Entre las novedades de agosto de Norma Editorial llegaba, tras siete meses de larga espera, “The ancient magus bride 10”, de Koré Yamazaki. Un nuevo tomo de esta historia costumbrista sobre hadas, magia y mitología.
Para quienes no conozcáis el manga o no estéis al día, os recomiendo leer mis anteriores reseñas libres de spoilers, donde os cuento qué encontraréis en esta magnífica obra. Quienes tengáis el tomo ya en las manos, leed sin miedo, pues este artículo solo contendrá datos de la trama hasta el volumen 9.
“The ancient magus bride 10” inicia, como ya sabéis, un nuevo arco de la historia. Tras enfrentarse a Joseph y derrotarlo, Chise es invitada a la Academia de magia, donde no solo podrá estudiar con otros aprendices, sino que también investigarán su cuerpo para intentar ofrecerle respuestas sobre la tercera maldición que carga a las espaldas. Elias no dudará un instante en acompañarla, y así, como alumna y profesor, se integran en esta institución donde se reunirán con viejos conocidos, como Alice, Renfred o Arthur, así como también conocerán a nuevos personajes: Lucy Webster, Philomela, Lian, la directora Liza Quillain, y un largo etc. imposible de enumerar en la reseña (y de memorizar en una lectura). Este tomo, pues, funciona a modo de presentación, de descubrimiento de este nuevo entorno, sus reglas y sus habitantes. Pero en este aspecto resulta un poco saturante, pues todo es nuevo y el lector puede acabar sobrecargado de información. Es de suponer que esta densidad narrativa será algo puntual, y que en próximos volúmenes volveremos al ritmo al que la historia nos tiene habituados.
No obstante, al lanzarnos a un lugar totalmente desconocido, la lectura no deja de sorprender, de cautivarnos con sus misterios y maravillas. Y no solo conoceremos algunos secretos de la Academia y sus extravagantes profesores, sino que también se nos desvelarán nuevos datos sobre el pasado de Elias y la maldición que recae sobre Chise.
Ambos siguen intentado entenderse mejor y respetar las decisiones del otro, reforzando así una relación que ya ha enamorado a todos los lectores del manga. En cuanto a los secundarios, los que ya conocíamos siguen en la línea carismática de la serie, con evolución y objetivos propios, mientras que los nuevos se nos presentan rodeados de una pátina de misterio que tendremos que esperar a próximos tomos para descubrir.
Arte mágico, salvaje y hogareño
El arte de Koré Yamazaki rebosa magia y belleza. Su diseño de personajes es espectacular y diverso, sus criaturas fantásticas asombran por su originalidad y sus caprichosas formas, y sus escenarios abiertos abruman y captan el poderío de la naturaleza. Una naturaleza salvaje que se mezcla con escenas más costumbristas y hogareñas, que envuelven al lector y le hacen sentir la calidez de estar en casa.
La narrativa en este tomo resulta un poco más pesada y sobrecargada de texto, pues hay muchas explicaciones que dar, aunque la serie nunca ha sido de poco diálogo precisamente.
Poco más puedo decir de “The ancient magus bride 10”. La historia sigue adelante con toda la magia y la emoción a las que nos tiene acostumbrados. Nos deja atisbar todo un mundo nuevo en el subsuelo londinense, mientras Elias y Chise continúan aprendiendo, creciendo y conociéndose a sí mismos y al otro.
