La estrenó Cosmo el pasado 10 de marzo y, en general, está pasando bastante desapercibida. Posiblemente, porque el periodismo no está hoy atravesando su mejor momento como profesión confiable por la opinión pública (harta de que le mientan). Estos son otros tiempos. El “periodismo”, tan jaleado por algunos rodeados de profesionales de la comunicación condenados por manipulación de información entre otros delitos, ya no es lo que era…
Pero sí es cierto que, en el pasado, fue una profesión de encomiable sacrificio, capaz de conmover a audiencias millonarias, y que, efectivamente, narró desde la primera línea algunos de los hechos más importantes de la historia de nuestra especie. Eso queda ahí escrito y nadie, jamás, se lo podrá quitar a la profesión.
Por méritos propios, ‘The Newsreader’ merece un hueco en tu tiempo dedicado a maratonear series
‘The Newsreader’ (Cosmo) es la serie que de forma más clara, honesta y fiel a una época realiza este homenaje al pasado del periodismo. Nos sitúa en Australia, en 1986, en un canal de televisión nacional y, en concreto, en su sección de informativos. Los “boletines” más seguidos del país son los de las seis de la tarde y su presentadora estrella es Hellen Norville (interpretada por una maravillosa Anna Torv). Pero Hellen tiene un problema: lo efervescente de su carácter la enfrenta constantemente con todos sus demás jefes y compañeros de redacción.
De este clima de discusiones, y de los estallidos de ira para con ella de los jefes de Hellen, se aprovechará un ambicioso periodista joven, Dale Jennings (Sam Reid), cuya máxima ambición es llegar a ser el presentador informativos. ¿Qué harías tú en su lugar si un día, ante el despido fulminante de la mejor presentadora de la cadena y una de las mejores del país, se te ofreciese la oportunidad de ser el que ocupase su puesto? Con este dilema arranca el personaje de Dale.
El dúo Hellen-Dale será el motor narrativo que, a dos manos, irá desenvolviendo, por un lado, una descripción del lado más pragmático del periodismo: el de los líos y las discusiones, las ambiciones personales, los conflictos de competencias, los acosos y los abusos de poder, las carreras profesionales en decadencia, las implicaciones de los cambios tecnológicos…
Un encomiable y exitoso esfuerzo de ambientación
Y, por otro lado, su parte más romántica en una época llena de acontecimientos históricos: los primeros capítulos se dedican al estallido del trasbordador espacial Challenger y al cometa Halley, ambos acontecidos en 1986, los otros cuatro capítulos tendrán también en el centro a notables acontecimientos, australianos e internacionales, acontecidos este año.
‘The Newsreader’ hace también un encomiable y exitoso esfuerzo de ambientación. La época de los ’80 nos empapa sin remedio en todos los múltiples detalles que se ven y se sienten: localizaciones, estilismos, ambientaciones, detalles en cuanto a la tecnología dedicada a la elaboración de las noticias… Todo ha sido pensado, medido y cuidado para conseguir el máximo realismo, verosimilitud e inmersión de la persona espectadora. El resultado es inmejorable y espectacular. El esfuerzo ha merecido la pena y conseguido un producto redondo en cuanto a producción se refiere.
Un elenco que no desentona
Por si fuera poco, las actuaciones son algo a destacar también aquí. Anna Torv está fantástica, regalándonos una Hellen Norville frágil e intensa, profesional y orgullosa, ambiciosa y delicada, con un magnetismo y una energía interpretativa que se percibe y se goza cada vez que ella aparece en pantalla. Para mí, que la llevo siguiendo desde ‘Fringe’, su mejor papel sin duda -que ya es decir…
Tampoco desentona el resto del elenco, sabiendo mantener su autonomía y relevancia frente al magnetismo avasallador de Torv. Destacamos al inseguro Jennings de los primeros capítulos (Sam Reid), al reportero de guerra venido a menos Geoff Walters (Robert Taylor), o al redactor chulito y poco listo de Rob Rickards (Steve Peacocke) que dedica a volcar su frustración abusando de la joven ayudante de producción Noelene (Michelle Davidson), entre otros.
Canela en rama
‘The Newsreader’ (Cosmo) es la serie australiana más premiada de la historia del país, y lo es con motivo. Su producción cuidada, sus sólidas actuaciones, su dirección y realización de calidad, así como sus guiones sencillos pero narrativamente claros y directos a la nostalgia del espectador, consiguen construir una serie de calidad más que notable. Tanto, que en este 2022 generalmente flojo y anodino, la serie queda situada como una de las mejores series estrenadas en España durante el primer trimestre del año.
Por méritos propios, ‘The Newsreader’ merece un hueco en tu tiempo dedicado a maratonear series. Son seis capítulos, de poco más de cincuenta minutos cada uno, que son, todos y cada uno, canela en rama.