Hace unos meses, antes de que la editorial Nocturna anunciará que iba a publicar la nueva novela de Neal Shusterman, ya tenía muchas ganas de leer esta novela. “Siega”, la primera parte de una nueva trilogía distópica (Arc of a Scythe), fue uno de los éxitos del año y no paraba de leer críticas positivas de esta novela. Estos últimos días he tenido la oportunidad de tenerla en mis manos y ha caído en menos de tres días.
“Siega” se sitúa en el mundo que conocemos, pero miles de años en el futuro. En este tiempo distópico la muerte no existe, pero eso no significa que la población pare de crecer, todo lo contrario. La población no para de aumentar y hay que poner una solución antes de alcanzar un cataclismo y esta respuesta al problema son los segadores. Estos son un grupo de personas elegidas que se dedican a matar a personas para mantener a la humanidad en un equilibrio en el que la existencia de la Tierra no se vea amenazada por una su alta densidad.
Estos segadores son a la vez odiados y adorados, porque dejando de lado esta amenaza, la vida en la Tierra es ideal. Las personas no solo no pueden morir, sino que su vida se puede alargar eternamente, pueden ser revividos si tienen un accidente e incluso pueden rejuvenecerse cada vez que quieran. Es en este contexto donde conocemos a Citra y Rowan, dos adolescentes que viven apartados de estas complicaciones hasta que en un solo día todo cambia.
Nuestros dos jóvenes protagonistas terminan en manos de un segador, pero este no quiere acabar con sus vidas, desea que los dos se conviertan en sus aprendices, aunque solo uno pueda conseguir el puesto de futuro segador… De esta manera los aprendices entrarán en un mundo lleno de muerte, intrigas y traiciones.
“Siega” ha sido una lectura entretenida y adictiva. Ese universo creado por el autor te obliga a pensar en cada momento y a replantearte todo el tiempo la moralidad de las acciones y los hechos que describe el autor. En la novela la línea entre el bien y el mal es muy fina y a veces cuesta verla. Esto le sucede tanto a los personajes como al lector. No solo los personajes realizan un viaje por el camino del bien y del mal, sino que el lector también es participe de esto.
La historia tiene una trama muy sólida acompañada de grandes giros que encontramos cada pocos capítulos. Además, la mitología de los segadores y todo lo que les rodea no hace más que darle más interés a la novela. Esto solo está eclipsado por la fantástica edición de la novela, destacando la diferencia entre las páginas dedicadas a los protagonistas y la parte dedicada a conocer más sobre la vida y obra de los segadores.
Ahora, después de terminar la novela solo queda esperar la publicación de la segunda entrega, “Thunderhead”, que verá la luz el año que viene en Estados Unidos.
Neal Shusterman es un escritor americano nacido en New York. Empezó a escribir a muy temprana edad y en la universidad empezó a escribir una columna humorística. Cuando termino sus estudios publicó su primer libro y fue contratado como guionista de cine. Desde ese momento Shusterman se convirtió en un novelista y guionista de éxito. Entre sus obras encontramos la saga «Desconexión» y la novela «El abismo».
La traducción de la novela ha sido realizada por Pilar Ramírez Tello.
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