Una de mis pasiones, quizás asociada con mi edad, son los videojuegos retro. Es por ello que siempre salto de mi sofá cada vez que leo que una compañía va a sacar al mercado un recopilatorio como el que hoy nos ocupa, The Disney Afternoon Collection para Xbox One —aunque también lo está para PlayStation 4 y PC—, un mix de juegos de finales de los 80 y la década de los 90 que pondrán en aprieto a más de un jugador.
Hace mucho tiempo, en una galax… perdón, quería decir en una época donde Disney se asociaba con las mejores desarrolladoras de videojuegos del mundo, algunos de los mejores títulos para consola y PC llevaban el sello de la compañía del tío Walt. Y no es porque llevaran la marca de sus mejores películas, en absoluto, lo eran por sus impresionantes paletas de colores, la rejugabilidad que tenían, su gloriosa música chiptune y casi siempre, por su fantásticas animaciones. Todos aquellos que tengan mi edad aún tendrán grabado a fuego en sus retinas aquel maravilloso Aladdin, El Rey León o el impresionante Toy Story. ¡Ah, qué tiempos aquellos!
En esos tiempos la movida de guardar partida todavía no era algo muy extendido. Solíamos conformarnos con unas contraseñas que nos permitían recuperar la partida más o menos como la habíamos dejado en su momento. Y eran juegos difíciles, ¡vaya si lo eran! Sin embargo, nos colmaba de felicidad cada vez que completábamos una fase, dábamos con uno de sus objetos ocultos o dejábamos de morir cien veces con algún enemigo de marras. Eso solía pasar a menudo con los videojuegos que trae en sus entrañas The Disney Afternoon Collection; Ducktales, Ducktales 2, Chip’n Dale Rescue Rangers, Chip’n Dale Rescue Rangers 2, TaleSpin y Darwing Duck.
Dichos juegos nos llegan en su formato original, tal cual los creó Capcom para la ocasión, nada de estar remasterizados tanto gráficamente como sonoramente. Es decir, se ven y se sienten igual que cuando fueron lanzados en la consola de sobremesa Nintendo Entertainment System, NES para los amigos. Utilizan todos el Eclipse Engine, un motor gráfico diseñado por la desarrolladora Digital Eclipse (que también firma este recopilatorio) que recrea fielmente todas las características del original. Si la circuitería de la NES no podía con cinco enemigos en pantalla y varias plataformas, aquí sucede lo mismo. ¡Hasta los típicos glitches gráficos! ¡Toma tortazo untado de nostalgia! Eso sí, este mix de videojuegos está sazonado con la muy querida resolución 1080p y con diversos filtros que permiten jugarlos como antaño, como si corrieran en una tele de tubo.
En primer lugar y por seguir un orden cronológico, hablemos de Ducktales. Para muchos de vosotros será quizás el que más os suene porque hace unos años la desarrolladora WayForward lanzó un estupendísimo remake del mismo para diversas consolas y ordenadores compatibles. El título de género plataformero, narra las aventuras del Tío Gilito en su búsqueda de tesoros con el único afán de ser todavía más rico. Para ello visitará diversos territorios como Transylvania, el Himalaya o la Luna. Su dificultad era bastante elevada y tampoco ayudaba el extraño sistema que utilizaba el susodicho pato para acabar con los enemigos, saltar encima de ellos para pincharles con su bastón. Lo mejor de todo era que podíamos elegir a placer el orden de los mundos y tenía una jugabilidad bastante adictiva. No menos fue su música, con esa espectacular melodía de inicio que nos recordaba a la serie animada.
Su segunda parte, Ducktales 2, siguió la misma línea pero añadiendo nuevas zonas, la posibilidad de volver a visitar pantallas ya superadas y poder mejorar el bastón de Gilito. El afán por ser más rico también ponderaba en su secuela, pero esta vez se añadió al título la historia del tesoro perdido de Fergus McDuck, eje central de la aventura, como añadido para distanciarse del primer capítulo. Ahora debíamos encontrar los trozos de mapa que descansaban en zonas como Egipto o el Triángulo de las Bermudas para desbloquear una nueva fase y así hacernos con el tesoro perdido. Sobra decir que ambos títulos contaban con distintos jefes de final de fase que solían complicar nuestro cometido, pasarnos el videojuego.
Chip’n Dale Rescue Rangers daba una vuelta de tuerca a lo jugado en Ducktales, pero con el añadido de las adorables y graciosas ardillas Chip y Chop. Las protagonistas eran contratadas por Mandy para que rescatáramos a su gato perdido, sin embargo, esto tan solo era la antesala de lo que FatCat tenía preparado para nuestras amigas. Para la ocasión se volvió a contar con la característica de poder elegir qué fase completar en cada momento y permitía a dos jugadores controlar a ambas ardillas al mismo tiempo en un modo cooperativo. Los roedores contaban con más movimientos que el adinerado pato y por ende la variedad en las fases dotaba a las mismas de más diversión. Una vez más, el juego basaba su estructura en el género de las plataformas, al igual que su segunda parte.
Chip’n Dale Rescue Rangers 2 continuaba la historia del primero y desde luego, añadía nuevas fases por las que nuestras ardillas debían de pasar antes de conseguir la urna de un faraón que FatCat intenta robar. No aportó demasiadas novedades con respecto a la primera entrega y fue, al igual que la susodicha, bastante criticado por su linealidad y por ser un videojuego bastante fácil. La calidad gráfica del título superó por bastante a su antecesor.
Dejando a un lado el género de las plataformas, el siguiente videojuego incluido en The Disney Afternoon Collection es TaleSpin. Aquí vemos que la jugabilidad cambia de tercio centrándose en un shoot’em up de scroll lateral protagonizado por Baloo de El Libro de la Selva a bordo de su avioneta. Las fases eran bastante lineales con ligeros toques de exploración y que daban variedad al título. Estaba basado en la serie de animación Aventureros del Aire que a su vez se basaba en la película protagonizada por Mowgli. Junto con el siguiente título, quizás sea de los menos valorados de la época aunque era bastante divertido.
Y el último videojuego que engloba este pack de clásicos es Darwing Duck, otro juego de plataformas protagonizado por el superhéroe con el nombre del susodicho cartucho que debe salvar la ciudad de St. Canard. A través de seis fases pistola en ristre, Darwing Duck se enfrentará a los peores malhechores liderados por Picacero y F.O.W.L. Al ser un superhéroe, Darwing Duck dispone de diferentes habilidades como la de agarrarse a las plataformas, activar interruptores o una variedad de balas con las que cargar su arma. Llama la atención que su jugabilidad sea tan parecida a la de la franquicia Mega Man o que incluso algunas animaciones del pato enmascarado sean idénticas a las del robot azulado.
Aunque varios de los videojuegos de The Disney Afternoon Collection tuvieran adaptaciones a diferentes plataformas como Mega Drive, Turbo Grafx o Game Boy, todas las versiones que jugamos en el pack son las originales, las que vieron luz en NES. Es por ello que he escrito el artículo en pasado, porque es lo que veréis, sin añadidos ni mejoras. No obstante además de las opciones gráficas que os he comentado antes, en esta ocasión se ha incluido el guardado automático de partida (lo agradeceréis en algunos títulos), la opción de rebobinar los juegos (muy útil por si perdemos una vida a lo tonto, cosa bastante fácil) o un modo contrarreloj para cada videojuego tanto de la propia aventura como para los jefes finales. Además cuenta con opciones online como tabla de clasificaciones y el poder ver repeticiones de los mejor puntuados.
Por último queda lo que para en mi opinión, es lo mejor. The Disney Afternoon Collection incluye una galería —algo escueta, eso sí— que nos enseña artworks de los juegos, curiosidades, portadas de los cartuchos y diseños que utilizaron a la hora de crear cada videojuego. A esto hay que añadirle una increíble jukebox —caja de música— para poder escuchar todas las canciones de las diferentes aventuras incluidas en el disco.
Conclusión
Ser un viejales como yo tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. El hecho de haber disfrutado de estos títulos en su día es algo que los más jóvenes no pudieron realizar, pero también el inconveniente de que el lanzamiento de The Disney Afternoon Collection no sorprende a muchos. Son grandes videojuegos, de eso no hay duda, pero se hubiera agradecido que incluyeran algo más de seis títulos y alguna mejora más. Quizás versiones mejoradas con filtros que mejoren la calidad de imagen, música renovada o modo online en los juegos de Chip y Chop.
El recopilatorio se encuentra en tiendas a muy buen precio. Quizás a algunos os eche para atrás que incluya tan pocas mejoras con respecto los originales, ya que más allá de los modos cronometrados no hay nada nuevo, pero ofrece mucha diversión por tan poco dinero. Este intento de nostalgia seguramente propicie nuevos recopilatorios de videojuegos de la factoría Disney y esperamos, si se animan a ello, que incluyan juegos como los que hemos mencionado al principio de este análisis u otros grandes como el espectacular QuackShot. Porque seguro que habrá más y si no, acordaos de mis palabras.