Y después de muchos años, los amantes del mundo abierto por excelencia, tenemos por fin en nuestras manos Starfield, el megaproyecto de Bethesda, uno de los juegos más esperados (si no el que más) de los últimos años y el título en el cual, Xbox ha depositado toda su confianza para rivalizar de una vez por todas con el extenso catálogo de Sony.
En septiembre de 2020 Microsoft daba un golpe sobre la mesa al adquirir Bethesda, padres de sagas como Elder Scroll, Fallout, Wolfenstein o The Evil Within entre otras. Es cierto que en los últimos años no hemos tenido títulos de renombre en Bethesda, y también es cierto que han «subsistido» gracias a las numerosas entregas de diferentes ediciones de Skyrim, su juego franquicia. En este contexto, y bajo la enorme sombra del teaser de Elder Scrolls VI, nos ha llegado Starfield, un juego que tiene de todo y a la vez le falta de todo. Una propuesta más que apetecible que casi seguro veremos como finalista en los premios GOTY, pero que quizás le falte algo para llevarse el galardón.
Un viaje a través de las estrellas
Estamos en el año 2330 y el ser humano por fin es capaz de explorar el espacio de primera mano gracias a los viajes gravitacionales. Este hecho ha permitido la colonización de otras galaxias, llevando a los humanos a dejar atrás un planeta Tierra ya acabado, desierto e inhabitable.
En este contexto, nos pondremos en la piel de un minero (creado a nuestro antojo y con las aptitudes que más nos guste) que, durante una misión de excavación, se topa con un artefacto que cambiará su vida. Después de que el juego nos invite a tocarlo, nuestro protagonista tendrá alucinaciones (ininteligibles por el momento) que marcarán el inicio de la campaña principal.
Tras despertar del trance que nos provoca el interactuar con el artefacto, seremos reclutados por una de las diversas facciones con las que cuenta Starfield: Constelación. ¿Su cometido? Descubrir todos los secretos del cosmos y conocer el origen del universo. En este punto tendremos nuestra primera escapada al espacio, poniéndonos en los mandos de una nave que nos han prestado (pero que terminará siendo nuestra).
¡Benditas misiones secundarias!
Una vez más, Bethesda nos brinda una batería de misiones secundarias que sencillamente son ¡FABULOSAS! Si bien es cierto que la historia principal, como es habitual, deja bastante que desear, en las misiones secundarias tendremos verdaderas obras de arte. La mayoría cuentan con entramados super elaborados y quest de primerísimo nivel. No queremos haceros spoilers para que las disfrutéis vosotros mismos, así que os recomendamos que os perdáis por el entramado de escenarios que brinda Starfield y que las descubráis por vuestra propia cuenta.
Podremos unirnos a diferentes facciones, al más puro estilo Fallout, Oblivion, Skyrim, etc… Además de Constelación (la cual la integraremos por historia sí o sí) tendremos la posibilidad de unirnos a las siguientes:
- Vanguardia UC – Se trata de las fuerzas de seguridad que protegen todas las ciudades y habitantes de las colonias. Para unirnos a ellos tendremos que hablar con Jhon Tuala, dentro del distrito TAMC.
- Flota Carmesí – Una banda de piratas, la más temible de todas. Saqueos y contrabando… Para unirnos a ellos, tendremos que fallar en la primera quest que nos pida pasar contrabando. Uno de los piratas poco después nos reclutará.
- Colectivo Freestar – Son un grupo que lucha por la justicia y el equilibrio del universo. Podremos unirnos a ellos cuando hayamos aterrizado en Akila, poco después de acabar la misión del banco.
- Industrias Ryujin – En Nueva Atlántida o en Neón, podremos rellenar un cuestionario en unos puestecitos rojos que habrá por la ciudad para entrar a trabajar en Industrias Ryujin.
También hay otras como Casa de Var´ruun, los Iluminados y Sanctum Universum a las que solo podremos unirnos al crear a nuestro personaje. Tendremos que escoger ser miembro de ellas durante la selección de rasgos.
A nosotros la misión que más nos ha gustado, es una que bebe directamente de la película Alien: el octavo pasajero ¡No os decimos más!
Bethesda… ¡esas físicas!
Una vez más este es el punto negativo en un juego de Bethesda. Pese a que los años pasan y las nuevas generaciones de consolas se van haciendo hueco en todas las casas del mundo, Bethesda sigue en sus creces.
Los NPCs con los que interactuamos siguen con los mismos fallos en la programación de sus acciones. Personajes ortopédicos que salen volando mientras hablan con nosotros, otros que atraviesan paredes para acercarse a decirnos algo, algunos a los que se les desencajan las caras cuando los miramos de lado… En fin, son fallos que aceptábamos en su día en Fallout 3 o en Oblivion dada las limitaciones de la época pero, ¿hoy día? No Bethesda, no…
En las principales ciudades también hemos visto a infinidad de NPCs que literlmante no están haciendo nada, están ahí quietos, mirando al infinito o andando sin destino. Muy lejos en este sentido de títulos como The Witcher 3 o Red Dead Redemption 2 donde las ciudades se sentían orgánicas y vivas.
Starfield, una obra de arte visual
En este apartado Starfield aprueba y con muy buena nota. Gráficamente estamos ante el mejor juego de Bethesda (cosa que tampoco era muy difícil). Una maravilla visual que no ha engañado a los jugadores que se quedaron boquiabiertos con las primeras imágenes del juego. El conjunto de luces y sombras cuando nos acercamos a un planeta desde nuestra nave, además de las texturas, son híper realistas. Al igual que cuando aterrizamos, que cada uno tendrá su propio hábitat y sus paisajes coloridos. En este aspecto se ve que los chicos de Bethesda no han escatimado en lujos de detalles y que han sido minuciosos y precisos en cada uno de ellos durante el desarrollo.
¿Problema?, que no sabemos exactamente el por qué el juego para Xbox corre a 30 fps. Según Todd Howard se trata de «una decisión creativa«. En PC como es lógico no tendremos este problema, ni tampoco ningún problema creativo por jugar a 60 fps o más…
También hay algunos puntos negativos en cuanto a la configuración de los gráficos que sería conveniente mencionar:
- El juego solo cuenta con FSR 2 (estando ya implementado el FSR 3 en algunos juegos), tecnología de AMD, dejando de lado el DLSS de Nvidia (podremos añadirle gracias a la comunidad de modders).
- El juego no nos dará la posibilidad de ajustar los fps, es decir, no cuenta con sincronización vertical.
- No tiene la opción de trazado de rayos (ray traicing). Esto habría puesto el nivel gráfico de Starfield al alcance de muy pocos juegos.
- Solo podremos instalar el juego en un disco duro SSD, por muy baja que sea la configuración gráfica que escojamos.
Una vez más Bethesda tira de lo que la hizo grande
En las primeras review que se publicaron sobre Starfield, una de las frases que más se han leído es que «Starfield es un Fallout del espacio«. No es del todo cierto, porque el juego añade muchísimas características que jamás hemos visto en Fallout, pero a la vez lo entendemos porque recoge muchas mecánicas ya vistas en la América post nuclear.
Empezamos por el movimiento, que si es verdad que nuestro personaje ya no se mueve de aquella manera tosca en que lo hacíamos mientras recorríamos el Mojave o Maryland, se nota que el patrón de movimientos es exactamente el mismo pero perfeccionado. Podremos escoger también entre jugar en primera o tercera persona, alternando la vista en tercera en distintas distancias.
Starfield es un juego de rol en toda regla, por lo que al empezar nuestra aventura y crear a nuestro personaje, tendremos que escoger 3 habilidades básicas (iremos aprendiendo más conforme subamos de nivel) y una serie de características que marcarán nuestros stats iniciales.
El sistema de combate se basa en escoger (aunque podemos utilizar el armamento que queramos) un estilo de arma (cuerpo a cuerpo o a distancia) que vaya acorde a las habilidades que escojamos, es decir; si hemos subido puntos para el manejo de armas explosivas, nuestro personaje hará más daño con estas que con un subfusil láser o con una catana. En definitiva, lo idóneo será buscar las armas que más se habitúen al estilo que hemos ido perfeccionando.
También podremos «tomar prestados» casi todos los objetos que veamos por los distintos escenarios para comercializar con ellos o para decorar nuestra casa si nos invade el síndrome de Diógenes.
Starfield podría haber sido perfecto pero…
… no es No Man Sky. Muchos jugadores (entre los que me incluyo) en cierta medida se han sentido engañados porque tras el último vistazo que tuvimos de Starfield, parecía mucho más de lo que al final ha sido. Qué sí, que sabemos que es un auténtico juegazo, pero todos nos quedamos con la espinita de poder aterrizar en los planetas de forma directa. Al final una cinemática (muy bien cuidada y de primerísima calidad, eso sí) es la que nos introduce en cada planeta, una pena.
Asentamientos por toda la galaxia
Este es uno de los puntos que más nos ha molado. En Fallout 4 y Fallout 76 ya tuvimos creadores de asentamientos muy elaborados, con creaciones de jugadores alucinantes. Los desarrolladores han tomado nota de que esta mecánica gusta, y mucho, entre los jugadores, así que en Starfied han llevado esto al máximo exponente.
Podremos crear diferentes asentamientos en los distintos planetas, con bases militares, aparcamientos para nuestras naves, terrenos para cultivar o criar especímenes… Si nuestro asentamiento crece, llegarán incluso aliados de todos los puntos del universo para asentarse y ayudarnos a que nuestras bases prosperen.
Llegados a un punto, podremos tener extractores de recursos en cada planeta, conectados directamente a nuestra nave principal, otorgándonos de forma pasiva los recursos de dichos planetas sin necesidad directa de farmearlos. ¡Una maravilla!
Una banda sonora de primer nivel
La música ambiente que nos acompaña durante nuestro viaje está muy bien medida, con altibajos puntuales en algunos momentos, como en Neón, donde a veces desentona un poco con lo que se requiere en el momento. Aun así calza a la perfección con la experiencia de juego y matiza de lujo con la temática de Starfield.
El doblaje del juego, aunque sabemos que es bastante extenso dada la cantidad tan abrumadora de misiones y de conversaciones que tendremos, peca un poco de ortopédico. Aquí Bethesda tampoco se ha complicado, modulando los gestos de los NPCs igual que en todos sus juegos anteriores. Producto de esto tendremos voces que desentonan con el momento el que un personajes gesticula para hablar o conversaciones que pese a que concluyen, no nos permitirá cerrar la ventana de del diálogo.
¿Os recomendamos Starfield?
Por supuesto que desde Fantasymundo os recomendamos Starfield. Es uno de esos juegos que podemos rejugar mil y una vez y del que jamás nos cansaremos. Como todos los juegos, tiene sus pros y sus contras, pero sus pros son lo suficientemente válidos para comerse a sus contras.
Hay que ser conscientes de que estamos ante un juego muy difícil de desarrollar, ya que recoge mecánicas de muchos estilos de juego y los calza todos a la perfección, ¡así que enfundaos vuestro traje espacial, arrancad los motores y a disfrutar de esta aventura sin parangón!