The Legend of Heroes es posiblemente una de las sagas más desconocidas para el público general de videojuegos, poca gente de la que se denomina a sí misma como gamer ha escuchado a hablar de ella. Ni Sony la vende como un AAA siendo casi exclusiva de sus consolas ni en los foros se espera impacientemente por una nueva entrega. Pero, en realidad, es una de las más populares y conocidas entre los jugadores que aman los JRPG.
Con más de dos décadas a sus espaldas, la ya franquicia creada por Falcom se ha ganado un hueco en el podium de los juegos de rol japoneses gracias al mimo que tienen cada uno de los títulos que la componen y a su cuidado apartado artístico. Ejemplo de ello es la trilogía Trails in the Sky, la cual ha conseguido superar en calidad a muchos de los pesos pesados e inamovibles de su género (Final Fantasy, cough cough…).
Tras el éxito de esta, Falcom se puso de inmediato a desarrollar otra nueva trilogía de la saga, pero esta vez para Playstation 3 y PS Vita en vez de PSP. El segundo episodio de esta es el motivo que nos ocupa hoy aquí: The Legend of Heroes: Trails of the Cold Steel II.
Antes de empezar con el análisis, quiero decir que este contendrá spoilers de la primera parte (como es lógico) y os recomiendo completarla antes de jugar a su continuación, ya que uno andará perdido desde casi el comienzo si no la ha jugado y se perderá grandes detalles que elevan la experiencia.
Trails of the Cold Steel II parte del glorioso (o maldito si has sufrido mucho con la espera de su conclusión) cliffhanger con el que acaba el título original. La nación de Erebonia ha entrado en una sangrienta y bestial guerra civil tras la traición de uno de nuestros amigos y la academia militar Thors intentará poner fin a este conflicto que lleva ya décadas cociéndose. Esta es la premisa con la que se inicia la segunda parte y que nos llevará cerca de 40 horas explorar.
Como la anterior parte, la trama se desarrolla lentamente mientras los personajes se van conociendo con nuestras conversaciones del día a día en la academia y en las aventuras secundarias (además de esta guerra, también hay muchas tramas secundarias en el juego, como viene siendo habitual en un Legend of Heroes) que nos llevarán a explorar cada rincón de la nación mientras ayudamos a otras personas.
No tiene un ritmo rápido, sino todo lo contrario, pero todo el tiempo que inviertes en su lento desarrollo es recompensado con lo gratificante y respetuosa que es su trama con el jugador. Te enganchará y no te decepcionará, en eso se nota que Falcom contrata a los mejores escritores para escribir su argumento y diálogos, pues estos valen hasta el último segundo invertido en el juego por parte del jugador. Además, el universo en el que se sitúa contiene un lore muy rico y potente, que merece mucho la pena conocer y que añade mucha más profundidad al argumento principal y a sus secundarias.
De esto último, la desarrolladora se ha dado cuenta y lo ha intentado explotar añadiendo muchas características de las que carecía la primera parte. Nada más iniciar el juego, si venimos del título original nos daremos cuenta de que tenemos cosas como biografías hasta la fecha o recapitulaciones de títulos anteriores, que hacen que podamos seguir la historia mucho mejor y podamos introducirnos fácilmente en esta realidad que tantos años ha costado crear a Falcom.
Pero si de algo se diferencia Trails of the Cold Steel II de su capítulo anterior es en su tono. La historia que se nos cuenta en este segundo capítulo es mucho más dura y madura que en el anterior capítulo de presentación. Estamos en plena guerra civil y un conflicto entre hermanos es siempre duro, esto hace que los diferentes protagonistas empiecen a sacar a relucir sus inseguridades más profundas y a plantear dilemas morales que son realmente interesantes y difíciles de resolver. En este aspecto, Trails of the Cold Steel II supera a lo visto anteriormente y se convierte en un título apto para personas maduras.
En cambio, jugablemente es casi igual que el anterior, un sistema de combate por turnos en el que nos podemos mover por un espacio abierto para así aprovechar estratégicamente la posición de los rivales haciéndoles más o menos daño dependiendo de donde estemos situados. Tenemos magias, habilidades y objetos como en todos los JRPG.
Los únicos añadidos de los que se beneficia el combate en esta entrega son más personajes jugables y un sistema de límites que hace que podamos tener más turnos de una vez. Además de nuevas habilidades, magias y afinidades que añaden algo de distinción a esta parte. A parte de eso, todo lo demás es igual. Tenemos nuestro día a día en la academia, nuestras mazmorras y nuestras ciudades. Todo idénticamente igual a lo visto en Trails of the Cold Steel. Cosa que no se le puede echar en cara, pues el gameplay era ya realmente bueno, pero sí que se le echa en falta novedades para hacer algo más variadas las 80 horas que llevaremos jugando a un gameplay similar si sumamos la duración de estos dos primeros capítulos.
Gráficamente también es continuista. En su apartado técnico y artístico luce genial en PS Vita y Playstation 3, pero es cierto que el motor gráfico que mueve al juego ya se está quedando algo obsoleto y las animaciones se hacen poco naturales y ortopédicas para la fecha en la que estamos, en la que los movimientos en los videojuegos son cada vez más reales alejándose de esos movimientos de robots que se pueden observar en este y que tan característicos eran en la generación pasada, pero bueno, se dice que en los JRPG lo menos importante son los gráficas y la trama es tan buena que ni te darás cuenta de que el protagonista corre como C3-PO.
Si hablamos de la banda sonora estamos hablando de soberbia, es otro apartado que roza la excelencia y es «demasiado buena para esta mundo», como decía un compañero mío de profesión. Poco más que añadir, solo que preparares tus oídos para el goce sonoro que supone el escuchar el Falcom Sound Team.
En conclusión, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel II es una continuación en el sentido más literal de la palabra. Sus excelentes apartados heredados del original lo convierten en un título notable y su historia, llevada a niveles más maduros, lo elevan a la excelencia. Falcom ha vuelto a crear un JRPG de calidad que cualquier poseedor de una PS Vita y una Playstation 3 debería de probar aunque no le suene su título. Y, atentos, porque el final de esta entrega promete una conclusión que puede ser de lo mejor que se ha visto en el cielo de los JRPG. Esperemos que no tengamos que esperar mucho tiempo para disfrutarla.