Durante el pasado Summer Game Fest, Naughty Dog nos anunciaba lo que era ya un secreto a gritos: The Last of Us parte I llegaba a la nueva generación, pero no con un port simplón, sino con un proyecto hecho desde cero, digno de la magnificencia del título.
Desde que se anunció, The Last of Us parte I ha causado un revuelo considerable entre los jugadores, no tan solo porque ya ha tenido un remasterd para PlayStation 4 (recordemos que el título original es de PlayStation 3), también por su precio oficial de salida que ha sido de 79,99€.
La mayoría de la comunidad ve abusivo que un juego (que no es una nueva IP) que ha tenido ya dos versiones previas, tenga un costo de lanzamiento tan elevado, y más aún si otros títulos como Assassin’s Creed Valhalla, Crash Bandicoot 4, Cyberpunk 2077 han recibido sus ports a la nueva generación de forma gratuita.
Otros como Ghost of Tushima, recibieron su mejora generacional con una edición definitiva que incluía todo el contenido adicional de la franquicia, también a un precio de 79,99€. La diferencia con respecto a The Last of Us parte I, es que a los jugadores que ya tuvieran en su poder el juego para PlayStation 4, solo se les cobraría 29,99€, un precio más que asequible por el parche de mejora de gráficos y todo lo que incluye la Director´s Cut Edition.
¿Realmente The Last of Us parte I era necesario?
La crítica no viene solo por su precio, sino por el hecho de que The Last of Us parte I no tiene nada de nuevo. Pero hay que ser justos y al César lo que es del César. Para nuevos jugadores que quieran iniciarse en la saga, esta edición es sin dudas la mejor de todas porque además de la historia principal, tendremos el DLC Left Behind (gratis durante mucho tiempo para las versiones anteriores) también con sus respectivos gráficos Next-Gen. Lo único que hemos echado en falta es su modo multijugador, que por motivos que desconocemos, Naughty Dog no ha querido incorporar a esta edición.
Una historia «repetida» pero demasiado buena
En este contexto nos encontramos con la misma historia (al igual que en Left Behind) y las mismas mecánicas, por lo que no profundizaremos demasiado en el terreno narrativo.
La trama de The Last of Us transcurre en un mundo postapocalíptico. La cepa de un hongo llamado Cordyceps, provocó una pandemia devastadora para la humanidad. En este contexto nos pondremos en la piel de Joel, un superviviente que perdió a su hija el primer día del incidente. Años después se le encomendará una misión vital que puede poner fin a la hecatombe en la que está sumido el mundo: escoltar a una niña (Ellie) que puede ser la solución al apocalipsis hasta un asentamiento a las afueras de Boston.
La narrativa involucra momentos crudos, viscerales y dolorosos.
En Left Behind, viviremos una breve historia donde manejamos a Ellie. En ella tendremos que aventurarnos en la búsqueda de materiales médicos para ayudar a un herido Joel. Tendremos que registrar un centro comercial en el que conoceremos a una amiga especial.
Opciones dignas de la nueva generación
Como novedad en las opciones, tendremos acceso a la configuración del DualSense donde podremos activar los gatillos adaptativos y la resistencia del arco.
Otra cosa que nos ha gustado mucho es el detalle de poder escoger la intensidad de la vibración según qué acción hagamos. Es alucinante notar como nos vibra el mando en ciertas zonas, por ejemplo cuando entramos en el agua o atravesamos la nieve, dándole una realidad a la experiencia de juego brutal.
Como viene siendo costumbre en los juegos de PS5 y Xbox Series, tendremos la opción de escoger el renderizado:
- Modo Rendimiento. Este modo es el más equilibrado, con una resolución dinámica de 4K y 60 fps.
- Modo Fidelidad. Favorece la resolución sobre la velocidad de fotogramas con una resolución nativa de 4K y 30 fps.
El punto más fuerte de The Last of Us parte I
Dejando de lado la historia en sí y todo lo anterior citado, lo que sin dudas es el punto más fuerte de The Last of Us parte I, lo encontramos en lo visual. Unos gráficos descomunales que cuentan con una iluminación nunca antes vista.
Nada más comenzar a recorrer el suburbio con Joel, veremos como el conjunto de luces dota a los distintos escenarios de un realismo brutal. Las sombras y lugares oscuros lucen de una forma espectacular, llegando a verse incluso las motas de polvo entre los rayos de sol que se filtran por los recovecos de las ventanas. ¡Un auténtico éxtasis visual!
Las texturas también son inmaculadas. Programadas desde cero y tratadas con mucho mimo hasta el más mínimo de los detalles. Sin importar qué tipo de objeto sea o si está en segundo plano, lo veremos todo con un nivel de perfección impoluto. Las explosiones, el fuego, el flujo de agua, las partículas que vemos en el ambiente…absolutamente todo.
Los protagonistas han sufrido cambios significativos, sobre todo Ellie, que ahora tiene una apariencia más parecida a la que vimos en The Last of Us parte II.
La mejora gráfica también influye en la jugabilidad. Ahora la IA interactúa de forma mucho más realista con el entorno. Los enemigos, que ahora están más trabajados, se moverán de manera más lógica por los escenarios e incluso harán lo posible por flanquearnos y cogernos por sorpresa.
¿Os recomendamos The Last of Us parte I?
Aquí tenemos sentimientos contrastados. Si no habéis jugado a The Last of Us, esta es la edición definitiva. Incluso si no habéis jugado desde la versión de PS3, la experiencia de rejugarlo ahora en PS5 será maravillosa.
En cambio, si hemos exprimido ya la historia tanto en PS3 como en PS4, quizás no sea lo más inteligente gastarnos casi 80 euros en un juego que no tiene ninguna novedad.
Lo mejor
- Aunque ya la conocíamos, lo mejor del juego siempre será la historia. Insuperable sea de la generación que sea.
- Los gráficos renovados que llevan la experiencia a otro nivel.
- La BSO (que no la hemos mencionado porque es exactamente la misma) que te mantiene en la atmósfera en todo momento.
Lo peor
- Su precio, desorbitado para ser una historia reciclada que ha pasado por dos generaciones previas.
- La ausencia del modo multijugador.
Para acabar os queremos dejar con una última reflexión. Como dijimos al principio, ha habido un fuerte debate y varios focos de discusión en redes sociales sobre si era necesario o no este remake. Desde Fantasymundo queremos abogar por el buen rollo. Cada uno es libre de jugar y comprar el juego que quiera. A fin de cuentas todos formamos parte de una misma comunidad, cuya finalidad no es otra que la de disfrutar del mundo de los videojuegos.
