The Warriors: de la película al vídeojuego
The Warriors, un juego basado en una película de culto de los 70, nos traslada a la América más profunda, más concretamente a Nueva York. En sus calles viviremos las peleas, persecuciones, robos y atracos más violentos y sangrientos jamás vistos en un videojuego, y tratándose de RockStar, esto no es moco de pavo.
El juego es capaz de alternar la acción más trepidante con el sigilo, algo que se agradecerá en algunas ocasiones para relajar y bajar nuestras pulsaciones, pues la tensión que se puede vivir en algunos momentos cuando eres perseguido por la policía o te ves rodeado de otros “gangs”, es realmente impresionante.
El juego nos traslada a un barrio marginal a finales de los 70 en el que controlaremos a los miembros de una banda: “The Warriors” (de ahí el nombre del juego). La historia comienza cuando Cyrus, el jefe de una banda rival, congrega representantes de otras bandas, y en medio de un discurso unificador, es asesinado.
Después de un espectacular intro aparecerá Rembrandt, un joven aspirante a The Warriors, que tiene que pasar la típica prueba de iniciación. Es entonces cuando nos pondremos a controlar lo incontrolable. El juego empieza con un tutorial para que aprendas a manejar a los miembros de tu banda, cada uno de ellos con características especiales o más desarrolladas, es decir, te podrás encontrar con Ajax, experto en el combate cuerpo a cuerpo o con Fox, un zorro: inteligente, escurridizo y muy rápido.
Hora de controlar la calle
Una vez que consigues pasar satisfactoriamente el tutorial, empezará lo bueno, la lucha por el control de las calles. ¿Qué como controlas las calles?, muy sencillo, para eso tendrás que matar, robar, pintar con spray en las paredes y un largo etcétera. El juego te da la opción de elegir, con cierta libertad (pues no se trata de un GTA en el que puedes avanzar por un vasto territorio) entre si quieres hacer las misiones lineales del juego, las fases en las que se ve la historia de los miembros, salir a la calle y mantener el orden en tu distrito o una de las apuestas más interesantes, el modo batalla, en el que se puede elegir los miembros de tu banda y zurrarte a puñetazos y patadas o bien con la CPU o con tu mejor amigo, aunque después de la paliza que os vais a dar, de amigo tendréis más bien poco.
Y es que además, el juego te permite jugar de forma cooperativa el argumento lineal, es decir, podrás jugar con un amigo y acabarte el juego como si lo hicieras tú solo pero pasándotelo mucho mejor, ya que con la ayuda de otro ser pensador, y no de la IA, los niveles de The Warriors se enriquecen y hará que disfrutes más colaborando con alguien con el que te puedes comunicar y hablar para pedir ayuda.
The Warriors te da la posibilidad de desenvolverte por los distintos niveles del juego de muy diversas formas, eligiendo si quieres un contacto más directo con el adversario o evitando las confrontaciones.
La Inteligencia Artificial de los personajes de The Warriors es realmente sorprendente, aunque a veces deja mucho que desear, por ejemplo cuando un policía se queda esperando mientras apaleas a su compañero, o bien, en algunas persecuciones, los miembros de bandas rivales pasan de largo. Al margen de esto, el número de órdenes que les puedes dar a tus compañeros, posibilita el que puedas acabar un nivel o simplemente salgas vivo de una pelea. También cabe destacar la ayuda que ofrecen los miembros de The Warriors sin que se lo órdenes, ya que cuando estás en el suelo a punto de ver tus sesos esparcidos por el barro, siempre habrá una mano amiga que te salvará el pellejo. Los peatones también tienen reacciones dignas de ver, cuando presencian una pelea, un atraco o un robo a un establecimiento, se largan “por patas” o bien son capaces de avisar a la policía y arruinarte la fiesta, pero cuando eso suceda, aparecerá un icono de exclamación sobre el transeúnte que debes eliminar para que no se chive. Decir que la dificultad del juego se acrecentada por los diferentes niveles que puedes elegir para acabar la historia, a cada cual más imposible.
Una experiencia rápida
La duración del juego es realmente un punto en el que flaquea, pues te lo puedes acabar perfectamente en unas 12 horas lo que es la trama principal, aunque con la opción de batalla y el multijugador, puede hacer que disfrutes del juego mucho más y a más altos niveles.
La jugabilidad es perfecta, aunque a veces se ve alterada por la cámara, que en muchas ocasiones, aunque la puedes rotar 360º, te puede jugar una mala pasada y no te permite observar a un enemigo que se acerca por un punto ciego cuando te estás encargando de alguien, o no sabes cuando estás rodeado de una banda al completo.
En cambio, la cantidad de combos que puedes realizar, te salvará más de una vez de acabar con tus huesos en el frío asfalto, eso junto con la posibilidad de recoger cualquier objeto que te encuentres y usarlo como arma, es algo que agradecerás sobre todo en aquellas situaciones en las que necesites huir y ponerte a salvo, momento en el que tendrás que tomarte algún medicamento para recuperar la vitalidad. No olvides nunca mirar en tu minimapa, allí se refleja adonde debes ir o que está pasando con tus compañeros.
Nunca dejes a tus amigos detrás, en una banda cuidan unos de otros. En muchas situaciones te verás obligado a reanimar a un compañero, evitar que lo apaleen o quitarles las esposas después de que haya sido detenido, recuerda que ellos lo harán por ti, son tu familia y debes cuidar de ellos, ya que si los pierdes a todos, se acabó el juego.
Un juego repleto de luces y sombras
Gráficamente, el juego podría haber dado más de sí, sobre todo en la versión de PS2, ya que a veces te da la sensación de que no estás jugando en una consola de última generación.
Las caras de los personajes principales del juego, están muy bien logradas, algunos de los gestos son bien identificables, y sus características físicas (ropas, color de piel, peinado, cara, etc.) te permite distinguir entre los miembros de tu banda, y más importante todavía, te permite distinguir a los miembros de bandas rivales, aunque estos últimos pecan de no poseer unos rostros muy diferenciados y bien definidos.
Los decorados son también algo que podría haberse mejorado ya que, muchas de las texturas no son lo suficientemente destacables, o bien los coches no parecen ser de metal o bien te da la sensación de que has pasado dos veces por el mismo sitio.
El sonido es realmente destacable, la música del juego, sacada de aquellos maravillosos 70, acompaña con la ambientación, y el ruido al golpear a tu oponente estremece el cuerpo, oirás como los distintos objetos hacen ruidos singulares cuando chocan contra la débil carne y los frágiles huesos. Puedes golpear a un sujeto hasta que vomite incluso sangre y ya no pueda levantarse, y todo eso lo escucharás con quejidos y sollozos. Mientras camines por las calles, te tropezarás con distintos objetos, todos ellos rompibles por lo que emitirán ruidos muy peculiares, incluso cuando rompes un cristal de un escaparate y salta la alarma.
Ahora sí, se echa de menos un doblaje, pues aunque esté traducido al castellano, te pierdes parte de la acción leyendo, y más aún cuando aparece un video emocionante pero tienes que echar la vista abajo para saber que se cuenta en él. O simplemente las conversaciones que mantienes durante el juego con vagabundos, miembros de tu banda u otros transeúntes, por lo que se te hace necesario unos conocimientos avanzados de inglés, ya que muchas veces, por no decir casi siempre, se habla en jerga americana, algo que te teletransporta aún más a el ambiente de barrio marginal.
Conclusiones sobre The Warriors
Por último, y como conclusión decir que, aunque haya varios juegos parecidos a The Warriors, jugar a este te aportará sensaciones nuevas, y aunque suene salvaje, disfrutarás propiciando palizas a diestro y siniestro o haciendo el cafre en los distintos comercios. La sensación de poder y control sobre una banda, te hará sentirte dueño y señor de las calles de Nueva York, y revivirás las historias malditas de aquellos que margina la sociedad, lo pandilleros.
Es un juego muy recomendable, sería bueno tenerlo en tu estantería con otros como el Grand Theft Auto, aunque no tiene, ni mucho menos la misma libertad, pues nos movemos por escenarios con una marcada línea y con edificios que nos dirán por donde ir, o cualquier otro Beat’em up de esos que juegas una y otra vez.
En definitiva, aceptables gráficos, buena jugabilidad, increíble sonido y excelente ambientación con una historia muy profunda y que engancha. No lo pienses y disfruta de un juego que hará las delicias de los más exigentes.