En este tomo aparecen recogidas las aventuras “El rayo negro”, “Luna Fatal” y “Máquina que sueña”, de 1993, 1995 y 1998, respectivamente.
En “El rayo negro” veremos cómo Spirou y Fantasio, tras una larga ausencia, regresan a Champignac. El conde Pacome sigue dándole a sus experimentos, en esta ocasión haciéndole pruebas a un hongo que recientemente le han enviado desde África: una seta que posee un potente agente mutágeno, enviado desde Guinea por un colega investigador nórdico. El conde de Champignac aprovecha para construir un rayo que transforma al sujeto que lo recibe en su equivalente africano. Así ocurre con Alberto, la vieja rata de laboratorio devoradora –literal- de libros del conde. Pero no consigue llevar a cabo el experimento completo a causa de una caída de corriente. El conde decide irse al laboratorio de un amigo, pero… ¡Ay! Cada vez que el conde deja el castillo, parece que ocurre un desastre.
Mientras tanto, parece que Champignac está en periodo electoral, pero dos acontecimientos amenazan con acabar con la tranquilidad y placidez del pueblo: la fuga del conocido mafioso Vito Cortizone del furgón que lo transportaba, y la activación accidental del rayo “africanizador” del conde a cuenta de la intervención del borrachín del pueblo mientras estaban arreglando la caída de tensión.
Estaréis pensando: “vale, entiendo lo primero, pero… ¿y lo segundo?”. Pues porque el rayo se activa de repente, y convierte en negros tanto a la rata Alberto, como a Spirou y, posteriormente, a Fantasio y a medio pueblo. ¿Por qué? Por un malentendido en la gendarmería dada la conversión racial de Spirou que Don Vito aprovecha para intentar transformarse y escapar. Pero este álbum, pese a que parece resultar gracioso, tiene una nota oscura: parece que, al transformarse en negros, los habitantes del pueblo no son tratados de la misma manera, lo que supone un tratamiento bastante directo de lo que es la discriminación racial. Al cambiar, se separan amistades, se rompen matrimonios y se puede dividir un pueblo. Todo cambia, y no a mejor. Da que pensar.
¿Cómo se resolverá este tema? Os animo a descubrirlo.
Pasemos ahora a “Luna Fatal”, el tercer álbum en el que aparece Don Vito Cortizone. El Don ha regresado a Nueva York, y se encuentra con que todos sus sicarios se han enamorado de la misma mujer a través de algún tipo de filtro amoroso, una tal “Suspiro de Jade” que, además, parece relacionada con las triadas chinas, competencia directa de la Cosa Nostra dirigida por cortizone. Don Vito precisa a algún tipo de sicario que sea inmune a los encantos femeninos, y no se le ocurre otro que Spirou. Para “convencerlo”, utilizará a un grupo de bellezas que consigan “seducirlo” y llevarlo a Nueva York. Allí descubrirá, junto a Fantasio, que Luna, una de esas bellezas, es la hija de Cortizone. Spirou habrá de descubrir quién es Suspiro de Jade, y cuál es ese extraño filtro amoroso que hace perder la cabeza a los sicarios de Don Vito. ¿Qué hacen para convencerlo? Usar un collar explosivo en el cuello de Fantasio. Durante el devenir de esa misión, Luna se revela como una eficaz y expeditiva agente, hasta el punto en el que logra no dejar indiferente a Spirou. Veremos como el bueno de Don Vito no pierde su condición de gafe, y observaremos cómo en este álbum empieza a haber una notable contaminación de parte de Soda, el otro personaje que Tome guioniza desde 1986. Por cierto, me encanta Luna como personaje (se come a Spirou, de hecho), y me encanta el final de la historieta, que termina como empieza.
Y cerramos con “La máquina que sueña”: el álbum más rompedor de esta etapa, hasta el punto de que se cambia el tipo de dibujo típico del personaje por otro mucho más realista. El álbum no gustó en el mercado francés, y esta será la primera vez que lo vemos en el mercado español, ya que no llegó a ser traducido. Además, se deja de lado el elemento humorístico en favor de un thriller realista extremo. Spirou pasará unos días solo, ya que Fantasio se va de vacaciones. Pero, nada más quedarse solo, Seccotine (Sofía) pide ayuda para la realización de un reportaje. Para ello, Spirou habrá de infiltrarse en un laboratorio farmacéutico en el que se experimenta con seres humanos. Pero ocurre algo muy raro: Spirou aparece tirado en medio de la calle, con la memoria medio perdida, y se ve perseguido por media ciudad sin contar con ninguna ayuda. Es de destacar la impresión de la historieta sobre márgenes negros, que refuerzan la sensación de ahogo y enrevesamiento dela historia, así como refuerza el tono oscuro de ésta.
Sabremos que todo ha vuelto a la normalidad cuando los márgenes regresen a su tono blanco original, que… ¿Cuándo será? ¡Descubridlo vosotros mismos!
¿Acaba esto aquí? No, en absoluto. Estos integrales vienen con una bonita cantidad de extras. Y el primero de ellos son las ocho páginas publicadas en la revista Spirou el 9 de noviembre de 2011. Janry no ha renunciado al nuevo estilo más realista en “Zorglub en Cuba” (lástima que el álbum permanezca inacabado): Zorglub ha escapado al control psiquiátrico mediante un dispositivo electrónico que manipula la lente de sus víctimas hasta el punto de poder acabar con ellas desde un entorno virtual, y escapa a Cuba. Spirou y Fantasio le han seguido hasta allí, y observan desde la mesa de un café en el malecón. ¡Descubrid cómo continúa!
Y no nos dejemos las 49 primeras páginas. Lo más sustancioso de esta colección de integrales en cuanto al conocimiento del contexto histórico y las circunstancias en las que se crearon los cómics, además de bocetos preliminares, estudios de portada, diseños de personajes, viñetas eliminadas, cambios argumentales, publicidad y participaciones publicitarias… y todo lo que tenéis que saber sobre este “giro a la realidad” de Spirou en estos tres últimos álbumes, ya que Spirou había llegado a esas alturas a no poder conformarse con “una aventura más”, sino que habría de convertirse en alguien contemporáneo que supusiera un reflejo de los gustos y circunstancias de la época. Probablemente ese nuevo Spirou fuese el artífice de que sus álbumes mantuviesen el nivel de exigencia en cuanto a ventas y aceptación del público. A ello contribuyó, sin duda, la llegada de Thierry Tinlot, que acabó con la tendencia a lo “políticamente correcto” en las obras de la revista.
Aprenderemos también sobre la progresiva implantación de la figura femenenina en estas publicaciones en contraposición a la figura de Spirou como solterón empedernido. Ya aparecieron mujeres fuertes antes que Luna, y las hemos visto ya: Cianuro, Ororea… y la recuperada Seccotine, pero nunca con una presencia tan activa e, incluso, insinuante.
¡Y muchas cosas más!
“Spirou y Fantasio integral. 1992-1999”, de Dibbuks, es un volumen de 216 páginas en cartoné imprescindibles para aquellos que vivimos ese renacimiento del cómic europeo en los años 90 del siglo pasado, el último tomo de esa etapa dorada del personaje que durante una larguísima etapa sólo superada por la de Franquin en los inicios del personaje.
Historia del cómic para todo amante de la escuela de Marcinelle.
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