Stronghold 2 de Firaxis es un juego con una premisa sencilla: como señores de un castillo deberemos gestionarlo y hacerlo bien si queremos tener éxito. Además, según el tipo de juego en el que nos encontremos tendremos que defender nuestro castillo y destruir los de otros señores. Es una base simple, pero que se complica en la ejecución, pues pronto nos veremos inmersos en las complejidades de decidir qué edificios deseamos construir, así como en qué momento y dónde hacerlos.

Pero antes de explicaros más sobre el juego es importante indicar que este no es el original, sino una reedición del clásico para Steam para equipos modernos. Y aunque es cierto que funciona bien en dichos ordenadores, también es correcto decir que llamarlo reedición es pasarse. Como en muchos otros «remakes» en HD, Stronghold 2 Steam Edition cae en aplicar un lavado de cara sin tocar nada más del juego. Si bien es verdad que muchos fans del clásico estarán agradecidos con ello, a mí me parece una oportunidad perdida para hacer el juego y su contenido más accesibles a nuevos jugadores. Algo crítico para cualquier saga longeva.

Comencemos por el principio. Stronghold 2 nos dota de muchos tipos de juego diferentes.
Primero dos campañas, de las cuales una de ellas se enfoca a la guerra. Tendremos que crear castillos que defender en ciertos escenarios, así como cumplir diferentes objetivos de carácter bélico. También nos encontraremos con misiones donde no tendremos base y deberemos asediar un castillo con un número limitado de tropas, y en estas misiones deberemos pensar muy bien en cómo utilizar correctamente nuestros diferentes tipos de unidades si queremos cumplir el objetivo. La segunda campaña es un estilo más pacífico donde deberemos dedicarnos sobre todo a crear una buena economía en nuestro castillo enfocándonos a un objetivo concreto, como por ejemplo reconstruir un antiguo monasterio o conseguir espadas para armar a un ejército.

Además, también tenemos otros modos de juego como Forja de Reyes, donde nos deberemos enfrentar a enemigos para obtener la corona; o Camino de Conquista, donde iremos realizando diferentes misiones de conquista en la Europa medieval. El juego cuenta además con un editor de escenarios donde podremos crear nuestros entornos personalizados y jugarlos en partidas multijugador.

Pasando al juego en sí cabe destacar cómo este se nota algo «desfasado» en ciertas cuestiones. La interfaz es bastante clásica, pero le falta expresar mejor la información. Mis primeros momentos con el juego fueron algo caóticos. Entre una interfaz que necesita un buen repaso para llegar a estándares modernos y un tutorial donde se da mucha información que luego se va olvidando para un jugador de juegos de estrategia algo novato, el juego puede ser algo difícil, sobretodo en un principio. Durante la campaña se da algo de información tutorial, pero esta es muy básica y en más de una misión he tenido que reiniciar para volver a intentarlo otra vez, a cada ocasión con algo más de idea sobre dónde colocar los edificios para acelerar la producción y cómo utilizar mejor las tropas para ganar una batalla ajustada.

Con respecto al combate he de decir que algo que me ha parecido brillante es cómo resulta imposible ganar simplemente lanzando muchas tropas a un enemigo. Tendremos que utilizar las formaciones, dividir nuestras tropas de la mejor manera y en general pensar estratégicamente para alcanzar la victoria. No podemos simplemente lanzar un puñado de granjeros a un castillo y esperar a tomarlo, tendremos que ser juiciosos y tener un plan. Y esperar que el enemigo no pueda fastidiarlo.

Y aquí se da uno de los grandes problemas del juego: la IA enemiga. Decir que es simple sería quedarse corto. Muchas veces la mejor manera de ganar un asedio no es realizar un buen plan y luego ir ajustando, sino guardar y ver cómo la IA reacciona ante uno y si no funciona, cargar y probar con otro. Es completamente determinista y no reacciona ante nuestros diferentes planes, simplemente realiza siempre las mismas tareas. El problema que tiene esto es que en muchos casos es muy fácil «engañarla» hasta el punto de que en muchas de las batallas no sientes que hayas ganado realmente por ser el mejor estratega, sino porque has engañado a un ser estúpido, como si jugases contra un niño pequeño que, si no fuera porque le has dado serias ventajas, no sería un problema.

Probablemente lo mejor del juego en sí es la construcción de castillos y el tratar de mantener una economía y crecimiento estable. Para expandirnos, así como armarnos mejor, deberemos obtener diferentes recursos, ya sean comida, bienes de producción como madera o piedra y utilizarlos para producir bienes complejos. También tendremos que alimentar a nuestra población y mantenerlos felices mediante diferentes medidas, como darles comida más variada y en buenas cantidades, así como la construcción y mantenimiento de diferentes edificios especiales como la iglesia o la taberna. Además, tenemos el oro y el honor: el primero lo podremos conseguir mediante impuestos a nuestros campesinos, así como vendiendo diferentes materias primas, y el honor lo podremos obtener tratando bien a nuestros campesinos, así como realizando banquetes y otras medidas. Necesitaremos gestionar bien estos recursos si queremos prosperar.
Por tanto, la construcción de edificios y estructuras defensivas es primordial en este juego.

Pronto aprenderemos dónde colocar nuestros edificios para aumentar la productividad de nuestros trabajadores y mejorar el estado de nuestra economía, así como construir diferentes edificios de servicios necesarios para el buen funcionamiento de nuestra ciudad. Y una vez se aprende a hacer de forma efectiva esto resulta muy satisfactorio a la vez que una necesidad en caso de que queramos pasar al multijugador, que está lleno de gente que ha jugado lo suficiente para hacer castillos realmente efectivos. Al final, cuanto mejores seamos manteniendo una economía efectiva y construyendo diferentes estructuras defensivas y artefactos, mejor nos resultará manejarnos en este modo de juego.

Querido lector, si te has fijado en que me estoy centrando mucho en la jugabalidad de este título y estoy evadiendo la narrativa de las campañas ahora viene el por qué de esto: en general la narrativa es insípida y poco inspirada. Ninguno de los personajes es realmente memorable y todo sirve realmente como una excusa para ponerte en diferentes posiciones para las diversas misiones de ambas campañas. En general la trama es lo peor que puede ser, no es buena pero tampoco es horrenda y, por tanto, es aburrida y fácilmente olvidable.

No ayuda a esto el apartado de sonido. Aunque la música en general cumple con su cometido, esta es tan olvidable como la trama del juego. En muchas ocasiones me he encontrado quitándome los cascos para escuchar mi propia música o podcasts mientras jugaba a este título. Los efectos de sonido no son geniales, pero hacen su trabajo, con una mención honorable a los gritos de aquellos lanzados por los aires por las enormes rocas de las catapultas, que me han hecho reír como nada en este juego. Tampoco ayuda a la trama que el doblaje en castellano sea lo más terrible que he escuchado en años. Eso sí, no hay nada mejor que darle a un enemigo un falso y algo racista acento francés.
Con respecto a los gráficos, estos son buenos para la época, coloridos con un mundo generalmente vibrante y que se mantienen bastante bien pese a que se notan los años. Aunque como un aspecto negativo algunos de los edificios se parecen demasiado entre sí, siendo esto algo un tanto molesto para tener claro qué hemos construido exactamente en nuestras tierras.

Como conclusiones finales: Stronghold 2 Steam Edition es una buena apuesta para aquellos fans de la saga que quieran volver a jugar a este segundo título en equipos modernos, además con una buena comunidad online con bastantes partidas en el momento de la escritura de este análisis. Aunque no es una joya, si quieres un RTS que premie el tener cuidado en la construcción de edificios de forma inteligente, así como disfrutar de asedios a castillos bastante logrados para la época, este puede ser tu título. Eso sí, si quieres una experiencia narrativa mejor búscala en otra parte.

Javier Bellver
Desarrollador web por el día y softofilo en la noche. Se me puede encontrar la mayor parte del tiempo mirando a la pantalla y a veces bailando en cota de malla en algún promontorio bajo la luna llena.

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