Super Crazy Rhythm Castle es un juego que se toma muy en serio el ritmo para su planteamiento. Eligiendo entre alguno de los cuatro personajes disponibles (meramente estético, porque no difieren en su jugabilidad), nuestra finalidad es convertirnos en el rey del castillo.
Superando pruebas para ser los dueños
El fin de nuestra aventura es conseguir desbancar al rey actual, Ferdinand I, de su actual trono. Para conseguirlo, tendremos que hacer frente a diferentes pruebas que tanto él como sus esbirros se encargarán de complicar. En resumidas cuentas, podemos decir que los niveles nos presentan una canción específica la cual tendremos que superar con la mayor puntuación posible, gracias a nuestros aciertos.
El ritmo es un papel muy importante en Super Crazy Rhythm Castle, ya que cada una de estas canciones tendrá que superarse según su compás. En la dificultad normal tendremos que jugar con tres símbolos que se dividen en carriles o caminos a acertar. Si este desafío se nos quedase algo corto, podremos aumentar la dificultad ampliando a cuatro símbolos, complicando un poco bastante las cosas (sobre todo para desbloquear la mayor puntuación).
Símbolos, caminos, ritmo… ya me suena
Los más afines a los juegos musicales podrán ver similitudes básicas con el planteamiento del juego. Por mencionar algunos títulos: Guitar Freaks, Guitaroo Man, PaRappa the Rapper, Pop’n Music, Rhythm Paradise, Songbird Symphony o Taiko no Tatsujin pueden ser los más rebuscados. Para el público en general, su parecido con Guitar Hero o Rock Band es más que evidente, al menos en lo jugablemente visual (símbolos que se acercan a una zona rítmica gracias a un carril descendente).
Cada una de las melodías es original y además muy diferente entre sí, y la verdad es que Super Crazy Rhythm Castle engancha bastante. No todo es aporrear botones al ritmo, ya que cada una de las pantallas nos ofrece algún que otro objetivo extra. Para calcular nuestra precisión seremos recompensados con estrellas, pudiendo llegar a sacar un máximo de tres por nivel. Aun así no todo es pulsar botones, ya que durante el transcurso de la partida las cosas se pueden complicar. Sin querer revelar acontecimientos, tendremos muchos impedimentos para molestarnos en nuestra tarea.
Puede ser mucha información de primeras
Es cierto que la primera toma de contacto con las canciones puede ser un poco compleja. Tenemos que estar atentos al ritmo, además de las variaciones, sumado a las complicaciones dignas de cada pantalla. Si no estamos atentos, puede que no sepamos qué tenemos que hacer la primera vez que afrontamos un tema. Las canciones tienen un límite de tiempo y algunas pueden ser un poco más complejas de captar, por lo que probablemente te encuentres repitiendo alguna canción o tramo concreto varias veces.
Sin embargo, tenemos que hacer frente a una variedad de situaciones tan dispares que, por lo general, no nos sacarán de nuestras casillas. Es verdad que algunas veces puede llegar a ser algo más frustrante, pero nada que no podamos manejar si estamos acostumbrados a estos juegos.
Una variedad de zonas muy interesante
La historia de Super Crazy Rhythm Castle se cumple dentro del castillo, pero eso no significa que las zonas se hagan repetitivas. El castillo es super amplio, y sin duda se nos puede hacer bola el tener que patear zonas completas para acceder a una zona específica. Para ahorrarnos el camino y curarnos en salud, podemos desbloquear el viaje rápido para navegar entre las zonas con mayor facilidad.
Aunque podamos hacer uso del viaje rápido, recomendamos encarecidamente que se utilice lo menos posible, y solo cuando ya lo tengamos todo revisado. Por el camino podemos desbloquear ciertos objetos, que pueden servir como simples coleccionables, pero también otros clave para avanzar en las canciones. Sin entrar en muchos detalles, nos harán las cosas más fáciles a la hora de enfrentarnos a las melodías. Además de estos útiles, también está el sentido del humor de los personajes que pueblan el castillo. Sin duda alguna, merece la pena que nos perdamos un poco a la hora de explorar.
Un multijugador que lo cambia todo por completo
En Super Crazy Rhythm Castle podemos escoger entre cuatro personajes, por lo que significa que podemos compartir mundo con hasta tres jugadores más. Uno de los puntos fuertes del cooperativo es que la dificultad se rebaja exponencialmente, llegando a ser mucho más asequible (sobre todo si apuntamos a conseguir la mejor puntuación). La finalidad del cooperativo es dividir tareas, ya que algunos pueden centrarse en la pulsación de botones y otros a todo lo demás.
Si lo tuyo no es aunar fuerzas, también existe un modo competitivo para medirnos contra nuestros amigos. Esto sin duda dará muchas horas de vida extra a un juego para nada corto, pero que sin embargo alarga su vida de una manera muy interesante. Es verdad que quizás no nos llame tanto la atención esta vertiente competitiva, pero siempre es un añadido que suma.
Apartado artístico y más
Es indudable que Super Crazy Rhythm Castle se ve de diez, de una manera muy fluida y con una paleta de color muy interesante. Es un juego que nos entra por los ojos, su ambientación es exquisita y el cambio de escenarios tan radical le viene que ni pintado. Los personajes que podemos elegir son bastante diferentes entre sí, y aunque no sea significativo a la hora de su desempeño son lo suficientemente detallados y diferentes.
La banda sonora es un puntazo, obviamente hablando de un juego musical, es un aspecto en el que no se podía flaquear. Las melodías se te quedan en la cabeza, y salvo que tengamos que repetir muchas veces alguna en concreto, se disfrutan bien. Está traducido al castellano, además de una manera bastante jocosa, por lo que nos gustará tropezarnos con el resto de personajes para ver qué tienen que decir.
Conclusión
Super Crazy Rhythm Castle es un juego rítmico que podemos disfrutar tanto en solitario como en cooperativo. No suelen lanzarse tantos videojuegos musicales, por lo que sin duda merece una oportunidad si te gustan los juegos de esta temática. Con una traducción al castellano más que correcta, una banda sonora que realmente engancha y los coleccionables a desbloquear, ofrece horas de diversión. Gracias a su multijugador podemos rascar un buen puñado de horas extra, que se sumarán a las que tendremos que invertir consiguiendo las mayores puntuaciones en cada canción.