En principio nos encontramos con una historia bastante sencilla de seguir, en un modo de juego que creemos conocer bastante bien si somos unos jugadores medianamente interesados en las aventuras. Daniel debe buscar desesperadamente a su hija Stela, que ha desaparecido en medio de una zona rural situada en la República Checa. Hasta aquí todo normal, unas premisas que nos suenan de otros juegos como Silent Hill, del cual toma aspectos para inspirarse de una manera bastante importante. Con esta premisa nos adentramos en el austero mundo de Someday You’ll Return, un juego de exploración frío y a veces terroríficamente individualizado.
Tenemos que dedicarnos a explorar zonas montañosas y bosques de un aspecto complejo, austero y de una frialdad importante. He de hacer hincapié en que la mayor parte del tiempo tendremos sugestión por encontrarnos algún momento que nos haga pasar algo de miedo, pero quisiera aclarar que no estamos ante un survival horror de manual, para evitar decepciones a jugadores que estén buscando sensaciones similares.
Sí que tenemos encontronazos con seres extraños, deberemos correr para huir y por supuesto usaremos todos nuestros recursos de infiltración al más puro estilo Dishonored, pero estos momentos no son lo predominante en el transcurso de nuestra aventura (y en cierto modo lo agradezco). La incertidumbre está servida, pero la mayor parte del tiempo pasaremos explorando el complicado entorno que nos rodea.
Difícil de mapear, aunque efectivo
Como dato importante, no disponemos de ningún mapa que nos chive los recovecos que podemos explorar, pues la ayuda entonces sería máxima. Esta experiencia se ciñe a un supuesto realista, por lo que no tendremos ni indicadores de misión ni ninguna ayuda extra a la que pudiéramos sacarle provecho. Sin embargo esto no significa que vayamos a la deriva y no podamos orientarnos, ni mucho menos.
Disponemos de unos mapas e indicadores colocados en la naturaleza que señalan nuestra ruta con diferentes colores, lo suficiente para situarnos y comprobar en qué punto nos encontramos y hacia dónde queremos dirigirnos de una manera más que efectiva. Gracias a las rutas podemos trazar una trayectoria que nos lleve a lugares donde continuar nuestra búsqueda. Podremos hacer uso de nuestro móvil pero yo no le hice demasiado caso, sinceramente.
Por el camino nos encontraremos con objetos y documentación que harán de nuestro viaje algo más profundo y extenso, además de contar con la posibilidad de fabricar pociones con ciertas flores que recolectamos a nuestro paso, imprescindibles para avanzar en nuestra búsqueda.
Algo de puzzles, con una dificultad variada
A nuestro paso nos encontraremos con puzzles que superar, algunos de ellos bastante sencillos a la hora de completarlos. Obviamente algunos de ellos requieren un poco más de tiempo debido a su dificultad al ser algo más enrevesados, pero por lo general son bastante buenos y no encontramos demasiados problemas para superarlos.
En nuestra aventura nos toparemos con partes de sigilo como mencionamos anteriormente, y aunque es cierto que podría ser algo interesante a veces se nota como que está metido bastante de relleno, como para alargar de una manera obligada la experiencia. El juego es extenso de por sí con todas las opciones que tenemos desde el principio, por lo que a veces esto juega una mala sensación de obligatoriedad innecesaria.
En el caso de ser unos cracks en exploración y nuestro sentido de la orientación sea de boyscout experimentado, la duración de nuestro viaje puede superar las 20 horas (también depende de nuestra manera de jugar y el tiempo que decidamos pararnos a investigar; como todos los juegos de hoy en día habrá speedruns con duraciones casi imposibles), por lo que no creo que fuera necesario alargar la experiencia, o al menos a mí me lo parece.
Craftea objetos y pociones
Según avanzamos en nuestra aventura podremos elaborar objetos de interés que nos ayuden en nuestro viaje. No estamos ante un crafteo como tal, no necesitamos recoger los materiales y mágicamente tendremos el objeto creado: una sucesión de pequeños aspectos que debemos completar serán necesarios para hacer uso del objeto en cuestión, algo más natural que la magia de juntar los ingredientes y ya.
Sin embargo, para las pociones obviamente no vamos a tener esta sucesión de eventos, más bien el buscar y mezclar ciertos elementos como flores para, por ejemplo, paliar los efectos del vértigo en nuestro personaje. Los ingredientes que necesitamos están bien medidos y no son escasos, por lo que no tendremos problema para conseguir la poción que necesitemos.
La importancia de los pequeños detalles
Anteriormente mencionamos que el juego está desarrollado solamente por dos personas, algo que es digno de admirar. La mayoría de estas producciones suelen ser menos profundas, más directas y sin rodeos, pero Someday You’ll Return consigue que estemos en tensión la mayor parte del tiempo que estamos jugando, ya sea por nuestro entorno, por la falta de información o por esa ambientación tan conseguida que nos atrapa desde el primer momento.
He de decir que el apartado artístico es muy bueno, la ambientación es fría y hostil, consiguiendo que veamos peligros en el entorno que nos rodea de una manera natural y casi primaria. En cuanto al aspecto sonoro está muy bien medido, causando momentos de tensión (sobre todo cuando hay más acción) por lo que deberían sentirse orgullosos tanto de su trabajo como de su implementación.
El agobio es mayor conforme vemos que se acercan las horas más oscuras del día, causando a veces momentos de ansiedad controlada a pesar de que quizás no ocurra nada inesperado durante la noche, pero el peligro siempre está ahí. Eso sí, cuando tenemos algún encontronazo no deseado esperamos que pase lo más rápido posible y con pocas consecuencias; quizás se abusa de estos encontronazos en ciertas partes, haciéndolo algo monótono y repetitivo que nos produce una sensación de cansancio y de “¿otra vez?” pero nada del otro mundo.
Conclusiones
Partiendo de la base de que estamos analizando el trabajo de tan solo dos personas, el juego es sublime en cuanto a su jugabilidad y ambientación. La historia es bastante buena y nos mantiene enganchados desde el primer momento, las pinceladas de información que vamos encontrando nos atrapan y queremos descubrir más y más, por lo que avanzar en la historia es un gustazo. Visualmente es bastante bueno, un apartado artístico que funciona sin maravillarnos pero de forma muy efectiva, el empleo de las luces y las sombras así como el paso del tiempo es algo que está bien cuidado, y la ambientación tanto sonora como espacial está muy cuidada. Los puzzles son variados y el sistema de pociones efectivo, así como la creación de objetos es algo entretenido. La complejidad de movimiento por el mapa está bien medida y si bien es cierto que quizás no necesitaba la inclusión de coleccionables a mí es algo que no me incomoda. A veces podemos notar el alargamiento de situaciones de manera exagerada (como las zonas de sigilo) pero el trabajo realizado es más que notable y debería ser una experiencia que disfrutemos debido a su larga duración.