Investigadores de entomología de la Universidad de Kentucky han descubierto que los triglicéridos de la piel, o lípidos, evitan que las chinches permanezcan mucho tiempo en los huéspedes humanos. Su hallazgo podría conducir a nuevas estrategias de manejo para esta importante plaga humana.
«Ya sabíamos que los olores del cuerpo humano, el dióxido de carbono y el calor atraen a las chinches para que se alimenten de las personas. Nuestra última investigación muestra que la razón por la que no se quedan en los humanos como hacen otras plagas, entre ellas los piojos, se debe a los lípidos o triglicéridos en nuestra piel, que los obligan dejar a sus anfitriones y esconderse en lugares cercanos, como camas y colchones«, comenta Zach DeVries, profesor asistente de entomología urbana de la Facultad de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Reino Unido.
«Las chinches casi siempre prefieren la tira del filtro de control a la que contiene triglicéridos cutáneos»
DeVries y Sudip Gaire, becario postdoctoral del Reino Unido, probaron este último hallazgo frotando una tira de papel de filtro en la piel de los participantes para recolectar muestras. Los participantes de la investigación representaron numerosas edades y etnias. También probaron la teoría en múltiples poblaciones de chinches criadas en el laboratorio y también en otras recolectadas en el campo.
«Nuestros hallazgos fueron consistentes en todos los tipos de triglicéridos, todos los grupos de participantes y todas las poblaciones de chinches«, afirma DeVries. «Las chinches casi siempre prefieren la tira del filtro de control a la que contiene triglicéridos cutáneos«.
«A las chinches no les gusta sentarse sobre los triglicéridos de la piel y se niegan a permanecer en superficies que contienen triglicéridos«, insiste Gaire. «Obtuvimos resultados clarísimos usando sólo una pequeña cantidad de triglicéridos«.
Un control más eficaz de esta plaga
Si bien se necesita más investigación para explorar por qué a las chinches no les gustan los triglicéridos y si hay otros posibles repelentes de chinches en la piel humana, DeVries y Gaire creen que este podría ser un comienzo importante para un control más eficaz de las chinches.
«Puede haber varias oportunidades potenciales de repelentes a partir de nuestro hallazgo«, según DeVries. «Es posible que nuestros hallazgos puedan usarse para disuadir a las chinches de hacer autostop en las pertenencias de las personas, reduciendo así su propagación«.
Los hallazgos se informaron por primera vez en Scientific Reports.