Una nueva investigación sobre cómo las propias células detectan daños a su ADN -una característica del cáncer– podría explicar cómo el cuerpo intenta mantener la enfermedad bajo control. Hace ya tiempo que la ciencia descubrió cómo el daño en el material genético celular puede desencadenar una inflamación, iniciando una serie de procesos que llevan al reemplazo de células dañadas y al mantenimiento de los tejidos.
Este estudio arroja luz sobre cómo las células potencialmente cancerosas son señaladas por el cuerpo para su reemplazo, como parte de las defensas naturales que previenen la formación de un tumor. Una molécula clave llamada cGAS se une al ADN para desencadenar la inflamación. Hasta ahora, no estaba claro cómo sucedía, ya que el ADN suele estar físicamente separado del resto de la célula, en un compartimento llamado el núcleo.
Cuando tiene lugar el daño, algunos fragmentos de ADN pueden separarse del núcleo y formar estructuras llamadas micronúcleos. Investigadores del MRC Human Genetics Unit de la University of Edinburgh han descubierto que esta molécula, cGAS, puede penetrar este micronúcleo y unirse al ADN, lo que inicia los mecanismos que conducen a la inflamación.
El daño en el ADN es a menudo uno de los primeros pasos en el desarrollo del cáncer, así que la detección de micronúcleos con cGAS sería una importante señal de alarma temprana que permitiría incluso al propio cuerpo detectar y eliminar a las células potencialmente cancerosas.
El equipo de investigadores afirma que sus hallazgos también podrían arrojar luz sobre cómo tiene lugar la inflamación en ciertos tipos de enfermedades autoinflamatorias, cuando las células del sistema inmune atacan a los tejidos del propio cuerpo.
Este estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista Nature, ha sido financiado por el Medical Research Council and Newlife – The Charity for Disabled Children.
La autora principal del studio, la doctora Karen Mackenzie, del MRC Human Genetics Unit de la University of Edinburgh, afirma que «Nuestros hallazgos proporcionan un posible nuevo mecanismo por el que el cuerpo se protege a sí mismo del cáncer, pero que en otras circunstancias puede desencadenar inflamación de tejidos y conducir al cáncer”.
El doctor Martin Reijns, Senior Research Fellow en la misma unidad de investigación, comenta que “Esperamos que esta investigación ayude a futuros estudios que desarrollen terapias mejoradas contra el cancer”.
Fuente: Nature.