Este mes de Junio la editorial Siruela nos trae una interesante novedad. «La Luna«, del autor Joachim Kalka, analiza desde diversas perspectivas la relación del hombre con nuestro único satélite natural.
A lo largo de los siglos, este fragmento terrestre que nos orbita ha servido de inspiración para artistas, culturas o leyendas; y, desde un punto de vista más terreno, como reloj espacial para todo tipo de ritmos naturales. Desde los ocurridos en los organismos vivos al son de su presencia, hasta los observados en el mundo inorgánico natural.
Junio, el comienzo del verano, es un momento ideal para la publicación de una obra que trata sobre la luna, pues los meses que contienen al estío son aquellos en los que su presencia es más palpable. No debe haber otra ocasión más propicia para sentarse a leer los resultados de las investigaciones y disquisiciones que Joachim Kalka nos ofrece.
Joachim Kalka es un ensayista, crítico literario, escritor y traductor alemán, miembro de la academia Bávara de Bellas Artes.
Archivo de cuanto ha inspirado o da a lugar la presencia constante de este pequeño cuerpo extraplanetario.
Resulta interesante encontrar una aspiración a compendio de lo que la luna representa para la vida en nuestro planeta. En especial al nivel de las civilizaciones a las que ha servido de referencia. Como una boya eterna en el cielo nocturno. Colocada en él por algún dios o el azar -me inclino más por esto último- para recordarnos que hay más, mucho más, fuera de nuestra atmósfera con carencias en ozono.
También es adecuado recopilar toda la información que nos sea posible acerca de lo que la luna fue. Antes de que nos especialicemos en poner nuestras garras antrópicas en su superficie. Y terminemos de este modo convirtiéndola en una central para filiales de comida rápida.
Solo queda leer el contenido de «La Luna» para conocer qué tiene que contarnos este escritor de Stutgart respecto a nuestra constante relación con ese orbe iluminado por luz ajena.