Este septiembre Norma Editorial publicaba el tomo 4 de The legend of Zelda: Twilight princess; obra del dúo de mangakas Akira Himekawa, adapta el popular videojuego homónimo de Nintendo y se ha convertido, hasta lo de ahora, en la mejor adaptación al manga de un TLOZ, cargada de épica, aventura, drama y humor.
Si no has leído el manga te aconsejo que vayas a la reseña del primer tomo, donde podrás conocer mi opinión sobre el mismo sin spoilers, ya que este artículo puede contener datos de la trama hasta el 4º volumen.
Un volumen donde, después de devolver la luz a la aldea de Kakariko, Link parte hacia la Montaña de la Muerte para buscar el siguiente fragmento de sombra fundida. Pero los goron están furiosos con los humanos y están siendo acechados por un poder oscuro. Será el turno de nuestro héroe de lidiar con los come rocas y vencer al monstruo que duerme en las minas.
Más tarde proseguirá su periplo hacia la ciudadela de Hyrule, aún sumida en el Crepúsculo. Allí se encontrará con un niño zora y con Ilia, su amiga de Ordon, que ha perdido la memoria. Junto a Midna, deberá buscar la forma de rescatar a los Zora y devolver una vez más la luz a Hyrule.
Estamos ante un tomo de TLOZ: Twilight princess bastante intenso y cargado de acción, donde no dejan de sucederse nuevas batallas y obstáculos que Link tendrá que afrontar apenas sin descanso, por lo que el lector no tiene tiempo de aburrirse ni un segundo. Aunque entre tanta lucha las mangakas también encuentran tiempo para el drama: el doloroso reencuentro de Link e Ilia y la historia del joven zora son los momentos más duros de este volumen, como lo fueron a su vez del videojuego. Y ese final… es simplemente devastador.
Por otra parte harán su aparición nuevos personajes como Telma, la dueña de una taberna de la ciudadela, o Shad, un estudioso de las civilizaciones antiguas que tiene relativo protagonismo, además de los goron y los zora. Así, seguimos descubriendo nuevos rincones de Hyrule mientras conocemos algo más del pasado de Midna y de por qué terminó en su actual forma. Mientras su viaje prosigue, la relación entre ella y Link se solidifica todavía más.
Aunque este es un tomo con mucha acción, The legend of Zelda: Twilight princess es la adaptación más equilibrada de toda la franquicia. Acostumbrados como estamos a leer los juegos resumidos en un volumen o dos, resulta toda una delicia ver cómo las autoras se explayan con la historia, manteniendo la esencia y las escenas más importantes al tiempo que introducen las novedades suficientes para mantener una sensación de frescura y originalidad tanto para los fans de TLOZ como para los lectores ajenos. Con espacio para desarrollar personajes y tramas más profundas, por fin podemos ver un Link que va más allá de la clásica figura del héroe. Un protagonista con personalidad, dudas e inseguridades, que se niega a simplemente aceptar un destino que no ha pedido, que forja relaciones fuertes, que sufre y se preocupa por sus amigos.
Tanto como se agradece el apartado gráfico de este manga. Siempre me ha encantado el estilo de Akira Himekawa. Su diseño de personajes es espectacular y súper expresivo. Tienen un gran dominio del movimiento, por lo que sus escenas de lucha son muy visuales y eficaces, y no dudan en jugar con el tamaño y el orden de las viñetas y los diálogos, eliminando los marcos por completo en algunas páginas, para lograr un conjunto más impactante. Y tampoco ahorran en detalle en los escenarios, con recreaciones tan fieles al juego que es como volver a estar allí (y que te dan unas ganas enormes de rejugarlo).
En definitiva, y no me cansaré de repetirlo, Twilight princess es la mejor adaptación de TLOZ. Un manga equilibrado, con protagonistas desarrollados y en continuo conflicto, personajes secundarios interesantes y una trama con mucha acción, que transmite bien la esencia aventurera de la saga, y a cuyo siguiente volumen no puedo esperar.
Dado que por el momento hay 5 tomos publicados en Japón y la serie sigue abierta, podemos quedarnos tranquilos porque tendremos Twilight princess para rato.