Esta Action Comics es la continuación natural de esa sorprendente delicia que fue “Lois y Clark”, las aventuras de Clark y Lois del antiguo universo DC tras huir de Tellos, Brainiac y sobrevivir a la “Convergencia”. Si recordáis ahora la familia vive en una granja con el apellido de Smith, Jon, el joven hijo de la pareja, acaba de recuperar sus poderes, y Clark ayuda en secreto usando un uniforme negro y rostro barbado. El problema viene cuando para consternación de la familia descubren que tras la muerte del Superman de este nuevo universo DC, el portador de la capa y el emblema de la casa de El no es otro que Lex Luthor, rápidamente Clark saldrá del anonimato y volverá a vestir el azul, rojo y amarillo.
Esta historia no podía venir si no de Dan Jurgens, un guionista de la vieja escuela que entiende bien la vida y muerte de Superman y que lleva décadas relacionado con el personaje. Acompañan a los lápices del antiguo dibujante, Patrick Zircher, compañero de la aventura que fue “Lois y Clark” y Tyler Kirkham (“Tierra-2 El Fin del Mundo”), dos dibujantes con puntos fuertes contrapuestos, el clasicismo e intimismo de Zirccher contrasta con la espectacularidad y narrativa de acción de Kirkham.
Pero es que además Jurgens se guarda varios ases bajo la manga, por un lado tenemos la aparición de un misterioso Clark Kent, que parece recordar todas las vivencias de New 52 pero que es totalmente humano y demuestra rotundamente no ser Superman y por otra la aparición de ¡Doomsday! Pero no el extraño virus del nuevo universo, si no la mole de carne y huesos torturada, matada y clonada una y otra vez para ser la máquina de matar perfecta. Feliz vuelta al trabajo Superman, primer día te toca enfrentarte a tu muerte y teniendo que guardar tus espaldas de Luthor.
Pero pese a lo espectacular del combate entre Superman y Superlex contra Doomsday, sin duda lo mejor trabajado de esta obra es el aliento contenido de Lois recordando lo que pasó cuando chocaron por primera vez Clark y el monstruo, ver el vitoreo y la esperanza de un Jon que cree que su padre es invencible y podrá con lo que le echen, esa tensión de emociones costumbristas chocando con puñetazos en splash es sencillamente dinámica e increíble.
Todo es un canto al clásico, vuelve el traje de contención verde, la imparable fuerza de Doomsday y las diversas estrategias de acercarse a él por parte de los dos Supes. Es interesante lo integrador que es Jurgens con todo lo acontecido con los personajes y por ello en un momento Luthor deberá echar mano de su Caja Madre para reparar su armadura de combate y volver a la acción, accesorio que se agenció durante su estancia como miembro de la Liga de la Justicia con Geoff Johns (que ya de paso, estaría bien dado que Hitch de seguro no lo va a hacer, que Jurgens le brindara una excusa de por qué ya no forma parte del grupo).
También toma elementos dejados por Yue Lan y por Tomasi, con esa misteriosa figura que vigilia todos los movimientos del kriptoniano exiliado y su familia, una sombra presente que parece recordar también el antiguo universo.
Debido al ritmo quincenal de la serie, el bueno de Zircher es sustituido por Kirkham, una suerte de alumno de la escuela Top Cow como Daniel, mucho más efectista y colorido, con un Doomsday mucho más agresivo e impresionante, pero fallido en cuanto a representar movimiento o expresividad costumbrista. Algunos experimentos visuales interesantes, como insertar el flashback de la muerte de Superman en las ondas del pelo de Lois, pero en general cuatro viñetas panóramicas por página y splash para seguir narrando la ronda de puñetazos entre los Supes y Doomsday.
En el cuarto y último número de esta entrega tenemos la visita especial de la que fue la amante del Superman de este nuevo universo, la amazona Diana Prince, Wonder Woman. Un peso pesado necesario para poder frenar en seco la destrucción de Doomsday y con la que Jurgens quiere empezar a asentar la presencia del Superman Pre-Flaspoint en este nuevo universo. Kirkham no duda en recrearse en splash de una sonriente y poderosa amazona, con un marcado estilo amerimanga que recuerda poderosamente a Joe Madureira.
Acción, aventura, intriga, familia, buenos personajes secundarios y una trama llena de incógnitas y teniendo muy presente el legado de todo el antiguo universo, sin duda Action Comics ha vuelto por todo lo alto para quedarse. Jurgens hace un trabajo clásico y correcto llevando un punto más allá lo empezado con Lois y Clark y cuando toca Zircher en el dibujo es un tandem invatible. Al fin después de meses, un cómic de nuestro portador de la esperanza, del boyscout de América, dispuesto a poder con lo que nadie puede. Especial interés en los cambios que ve Superman en el Lex de esta realidad con la del que él conocía, desarrollo lento pero seguro que de verás hace más que disfrutable esta colección.
En próximos números la batalla final contra Doomsday y el misterio de Clark Kent, no dejéis de mirar el cielo ¿es un pájaro, es un avión?