Rosa Ribas nació en Barcelona, aunque vive en Fráncfort desde hace unos cuantos años. Presentó allí su tesis doctoral, sobre la lingüística de los viajeros alemanes del siglo XVI y XVII. En 2006, publicó "El pintor de Flandes" y poco después creó a Cornelia Weber-Tejedor, comisaria, con la primera novela de la serie, "Entre dos aguas", a la que seguirían: "Con anuncio", "En caída libre", y "Si no, lo matamos" (Grijalbo). Además, junto a Sabine Hofmann, inició la serie de Ana Martí, periodista en la Barcelona de los 50, que ya tiene publicados: "Don de lenguas" y "El gran frío". Por "Don de lenguas" ganó la mención de honor del Premio Hammet de la Semana Negra de Gijón en 2014. "Con Pensión Leonardo" nos relató la historia de la Barcelona más íntima en los años 60 y en "Miss Fifty" nos presentó a una superheroína muy especial.
"Si no, lo matamos", el cuarto caso de Weber-Tejedor, comienza con, lo que a todas luces parece un secuestro exprés, que más tarde se repite y pone en alerta a la policía de Fráncfort. Cuando se produce el tercero, Weber y su equipo trazan una estrategia de actuación para intentar conocer la identidad de los secuestradores, aunque esta vez, parece que se han puesto violentos y la vida del hombre secuestrado puede ponerse en peligro al más mínimo fallo.
"Si no, lo matamos" es una novela muy bien llevada desde el principio. La evolución de Rosa Ribas, desde "Entre dos aguas", es patente y aquí encontramos unos personajes con un buenísimo trasfondo, más carácter, con los rasgos bien definidos, complementarios o no, que llevan el peso de la novela casi sin necesitar apoyo.
Aunque el caso de los secuestros exprés, en un principio pueda no parecer tan fuerte como otros anteriores, Ribas teje los hilos de la tensión en cada página que el lector deja atrás. La cuestión se va complicando, se estanca, se renueva, añadiendo preocupaciones a los protagonistas, haciéndolos trastabillar estrepitosamente o dar pequeños pasitos hasta la resolución final, que aparece perfectamente hilada y que, además, deja con un amargo sabor de boca, como en la vida real.
Weber se enfrenta al fracaso de maneras nuevas, con el apoyo de Reiner, perro viejo, pero con un equipo de investigación escéptico y dispuesto a poner todas las trabas que hagan falta en pos de la desacreditación de la comisaria y para hacerse valer unos por encima de otros. Es por esto que Weber tiene varios frentes abiertos, que tiene que sortear, y que nos introduce más en su psique, creando un ambiente privado, en muchos casos, que nos permite conocer mejor a la comisaria, conocer sus miedos y los de los demás: “¿Por qué te hiciste policía, Reiner?”.
Creo que "Si no, lo matamos", es una de las grandes novedades de este año en cuanto al género. La evolución de Rosa Ribas y su indiscutible presencia como una de las mejores escritoras de novela negra en este país, permite una bocanada de aire fresco que se está viendo recompensada con la presencia de Ribas en los mejores festivales a lo largo del continente.
Por mi parte, no puedo más que recomendar esta obra, y, por supuesto, el reciente ómnibus de los tres primeros libros de Cornelia Weber-Tejedor, publicados por DeBolsillo y que gustarán a todos los que sean aficionados al género. Creo que Weber-Tejedor ha venido con fuerza, con aire fresco y con nuevas ideas, esperemos que sea por muchos libros más.
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