La Nave dedica su emisión a este estreno, todo un coctel de oscuridad, tensión y realismo mágico muy en la línea del pamplonés. Estamos ante un cuadro tenebroso que ha publicado Runas, firmado por este conocido escritor galardonado en repetidas ocasiones en certámenes de nuestro suelo patrio. Recordad que os detallábamos su currículo cuando anunciábamos el estreno de esta novela corta el pasado mes de mayo. No os perdáis, pues, el programa de hoy donde repasaremos sus obras más aclamadas. Este que os escribe las ha anotado y se compromete a disfrutarlas en el futuro. La revisión de las pruebas ha estado a cargo de Antonio Torrubia y el diseño de la cubierta es obra de Octavi Segarra.
El dinero lo cambia todo. Abre mapas de expectativas, moldea los afectos, el dinero es magia.
La historia
La trama avanzará ágil en vuestras manos intercalando capítulos protagonizados por cada uno de los tres personajes principales. Un historia cotidiana, reconocible, pero que es deshojada de manera acertada hasta su conclusión.
La historia arranca con Magaly, una dominicana que cuida a la viuda Claudia, una anciana que vive dedicando sus largas horas a recordar a su difunto marido Rafael. La pobre Claudia hace tiempo que no sale de casa tras un accidente que le produjo una lesión en la cadera. Vemos descrito el día a día de estas dos mujeres y cómo Rafael visita por las noches la casa. ¿Son imaginaciones o sueños difusos?
Fede, Federico Sánchez Arrieta, es un vigilante de seguridad encargado de vigilar junto a otro compañero las 24 horas del día un edificio de 40 plazas ubicado en Benidorm y que está llamado al derribo. Se trata del Alpha Centauri, un monstruo de hormigón desahuciado por la promotora. Los promotores no han encontrado el soporte económico necesario para corregir los fallos estructurales y terminar la obra, de tal manera que han decidido dinamitarlo. Para evitar que nadie se cuele dentro del edificio los vigilantes de seguridad tienen que estar atentos noche y día. Las horas las entretiene Fede hablando por teléfono con Loreto, su pareja que trabaja en un local de tatuajes.
Fede recibe la visita de Alfredo Stracquadani, quien representa a un tal Raimon. Le propone una petición concreta: alquilar el ático durante la noche del lunes al martes, en víspera de la demolición. No sería toda la noche, sino un par de horas, de 11 a 1. Nada más.
La tercera historia paralela la protagoniza Andrés, quien está esperando en un descampado junto a la carretera a Bernardo de Lezo, famoso empresario que ahora iba a encontrarse cara a cara con su chantajista.
La introducción de un personaje del pasado, Alejandro Coppel, abrirá el baúl de los recuerdos cual Caja de Pandora; las heridas volverán a escocer y descubriremos por qué estos personajes perdieron cuando se repartieron las cartas de la vida.
Suspense, fantasmas y secretos
Sigilo es un texto iluminado con un filtro oscuro, una narración que crea intensidad al lector con su desgrane bien calibrado y que se impregna de un realismo que toca con la mano la frontera de lo mágico. La historia de una familia más, sí, pero que aquí confluye en un pozo que se traga la tierra ante las puertas del infierno.
En conclusión, es la historia de tres perdedores que en un momento del pasado su vida se truncó. La descripción de los personajes es lo más acertado de la novela, de ahí que nos atrape. Me quedo con Magaly, asistenta domestica que se convertirá en hechicera de este delirio en el que se convertirá mágicamente la novela.
En la literatura las historias que encierran dolor tienen mayor impacto dramático que las historias de triunfo. Aquí el autor sabe manejar ese lado oscuro con brochazos precisos, sin llevar al extremo el terror de manera artificiosa sino con un tránsito bien enladrillado. De esta manera, calan en nosotros sensaciones de pesadumbre que nos machacan emocionalmente como si fueran una losa. Oscuridad, tensión y realismo mágico en una borrachera demencial que crece mezclando realidad y ficción. El libro os dejará la satisfacción de una lectura de calidad que invita a seguir leyendo a este autor.