Me da pereza ver series que me recuerdan a otras que ya he visto antes. Cuando esto pasa, normalmente, es difícil que un proyecto cualquiera consiga captar mi interés. Y lo es porque, si una serie te recuerda a otras, suele ser síntoma de que eres capaz de identificar -aunque sea inconscientemente- ‘inspiraciones’, adaptaciones o nuevas versiones; lo que, al fin y al cabo, suele resultar una sensación desmotivadora para cualquiera, dejándote casi a las puertas del aburrimiento.
En el caso de ‘Showtrial’ (Movistar +), la conexión con el pasado está más que clara. Esta miniserie (5 episodios de una hora) es el nuevo proyecto de los productores de ‘Line of duty’ (World Productions) junto con el guionista Ben Richards (‘Fortitude’). Una unión de la que sale un drama criminal con tintes de serie policial, de tribunales y drama familiar, perfectamente integrada respecto a las cuotas de género y racial, y con su dosis de discurso social interclasista; como viene siendo costumbre.
‘Showtrial’ resulta ser más un producto de la fotocopiadora
La historia es la de una joven rebelde de clase acomodada, Talitha Campbell (Celine Buckens), hija de un influyente empresario (James Frain), quién es arrestada tras la desaparición de una compañera de estudios hija de clase obrera y condición humilde. Por suerte para Talitha, su abogada de oficio es Cleo Roberts (Tracy Ifeachor), solvente y dedicada con fervor a su defensa… aún a pesar del empeño de Talitha en no seguir sus consejos.
En el lado antagonista, además de un padre que minusvalora y desprecia a su hija, están Paula Cassidy (Sinéad Keenan), una detective convencida de su culpabilidad, y una fiscalía que obviará cualquier argumento para conseguir encarcelarla. Una alianza policial y legal que será el motor de un intensísimo pulso que conmocionará, y mucho, a la opinión pública… además de mover entre bambalinas muchos y distintos intereses.
El problema es que a esta serie le sobra técnica y le falta alma
El dúo protagonista (Tabitha y Cleo) transmiten verosimilitud e intensidad, pero este esfuerzo interpretativo se derrumba de forma clara cuando se enfrentan al resto del reparto, austero y encorsetado en su intensidad expresiva. Tampoco ayudan los trucos de realización y montaje, a los que estamos tan acostumbrados ya y que aportan una innecesaria dosis de artificialidad. Y el capítulo inicial (único emitido hasta ahora) se queda corto en su ritmo, no transmitiendo en modo alguno la tensión que con su clímax final se nos pretende inducir; sin éxito y provocándonos una sensación entre extrañeza y desconcierto.
‘Showtrial’ (Movistar +) es una serie bien contada y con buenas interpretaciones protagonistas, pero que adolece de un ritmo plano y aburrido, de actuaciones secundarias muy por debajo de la altura de las protagonistas e incapaces por tanto de darles réplica, y que se queda en lo conocido sin atreverse a aportar originalidad.
Conviene tener presente que el criminal contemporáneo es ya un género maduro que cuenta con un público lo suficientemente fiel y experimentado como para haber visto ya muchas cosas. Las suficientes como para saber reconocer cuando está ante algo fresco y original o algo que, como es este caso, resulta ser más un producto de la fotocopiadora.