Ocho capítulos de animación, alrededor de quince minutos cada uno, independientes, y con estilos tanto estética como narrativamente diferentes. Eso sí, los ocho con la misma seña de identidad de la serie principal de la que beben, ‘The Boys’ (Amazon Prime Video): humor negrísimo, violencia por doquier, personajes con doble moral y mucha sinvergüencería para mostrar las miserias de la sociedad a la que directamente se destripa y se critica sin piedad.
Esta diversidad enriquece el conjunto, cierto, pero también lo dota de una irregularidad como propuesta que es digna de comentario.
En conjunto, ‘The boys: diabolical’ sirve para rellenar algún hueco argumental de la serie, para entretenerse lo justito… y poco más
Especialmente llamativo es el hecho de que hay capítulos dónde el uso excesivo de la violencia tapa por completo cualquier intento de vertebrar una narrativa coherente, pareciéndonos cortos de animación huecos y sin nada que decir. Es cierto que todo acto violento, desde el momento en que hay un agresor y una víctima, aporta una historia per se, pero si nada hay más que esto es imposible que el espectador deduzca o conozca nada. Y esto es lo que pasa en alguno de sus cortos. En otros, hay cierto solaz en la violencia innecesaria que resta valor al capítulo.
Otro aspecto curioso es la tendencia general hacia la comedia o, por lo menos, a hacer del humor un estilo narrativo desde el que contar la mayor parte de las historias.
Episodios
Unas historias tematicamente orientadas, además, hacia un foco común: la familia. De una forma u otra, la crítica a lo que la sociedad hedonista contemporánea le está haciendo a la estructura familiar tradicional se esconde en casi todos los episodios de ‘The boys: diabolical’:
– “Día de salida de la bebé láser”: la protección de un científico experimental respecto a la bebé que es su “experimento” sirve para desvelar el instinto “paternal” de este científico ante el aseptismo y practicidad de la técnica.
– “Un corto animado donde súpers cabreados matan a sus padres”: nada más que añadir, el título lo dice todo.
– “Soy tu camello”: aunque no es su tema principal, el “Clan maravilloso” y algún personaje proveniente de familias desestructuradas hacen aquí acto de presencia para criticar, precisamente, a la familia actual.
– “Boyd, el del 3-D”: relaciones de pareja (tradicionales) y cómo el contexto hedonista en que se mueven provocan que estas parejas estén más preocupadas de quiénes parecen ser que de quiénes son realmente. No es la familia directamente, pero…
– “Las superamiguis”: uno de los pocos dónde la familia no hace acto de presencia… una jovencita sin amigas tiene que soportar que unas indeseables la vacilen constantemente hasta que, casualmente, adquiere un inesperado poder “de mierda”.
– “Nubio contra Nubia”: dos súpers casados y en crisis están a punto de divorciarse hasta que su hija toma una decisión para evitarlo que… Directo a la yugular del modelo familiar tradicional.
– “John y Sun-Hee”: un matrimonio veterano se enfrenta al inevitable momento de la muerte de uno de ellos. Sin embargo, inevitable no quiere decir que haya que resignarse a que tarde en llegar. Uno de ellos hará lo que sea para que los dos sigan juntos más tiempo.
– “Uno más uno igual a dos”: otro de los capítulos dónde la familia no aparece. Aquí se explican los orígenes del personaje de Patriota con altas dosis de sangre y mucha mala leche, no siempre del todo justificada ni necesaria. Posiblemente, el peor corto de todos.
Tono monocorde, con la violencia y el humor de siempre
En conjunto, ‘The boys: diabolical’ (Amazon Prime Video) sirve para rellenar algún hueco argumental de la serie, para entretenerse lo justito… y poco más. Su pobreza narrativa, su excesivo conservadurismo social (pues, aparte de criticar no ofrece alternativa) y su tono realmente monocorde (la violencia y el humor son, simplemente, más de lo mismo), no son suficientes argumentos para considerar esta oferta como un entretenimiento de calidad.
De forma que es su formato breve y su narrativa independiente lo que juega a favor del conjunto para, al poder acceder a ella en pequeños tragos, disfrutarla a nuestro gusto y en su momento. Maratonearla del tirón, si no se es fan de la serie original, no es recomendable pues, pasados los primeros excelentes capítulos, pronto aburre. Avisados quedáis.