La historia parte del supuesto de que Tellos envía tras la primera Crisis a Clark, Lois y su hijo Jonathan al Nuevo Universo DC en sus comienzos, concretamente la primera secuencia que vemos es a un contenido Superman contemplando la batalla de la Liga de la Justicia contra Darkseid. Jurgens es un guionista de la vieja escuela que sabe dar un gran tempo a su obra y mezclar costumbrismo y desarrollo de personajes con una acción clásica y sin rimbombancias, éste es un cómic de gusto ochentero, de historias simples el que el bueno salva al mundo y se queda con la chica, un entretenimiento puro y blanco que sinceramente se echa de menos en los convulsos días que vivimos hoy en día.
El objeto de su nuevo libro no es otro que la organización criminal “Intergang” que debutó en el mundo de Superman en 1970 en Superman’s Pal Jimmy Olsen 133. La actual preocupación de Clark es la llegada de la “Excalibur”, la nava que en su mundo y en éste pilota Hank Henshaw, el que en el antiguo universo se convertiría en Superman Ciborg y causaría la destrucción de Coast City (no debe de haberse informado que este universo ya tiene su propio Superman Ciborg que no es otro que Zor-El el padre de Supergirl y hermano de Jor-El). Llevado por su preocupación Weeks nos mostrará unas planchas clasicistas de Superman volando y salvando la reentrada de una nave espacial. Por su parte John es un niño alegre y distraído que se maravilla con los secretos del mundo y que sin saberlo está fascinado por la carrera secreta de su padre en este mundo, siguiendo todas las misteriosas noticias que hablan sobre él.
Por otra parte aparece una misteriosa espadachina alienígena en busca de un artefacto llamado la “Piedra del Olvido” que será uno de los ejes troncales de esta colección.
A partir de aquí la narración va a ser la siguiente, ir viendo en el pasado como crece John y como Clark es incapaz de quedarse quieto ante las crueldades de este nuevo mundo lo que le va a llevar a empezar una carrera como superhéroe encubierto, enfrentándose a villanos menores como Onda de Choque y empezando a ser perseguido por las autoridades, en concreto por el implacable agente Chambers. Por su parte en la actualidad el Bruno Manheim de esta realidad, que también es el líder de Intergang empieza una guerra personal contra Lois al descubrir su tapadera como “Escritor X”, lo que va a llevar a Clark a tener que actuar como ángel guardián de su familia y tener que esquivar las pesquisas de un cada vez más atento John.
Otro gran instante es la visita de Lois y Clark a Metropolis y como tienen que esquivar al Jimmy Olsen de este mundo, la reacción de Clark ante las camisetas y merchandaising de Superman y ese mágico evento en el que Lois le entrega un nuevo traje negro a Clark, porque para ella siempre será igual que para nosotros Superman.
Le va bastando ir de una página en una página de epílogo a Jurgens para mostrar el destructivo camino de Hyathis, una suerte de amazona galáctica que no dudará en hacer cualquier cosa por recuperar la “Piedra del Olvido” y que entre otros guiños nos traerá de vuelta a los “Dominadores” de la ya clásica saga “Invasión”.
Por poner sólo una pega a la obra, es más una contextualización y desarrollo de los personajes que serán los protagonistas de Superman Rebirth que una historia en sí misma. Al final toda la trama de Blanque, Hyathis y la “Piedra del Olvido” se precipita a un final demasiado apresurado, que eso sí nos deja alguna batalla impresionante.
En definitiva un gran cómic que hará las delicias de los lectores clásicos del personaje, y que aportará una visión diferente a los lectores actuales de cómo puede ser Superman. Un cómic clásico con un Lee Weeks soberbio con una gran capacidad para transmitir emociones y llenar páginas de acción superheroica y que recuerda por momentos a una fusión de Kubert y Buscema.
Un Jurgens que escribe una carta de amor para con uno de sus personajes y que aquí lejos de matarlo lo que hace es provocar su Renacimiento. Un cómic que hace volar la esperanza perdida en Superman y que deseamos sea el inicio de una nueva y brillante etapa.