Siempre fui yo

Aún no sé como tuve la osadía de adentrarme en esta serie, pero tras sus diez capítulos queda claro que este es un producto de corte puramente ‘Disney Channel’. No se acerquen aquí si pretenden encontrar algún tipo de hondura argumental, o ver otra cosa que no sea a adolescentes imitando roles adultos, en una trama netamente telenovelesca, aderezada con algún número musical y, sobre todo, con la intención declarada de ser un producto audiovisual plenamente panamericano.

¿Es capaz esta serie de conectar con el público español? No tiene porqué no. De hecho, la trama tiene como uno de sus motores a un programa televisivo musical extraordinariamente similar a ‘Operación Triunfo’ u otros talent show del corte que tan bien conocemos y tanto triunfaron por estas latitudes. Y la música, aunque quizás demasiado melódica para lo que es el gusto de nuestras jóvenes huestes hispanas, siempre es un buen cebo.

Lo que no veo tan del gusto de por aquí es el giro pseudodramático de la trama de ‘Siempre fui yo’…

‘Siempre fui yo’ tiene como protagonista absoluta a Lupe (Karol Sevilla), una joven mexicana hija de una estrella musical colombiana, apodada El Faraón (Christian Tappán), que muere de repente sin saber muy bien cómo. En el entierro de su padre, Lupe comienza a sospechar que algo raro pasaba con su representante, Lucas Martin (Antonio Sanint), quién a lo mejor sabe más de la muerte de su padre y, por esta corazonada, decide quedarse en Colombia e intentar averiguar algo más.

A esta cruzada personal de Lupe se suma, inopinadamente, un extraño joven ayudante del Faraón, Pipe (José Julián Gaviria), quién la ayudará a entrar en un concurso televisivo musical honorífico organizado por Lucas en honor a su difunto representando. Dentro de ese concurso, Lupe esperará encontrar respuestas a la muerte de su padre, sin saber que durante esta experiencia deberá enfrentarse a muchos más retos que a este solo; incluida su propia madurez personal, emocional y musical.

Puro espíritu Disney Channel

Durante toda la serie vemos a adolescentes enfrentándose a roles y dilemas adultos, si bien con un toque de drama de tarde que a mí no me acaba de encajar. Tanto es así que la serie se parte en dos: la música melódica con letras principalmente románticas, por un lado, y este juego de tramas dramático de competición musical y de misterio familiar, por el otro, que nunca llegan a empastar entre sí como deberían. Tampoco se compatibiliza la calidad actoral con la musical, siendo solventes el dúo protagonista y el personaje de Lucía (Eliana Raventós), el resto del elenco joven muestra series carencias interpretativas que consiguen sacarte de la serie cuando menos debería hacerlo.

De forma que ‘Siempre fui yo’ (Disney +) se nos presenta como un entretenimiento adolescente ligero, sin pretensiones y que, haciéndose insufrible cuánto más dramático pretende ser, sí tiene momentos disfrutones, especialmente en los números musicales que, aún así, no creo compensen su visionado. El resultado es demasiado forzado e impostado como para que solo la música y alguna escena suelta merezcan, realmente, la pena.

Nota: 4/10

Fco. Martínez Hidalgo
Filólogo, politólogo y proyecto de psicólogo. Crítico literario. Lector empedernido. Mourinhista de la vida.

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