Junto al anuncio en el E3 de hace dos años de Star Fox Zero, Shigeru Miyamoto mostró dos prototipos de unos proyectos en los que estaba trabajando para sacar el máximo partido a las posibilidades del Wii U Gamepad. Una de las demos técnicas se conoció bajo el nombre de Project Guard, y en él controlábamos a un grupo de torres de seguridad que debían proteger el interior de un complejo de múltiples atacantes externos.
Finalmente, esa demo técnica ha terminado convirtiéndose en Star Fox Guard, un spin off de Star Fox Zero que se incluye de regalo con la edición coleccionista de la última aventura de Fox y que también puede adquirirse individualmente en formato digital desde la e-shop de la consola.
Aunque el juego tiene la marca Star Fox en el nombre, este título solo utiliza la ambientación y a un par de personajes de la saga de Fox. De hecho, la base que debemos proteger durante toda la campaña será la de Grippy Toad, el tío de Slippy y, además la fábrica se encuentra a las afueras de Corneria, uno de los emplazamientos afectados por el conflicto contra Andross. Sin embargo, las similitudes con cualquier entrega de Star Fox terminan ahí. Este título bebe directamente de otros títulos del genero tower defense, por lo que nuestro objetivo será utilizar las torres –cámaras en este caso– para defender nuestra fabrica de los robots enemigos que intentan entrar en ella para destruir nuestro núcleo y detener por completo la producción de la instalación.
Como en todo juego de este género, nuestro objetivo será colocar las cámaras en distintas zonas de los mapas para cubrir la mayor cantidad de terreno posible y evitar que nuestros enemigos se cuelen y lleguen al núcleo y, para ello, tendremos que estudiar muy bien cada nivel y colocar las cámaras en puntos estratégicos que nos den la máxima visibilidad posible.
El juego cuenta con dos grandes grupos de enemigos: los ofensivos y los agitadores. Los robots que se encuentran dentro del primer grupo centrarán todos sus esfuerzos en llegar al núcleo cueste lo que cueste y nuestra atención debe centrarse en ellos siempre que sea posible. Por su parte, los agitadores buscan complicarnos las cosas y distraernos para dejar que los robots ofensivos lleguen al núcleo y, para ello, centrarán su actividad en estropear nuestras cámaras para que no seamos capaces de acabar con el verdadero enemigo. Según vayamos completando fases, veremos más de una quincena de robots distintos que irán desde pequeños robots que se limitarán a andar perdidos por el escenario, hasta grandes hormigas robóticas o bolas blindadas a las que tendremos que disparar varias veces antes de acabar con ellas. Lo cierto es que para tratarse de un juego adicional a Star Fox Zero, la variedad de enemigos es digna de elogio.
Como viene siendo habitual, según completemos misiones iremos desbloqueando nuevas cámaras que podremos usar para ir mejorando nuestro arsenal. Así, conseguiremos cámaras que congelarán a nuestros rivales, otras que nos permitirán atacar a varios rivales a la vez y otras muchas que iremos desbloqueando según subamos de nivel. Pero, ¿cómo subimos de nivel? Cada vez que terminemos una de las múltiples fases con las que cuenta el juego, una rana robótica recogerá las piezas que han dejado los restos de los robots enemigos y nosotros las usaremos como moneda y puntos de mejora para ir creciendo con cada fase superada, ya sea una fase completamente nueva o una que hayamos rejugado varias veces para desbloquear esa cámara que tanta falta nos hace.
Hasta ahora, Star Fox Guard no se diferencia en nada respecto a cualquier otro título del género. Sin embargo, Miyamoto se ha encargado de aportar su propio punto de vista gracias a las capacidades del Wii U Gamepad.
Para empezar, en la pantalla del mando veremos un mapa en vista cenital del escenario en el que estamos jugando en cada momento y podremos usar la pantalla táctil para mover de un lugar a otro cada una de las 12 cámaras disponibles en cualquier momento. De esta forma, en función de los ataques rivales, podremos replantear nuestra estrategia y situar las cámaras en otros puntos para acabar con ellos antes de que lleguen al núcleo.
Pero lo mejor de todo es que, a diferencia de cualquier otro Tower Defense, aquí las cámaras no atacan automáticamente cuando ven a un enemigo. En la pantalla de la televisión tendremos acceso a la vista de las 12 cámaras de forma simultánea y tendremos que ir pasando de una a otra para controlarlas y acabar con los enemigos de forma manual. Por tanto, será imprescindible que mientras disparamos desde una cámara, estemos atentos a lo que ven las otras 11 para pasar a cualquiera de ellas con rapidez y acabar con los robots enemigos.
Aunque pueda parecer caótico, lo cierto es que no tardaremos más de un par de minutos en acostumbrarnos a este estilo de juego y es mucho más divertido de lo que puede parecer en un principio. De hecho, en algunos tramos es más divertido que el propio Star Fox Zero.
A nivel técnico nos encontramos con un juego que, al igual que Zero, se limita a cumplir por los pelos, mostrando texturas planas y faltas de detalle o robots que desaparecen por completo sin dejar rastro nada más ser derribados. Al igual que Zero, donde sí consigue destacar Guard es en los efectos de luz, que está vez aprovechan los distintos ataques enemigos para crear efectos realmente impactantes.
El motivo por el que el juego no luce a un nivel mayor se debe a que reutiliza el motor de Star Fox Zero y, además, al igual que en el título principal, el juego renderiza dos imágenes totalmente distintas en la televisión y la pantalla del Gamepad, lo que obliga a la consola a emplear todo su potencial para mantener los 60 fps en ambas pantallas.
A nivel sonoro, el juego cuenta con melodías propias creadas para la ocasión, aunque recupera efectos de sonido de Star Fox, lo que facilita la integración dentro del universo de la saga. Además, al igual que Zero, el juego ha llegado completamente doblado al castellano, aunque lo cierto es que el número de diálogos es bastante escaso, por lo que la mayor parte del tiempo no escucharemos el doblaje.
Conclusión
Aunque para muchos pueda parecer un extra de segunda, lo cierto es que Star Fox Guard es un título muy divertido que gustará a los amantes de los Tower Defense. Su precio ajustado de 15€ – 10€, si tenemos Star Fox Zero compensa una duración que puede irse a las siete o nueve horas de juego, pero cada una de esas horas será tremendamente divertida.
A diferencia de Star Fox Zero, Guard aprovecha de forma magistral las capacidades del Gamepad en todo momento y lo convierten en un título descargable a tener en cuenta.