El director Terry Gilliam, de 77 años, sufrió un derrame cerebral leve este fin de semana, días antes del fallo judicial que podría permitir la proyección en el 71 Festival de Cannes de su largamente esperada película, «El hombre que mató a Don Quijote».
The Hollywood Reporter ha confirmado que Giliam se está recuperando en su casa de Inglaterra, y que la película -si la sentencia es favorable- se estrenaría la última noche del festival, el 19 de mayo.
Gilliam y los productores de la película están inmersos en un proceso judicial con Paulo Branco, exproductor de «El hombre que mató a Don Quijote». Branco, que reclama tener derechos sobre la película, solicitó a una corte judicial parisina la suspensión cautelar de su exhibición en Cannes y en los cines franceses.
Estamos ante un proyecto largamente esperado y que se ha hecho esperar durante varias décadas, protagonizado por Adam Driver, Jonathan Pryce y Olga Kurylenko. Esta película reinterpreta de forma (más) surrealista el Cervantes clásico, y sigue a Toby, un desilusionado ejecutivo publicitario, que se ve empujado a un mundo de fantasía perdido en el tiempo cuando un zapatero español le confunde con Sancho Panza y se cree el mismo Don Quijote. Toby se verá de forma gradual incapaz de distinguir sus sueños de la realidad.
Los conflictos legales en los que se ve inmersa esta película no han frenado sus expectativas comerciales. Este martes, Turbo Films, una empresa con base en Beijing, adquirió los derechos de exhibición en cines chinos.