Las Aventuras de Shantae, la heroína medio-genio de pelo púrpura, continúan tras varias entregas a sus espaldas y una comunidad de fans que la sigue muy de cerca. Volviendo la mirada atrás, recordamos que Shantae nació nada más y nada menos que en Gameboy Color en 2002 por WayForward, y que se caracteriza por mantener ese estilo de plataformas clásico de 16 bits, pero que ha ido actualizando con cada entrega, asemejándose cada vez más a un metroidvania. Contamos con toques roleros como mejoras de equipo, habilidades y sobre todo transformaciones, la habilidad más importante de Shantae. Ya que, como medio genio, ella puede adaptar la forma de animales o monstruos para aprovechar sus habilidades, como nadar, moverse ágilmente, e incluso volar.
Ahora, y gracias a una gran campaña de kickstarter y tres años de desarrollo, recibimos la que se convierte en la mejor entrega hasta la fecha del juego, tanto por la cantidad como por la calidad de su contenido. El apartado audiovisual es sensacional para ser un título indie, mientras que el diseño de niveles o la variedad de estos es simplemente genial.
Shantae es la guardiana de Scuttle Town, la ciudad que en cada entrega ha sido amenazada por algún enemigo de turno. Esta vez no iba a ser menos y vuelve a ser su archienemiga, Risky Boots, la que pone en peligro no solo la ciudad, sino el reino de los genios. En general, la historia es bastante básica, y aunque tiene alguna sorpresilla, no esperéis nada del otro mundo, ya que es bastante desenfadada. Por supuesto nos encontraremos con todos los amigos de Shantae a lo largo de la aventura, como Bolo, Sky, Rottytops e incluso los ya clásicos enemigos como Techno Baron o Ammo Baron, que, aunque sean malos al final se les coge cariño y todo.
La mecánica de juego será más o menos la misma a lo largo de la aventura; tendremos que buscar un objeto en una zona dividida por fases, concluyendo con un jefe que, sin llegar a ser muy difícil, nos pondrá a prueba. Mientras exploramos los diferentes niveles podremos encontrar secretos, como corazones extra para aumentar nuestra salud o transformaciones, que nos permitirán avanzar por zonas inaccesibles anteriormente. Este elemento es típico del género metroidvania y hará indispensable el «backtracking» o vuelta a escenarios anteriores para que no nos dejemos nada sin explorar. Por ejemplo, la transformación en mono, una de las primeras del juego, nos permitirá pegarnos a las paredes y acceder a lugares estrechos, mientras que con el cangrejo podremos bucear bajo el agua o protegernos de los ataques con el caparazón.
Esta entrega supera con creces la cantidad de transformaciones vista en otras entregas, habiendo tantas que se podría decir que algunas son algo innecesarias, pareciéndose mucho entre sí y haciendo que las acabemos utilizando solo dos o tres veces en todo el juego. Gracias a estas transformaciones, junto con la variedad de los niveles, cada cual, con su tipo de enemigos, y un control clásico y directo de Shantae, se ha logrado una jugabilidad muy divertida y a la vez sencilla.
Quizás un modo difícil no habría venido mal a este Half Genie Hero, ya que en general la dificultad es bastante baja, sobretodo pudiendo recolectar comida y pociones que nos sanen al instante en cualquier momento. Por otro lado, la duración no es muy larga, ya que completar el juego con todos sus secretos no ha llevado más de 10 horas, algo relativamente normal en un juego indie.
El apartado visual es sin duda el que capta la atención desde el primer instante, ya que todo el mundo de Half Genie Hero parece sacado de dibujos animados 2D. Todo está lleno de color, con gran detalle y mimo en cada rincón, y las animaciones son excelentes. El diseño de cada personaje va muy acorde al nivel que visitemos, destacando los enormes jefes finales. Es interesante cómo se juega con la ilusión de tridimensionalidad en alguno de estos, simulando que giremos alrededor de un escenario redondo, como ya vimos en Odin Sphere, otro juegazo de las dos dimensiones.
El apartado sonoro goza de la misma calidad que el visual, con un tema principal muy cañero (tanto que parece de discoteca). Cada fase de cada nivel tiene su propia melodía y todas ellas suenan muy bien. Lo mismo ocurre con sus efectos de sonido, que nos dan lo que esperamos y no desentonan en ningún momento.
Pero hay algo en Half Genie Hero que mancha su belleza hasta tal punto que hace daño a la vista. Hablo de la nefasta y horrible traducción al castellano que hemos recibido, que sin exagerar, ha sido realizada mediante el traductor de google. Los resultados son los esperados, por supuesto; frases hechas traducidas literalmente, confusión entre géneros y en general no entenderemos la mitad de la información. Los foros están llenos de quejas y Wayforward promete que pronto se actualizará con una traducción acorde al nivel del juego. Mientras tanto, yo os recomiendo que pongáis el juego en inglés. Este tema, y algún que otro bug como que la cámara pierda la posición de Shantae en un par de ocasiones, son los puntos negros de esta entrega, aunque realmente son problemas secundarios que no estropean su estupenda jugabilidad.
Shantae nos vuelve a deleitar con un estupendo plataformas que recibirán los fans de este género con los brazos abiertos. Un señor indie que, aunque no reinventa nada, muchos tomarán como referencia tanto por su apartado audiovisual como por su estupendo trabajo de diseño de juego en enemigos, niveles y mecánicas. Una pena que no dure unas cuantas horas más, habrá que esperar a que Wayforward lance esos suculentos DLCs que contendrán pequeñas campañas con personajes secundarios del juego, similar a lo que Yatch Club Games está haciendo con su fantástico Shovel Knight.
