The Spirit of the Samurai — Análisis

The Spirit of the Samurai es un juego hecho con tecnología stop-motion que sigue los pasos de Takeshi, un samurái que debe proteger a su aldea. La amenaza de un oni que pretende conquistar tu aldea es más que suficiente para luchar por ella, a pesar contar con tengus y no muertos.

Japón nunca falla

La ambientación de un videojuego en Japón no suele defraudar, y este caso no va a ser la excepción. La mitología nipona es rica en su folklore, por lo que existen muchas opciones para ofrecernos enemigos y situaciones interesantes. Además, la importancia de diversificar los personajes jugables le suma versatilidad; el samurái Takeshi, un kodama y Chisai, un gato guerrero. Al más puro estilo teatro de marionetas, el movimiento y la acción stop-motion consiguen engancharnos visualmente.

Las armas también son bastante dispares: la clásica y confiable katana, el útil arco para distancias mayores, y una lanza para combates intermedios. Al derrotar enemigos conseguiremos experiencia para aumentar nuestros atributos y desbloquear nuevas habilidades. Además podemos mejorar nuestros combos para luchar, debiendo elegir posturas y optimizando nuestros movimientos.

Acción y exploración, pero poco backtracking

En The Spirit of the Samurai tendremos que avanzar a través de escenarios que a menudo se encuentran bloqueados. Ya sea por su exploración vertical o el tener que revisitar ciertas habitaciones, durante breves periodos del juego estaremos bloqueados. Sin embargo, en las situaciones que nos encontremos atrapados, no tendremos que volver demasiado atrás sobre nuestros pasos, ya que la solución suele encontrarse bastante cerca de nuestra posición.

Los combates son fluidos y apetece enfrentarse a ellos, teniendo que luchar de maneras ingeniosas para salir victoriosos. Con esquivas, parrys o enganchando combos con distintas posturas, el combate puede ser bastante versátil. Adaptando nuestra manera de jugar, además de desbloqueando nuevos movimientos, conseguiremos que los combates sean más letales cuando encontremos la manera más cómoda para enfrentarnos a nuestros enemigos.

Una diferencia de escenarios deslumbrante

No estamos hablando de una larga duración para The Spirit of the Samurai, pero sin duda tenemos una buena variedad de entornos. Desde los poblados típicos de campesinos japoneses, a cuevas y montañas, además de templos sacados de las pesadillas más retorcidas. La ambientación también es de elogiar, ya que nos sumerge de lleno en la cultura nipona, con sus decorados y detalles típicos que podríamos esperar de esta sociedad.

Algún que otro puzle, alguna sección plataformera…

Es una pena que The Spirit of the Samurai intente abarcar más de lo que debería, ya que a veces esto culmina en intentos vagos que no salen demasiado bien. Si nos centrásemos en una experiencia de acción y combate, estaríamos más tiempo cuidando aspectos derivados de ello. Pero si intentamos meter puzles, además de secciones con saltos que no terminan de cuajar del todo, o zonas de sigilo que no convencen del todo… Al final termina restando valor al total, en lugar de sumar, y es una pena porque posiblemente estas secciones menos tratadas se deban a falta de tiempo o de recursos.

Es cierto que se agradece una diversidad en la jugabilidad, pero es muy importante que todas las vertientes casen igual de bien. También es cierto que no se convierten en secciones muy pesadas en un juego de tan poca duración, por lo que tampoco llega a penalizarle en exceso. Sin embargo esto refleja que el equipo desarrollador puede llegar a hacer más por sus creaciones.

Donde realmente destaca es en su apartado gráfico

Durante esta reseña ya hemos hecho mención al cuidado estilo stop-motion del que The Spirit of the Samurai hace gala, pero la cosa no queda solo ahí. La recreación de un Japón campesino, varias veces devastado por oleadas demoníacas, está plasmado a la perfección. Los campos arrasados, algunas zonas en llamas y el humo o el polvo hacen que nos sintamos dentro de la historia.

Mención especial también a los efectos de luces y sombras, todo un plus para sumergirnos en el espacio que nos rodea. La variedad de entornos también suma, ya que existe una buena cantidad de espacios diferentes. El diseño de personajes es interesante, con características muy fieles a la época en concreto. No estamos hablando de una superproducción de presupuesto disparatado, por lo que su esfuerzo es más que merecido.

Los combates pueden ser algo engorrosos

En una sociedad de jugadores como la de hoy en día, o te encanta el frenetismo de los hack and slash o te fascina la estrategia souls. Los combates en The Spirit of the Samurai no tienen nada de malo, y podemos afrontarlos de diversas maneras según las posturas y combos que decidamos elegir. Pueden llegar a ser algo repetitivos, ya que una vez nos hagamos con los movimientos que más afines son con nuestro planteamiento, difícilmente cambiaremos de ataques.

Por lo general, cubriéndonos hasta encontrar el momento de atacar a nuestro enemigo ganaremos la mayoría de las veces. Esa anticipación a la acción no es el camino a tomar en este juego, y puede que a gran parte de los jugadores les choque. La monotonía a la hora de enfrentarnos a los enemigos, así como unos jefes que dan bastante pocos problemas, pueden no terminar de encajar con las expectativas de algunos jugadores.

Conclusión

La belleza de The Spirit of the Samurai reside en su espectacular tratamiento visual, su técnica stop-motion consigue captar nuestra atención de inmediato. Ambientado en un Japón repleto de mitología y asolado por las inclemencias del mismo, se refleja en los escenarios y la ambientación de los paisajes. De una duración bastante escasa podemos concluir que su aspecto visual es su fuerte, con unos combates que podrían ofrecer mucho más, estamos ante una aventura con raíces patrias que sin duda debemos darle una oportunidad.