escribo sobre una tierra de horrores. Sé que algunas personas escriben sobre lugares que dan esperanza, pero al escribir, me digo, “¡Oh, Dios mío, esto va a ser horrible!”. La serie, ambientada en la guerra de Irak no fue ideada como catarsis, como mucho puedan pensar de este ex-agente de la CIA (se dice que la Agencia revisa todos los guiones de la serie) pero, en palabras de King “Tengo un poco de trastorno de estrés postraumático, no como los soldados del frente de batalla, pero tengo un poco. Cuando empecé este libro, no presentaba ninguna molestia, pero cuando escribí el número siete, no pude leerlo… me trajo cosas horribles”. Por otro lado, alabó el trabajo de su compañero Mitch Gerards: “Es el mejor dibujante de cómics bélicos que existe”.
A continuación el guionista Joshua Williamson comentó la miniserie de seis números Frosbite, que tiene a Jason Shawn Alexander a los lápices: “Es una historia postapocalíptica, con una nueva edad de hielo donde la humanidad ha logrado sobrevivir. Se trata básicamente de Mad Max en la nieve” La serie narra las aventuras de Keaton, que trabaja transportando gente a través del hielo, y cuyos últimos pasajeros son un médico y su hija, que viajan de México hacia Alcatraza huyendo de la enfermedad llamada frosbite (congelación), que hiela a las personas desde dentro.
Bien cierto es que la apuesta corre hacia historias cerradas y totalmente independientes en donde los autores de DC dan rienda suelta a las experimentaciones que no pueden llevar a cabo con los superhéroes franquiciados, y ya no es nunca más ese universo adulto, fantástico y prácticamente británico que fue. Pero esperemos que estas obras cosechen el éxito necesario para que Vertigo remonte el vuelo y, aunque con un sabor un tanto distinto, recupere la importancia que tuvo el sello en los noventa y que tanto se merece.