En una pequeña historia de introducción, Miguel se encuentra con Peter deteniendo un atraco cuando sorprendentemente le comunica su decisión de que va a colgar las telarañas y a intentar formar una nueva vida junto a Tempest (es lógico ya que violó todas las reglas del tiempo para curarla de su enfermedad incurable) y dar apoyo a Peter pero como directivo de Industrias Parker. ¿Adiós al traje negro, la calavera roja y el mal humor? Y entonces ¿qué va a dibujar el bueno de Will Sliney (colaborador desde los anteriores tomos con David y también responsable del crossover de 2099 con Secret Wars).
Pues tranquilos que va a seguir demostrando un trazo ágil y divertido con una composición apaisada y un luminoso coloreado de D´armata para mostrarnos a un Miguel feliz por primera vez en mucho tiempo. ¿Qué mejor que lucirte delante de tu novia que ganando el mítico programa de American Ninja gracias a tus habilidades arácnidas? O ¿cómo no disfrutar de la vida si tienes a tu cargo personal tan diligente como Raúl y Jasmine, en Industrias Parker van tan sobrados que hasta los ayudantes tienen ayudantes. Atentos a estos nuevos secundarios con los que David va a seguir desarrollando grandes choques culturales como el momento “Mago de Oz”. Pero sin duda la misteriosa Roberta Mendez y su “patriótica” voz en la cabeza ya nos avisa de que este momento de calma para Miguel está a punto de acabar.
Por otra parte Alchemax, Gargan y compañía siguen por aquí y eso sólo significa problemas. Por ello una tranquila cena en un restaurante disfrutando de una nueva vida será el último momento de paz que conocerá Miguel.
La tragedia golpea en el presente y a O´hara no le queda más remedio que volver a enfundarse un traje. Nuevo diseño por parte del señor Anka, más blanco y robótico, porque lógicamente Industrias Parker tiene que llenar de gadgets a todas sus arañas. Esto es sin duda lo que menos me gusta del tomo. David sigue el camino de Solt y para mí, lo arácnido queda desvirtuado, ahora el “traje-armadura” de Miguel vuela dispara explosivos y mil cosas más.
Lo bueno es que David hace un gran ejercicio de guión desarrollando a un personaje que vuelve a caer en una oscuridad mayor aún de la que ya tenía. Miguel sigue sin ser Peter así que la justicia que piensa administrar es del todo letal. Pero aparte de Miguel en estas cinco primeras grapas que Panini nos ha recopilado en este nuevo 100% Marvel, el personaje que sin duda se desarrolla es el de Roberta, que tiene una vinculación muy estrecha con el tiempo del que viene Miguel y nos trae de vuelta a otro gran personaje de esa distopía. Mucho es lo que desconocemos aún de ella, pero debo decir que David es de los pocos guionistas que aún sabe como sorprenderme con sus giros de guión.
Tendremos una nueva lección de retrohistoria y alguien venido del pasado del mismísimo Doctor Muerte va a poner a prueba las actualizaciones del nuevo traje, con un gusto por el café más bien cargado y ácido. Pero debería haber aprendido de su pupilo y es que uno nunca debe cruzarse con los héroes de Nueva York y menos con Spiderman.
Otro acierto de esta serie es la constante presencia de Peter Parker como mecenas y mentor de Miguel, da coherencia a todo el entramado de Industrias Parker y una gran coexión a toda la franquicia arácnida.
Sliney hace un gran trabajo de diseño de robótica, se le ve cómodo entre acción de alto tonelaje y explosiones como en las conversaciones de despacho y en los momentos intimistas. Quizás para mí el coloreado de D´marta llegue a ser demasiado cargante, aunque ayuda a dar ese extraño look vampírico a Miguel con sus sempieternos ojos rojos.
Parece que la primera aventura de O´hara con el nuevo traje es sólo la punta del iceberg, una misteriosa organización conocida como “el Puño” pretende arrasar Estados Unidos pero no cuentan que Miguel tiene una deuda de sangre con ellos. Además el giro que le da David a Tempest y la aparición de su madre como nuevo secundario de la serie garantiza una buena dosis del drama humano que tan bien maneja el autor.
Sin duda el tandem David/Sliney sigue adelante y parece que los noventa están de vuelta, para todos aquellos que siempre quisimos saber cómo acabaría esa distopía sólo queda frotarnos las manos y esperar. ¿Quizás tengamos por aquí al presidente Muerte la próxima vez o a Ravage? Comprad el siguiente tomo y seguid disfrutando de un David que demuestra estar tan en forma como su creaciones.