SpaceX logró aterrizar su prototipo de cohete Starship en su base de Texas sin que explotase ayer miércoles, la primera vez que lo consigue tras cinco intentos. El vuelo de prueba representa una gran victoria para la compañía, que busca en un futuro transportar tripulación dentro del Starship para llevar a cabo misiones en Marte.
«¡La nave Starship aterriza de la forma prevista!» tuiteó triunfalmente el fundador de SpaceX, Elon Musk, después de que los últimos cuatro intentos terminaran en grandes explosiones. La ejecución no fue del todo perfecta, ya que hubo un pequeño incendio que envolvió la base del cohete de 50 metros de altura, denominado SN15, poco después del aterrizaje.
El presentador web de SpaceX, John Insprucker, explicó que esto «no es inusual con el combustible de metano que estamos usando«, y agregó que los ingenieros aún estaban trabajando en problemas de diseño. Las llamas fueron apagadas rápidamente con cañones de agua, según mostraron las imágenes.
La versión final de Starship tendrá una altura de 120 metros y podrá transportar 100 toneladas métricas a la órbita terrestre
Anteriormente, el cohete había despegado alrededor de las 5:25 pm hora local (22.25 GMT) desde Starbase en Boca Chica, en el sur de Texas, alcanzó una altitud de 10 kilómetros y realizó una serie de maniobras, incluido un descenso horizontal. SpaceX se enfrentaba a una presión adicional para tener éxito con el vuelo del miércoles después de que la NASA anunció el mes pasado que una versión de Starship se utilizará como módulo de aterrizaje lunar cuando la agencia espacial vuelva a llevar humanos a la Luna.
Pero el contrato de 2.900 millones de dólares está actualmente suspendido después de que dos empresas rivales, Blue Origin y Dynetics de Jeff Bezos, presentaran una protesta. Sin embargo, si el contraro finalmente se confirma, transformará Starship, el proyecto favorito de Musk, en una importante empresa financiada por los contribuyentes estadounidenses, con todo el escrutinio público que ello implica.
Live feed of Starship SN15 flight test → https://t.co/Hs5C53qBxb https://t.co/chZjdVAute
— SpaceX (@SpaceX) May 5, 2021
Las dos primeras pruebas de vuelo de Starship, SN8 y SN9, se estrellaron y explotaron cuando se lanzaron en diciembre y febrero, respectivamente. El siguiente, SN10, aterrizó con éxito y explotó unos minutos después, el 3 de marzo. La transmisión de video se cortó durante el vuelo de prueba del cuarto, SN11, y Musk luego confirmó que también había explotado, esta vez en pleno vuelo.
Eventualmente, SpaceX planea combinar la nave espacial Starship con un cohete Super Heavy, creando un sistema completamente reutilizable para explorar profundamente nuestro sistema solar. Esta versión final tendrá una altura de 120 metros y podrá transportar 100 toneladas métricas a la órbita terrestre, convirtiéndolo en el vehículo de lanzamiento más poderoso jamás desarrollado. Musk quiere usarlo para ayudar a realizar su objetivo de transformar a la humanidad en una especie multiplanetaria con una colonia en Marte.
Sin embargo, la versión lunar planeada de Starship tendría un objetivo más modesto: acoplarse a una futura estación orbital lunar, recoger astronautas y luego dejarlos en la Luna. Para llevar a los astronautas a la estación lunar en primer lugar, la NASA tiene un plan más tradicional en mente: usar su propio cohete SLS gigante con una cápsula de tripulación llamada Orion colocada en la parte superior. Pero el cohete SLS ha sufrido graves retrasos y sobrecostos, y los observadores creen que si Starship tiene éxito, algún día podría convertir a SLS en obsoleto.