La tripulación de la Enterprise continúa en el tercer año de su larga misión de cinco años para explorar el espacio profundo. La duración de la misión está pasando factura a toda la tripulación y comienzan a perder un poco los motivos reales de su viaje. El capitán Kirk (Chris Pine) se encuentra hastiado y perdido. La cercanía de su cumpleaños y que vaya a ser más mayor de lo que fue su padre le llevarán a replantearse su futuro. Spock (Zachary Quinto) se encuentra en una encrucijada ante su relación con la teniente Uhura (Zoe Saldaña) y el futuro de su propia raza. Todo esto se verá apartado a un lado cuando la nave decida asistir a una llamada de ayuda de una nave desconocida.
Así arranca Star Trek: Más Allá, la tercera película desde el nuevo reinicio de la franquicia, ó la número trece en la cronología cinematográfica de la saga. La primera película sin J.J. Abrams en la dirección. Aunque sigue figurando como productor del film. Abrams cede los mandos al solvente Justin Lin (A Todo Gas) para desarrollar esta historia escrita por Simon Pegg y Doug Jung.
Estamos ante un cambio de tono, en lo que respecta a las 
dos películas previas. Si el film de 2009 arrancaba con mucha potencia este reinicio de la franquicia, jugando con un cruce temporal y sus consecuencias, de una forma trepidante. La segunda película, se perdía ante la sombra de la Ira de Khan, recuerden toda aquella campaña de negación por parte de Abrams y compañía sobre que Cumberbatch no era el mítico malvado. En esta ocasión, el tono cambia. ¿Que nos vamos a encontrar en esta entrega?
Pegg y Jung potencian en su historia más humor y acción lo que hace que la película sea mucho más entretenida y llevadera. Estamos ante un film que bebe directamente de la serie original, tanto en su naturaleza episódica, como en sus detalles alrededor de todos los personajes. Esta vez se amplía un poco la mira, ya no nos vamos a centrar únicamente en el triángulo Kirk-Spock-Uhura. MCoy y Scotty y en menor medida el malogrado Chekov (Anton Yelchin) tendrán algo más de protagonismo. Estamos ante lo que muchos ya han catalogado como un episodio largo.
Justin Lin cumple con creces el encargo de retomar la saga, dándole parte de su dinamismo en las escenas de acción tanto en las secuencias de batalla espacial como en las del rescate y el ataque final. Si bien, tiene algunos planos muy oscuros y juega excesivamente con los giros de cámara, llegando a llevarnos a algunos momentos donde no sabemos que es arriba y que es abajo.
En cuanto al trabajo de los actores es estupenda la química 
entre Bones (Karl Urban) y Spock dándonos muy buenos momentos. Chris Pine, está correcto, teniendo en cuenta que en esta ocasión su personaje pierde protagonismo en favor de los otros. Sofía Boutella, la Gazelle de Kingsman, aprovecha su oportunidad de meter la cabeza en una gran producción en su incipiente carrera.
La elección de Idris Elba, siguiendo la estela de Eric Bana y Benedict Cumberbatch hacían presagiar un malo muy potente. Algo que tristemente no acaba de suceder, Elba es un estupendo actor, que queda algo desdibujado y no sólo entre tanta prótesis, pero su personaje aparte de pretender acabar el sólo con toda la Federación no entrará en el olimpo de los villanos de la saga.
Hay que hacer mención aparte al homenaje que se hace a la tripulación original de la Enterprise así como a Leonard Nimoy a quién va dedicado el film junto con el malogrado Anton Yelchin recientemente fallecido.
En definitiva una buena continuación de la saga reiniciada
en 2009, que si bien como decíamos más arriba aprovecha positivamente la naturaleza de la serie original en su favor, también pierde algo de cara a su continuidad, pudiendo llegar a parecerle a algunos prescindible. Tal vez habría estado bien dejar algún cabo suelto que poder retomar en futuras entregas.
De lo que no hay duda es que aún tendremos a la Enterprise para rato. Ya se ha anunciado una cuarta entrega, y el próximo año llegará a las televisiones de todo el mundo una nueva serie de Star Trek. Podemos decir, que para cumplir cincuenta años la salud de la saga de Gene Roddenberry es más que buena.
