Como podemos leer en la web de The Waylanders, «es un RPG fantástico, inspirado en clásicos como Dragon Age: Origins, Neverwinter Nights 2 o Baldur’s Gate«. Quizás con mencionar esos tres títulos ya será digno de darle una oportunidad para más de un jugador, pero la cosa no queda ahí. Lo que lo hace todavía más atractivo es su emplazamiento, en una Galicia medieval, rodeada por los mitos celtas.
Finalmente The Waylanders ha dado su salto a juego completo después de una buena temporada en acceso anticipado. La historia está escrita por guionistas integrantes de ciertas aventuras episódicas (The Walking Dead, Batman: The Enemy Within, Guardianes de la Galaxia), del universo Fallout, Dragon Age, Mass Effect, Baldur’s Gate y Star Wars: Jedi Fallen Order. A esto se le suma la música de la mano de Inon Zur (Fallout 4, Dragon Age: Origins, Crysis…), y el aspecto técnico lo comentaremos más adelante.
The Waylanders ha estado mucho tiempo en acceso anticipado
Este tiempo ha servido para escuchar las impresiones de los jugadores, arreglar ciertos aspectos a tener en cuenta y pulir el gameplay. No significa que el juego esté exento de problemas, pero sí que se ha recorrido un camino muy sacrificado para llegar a este estado. Algunas cosas se han cambiado, otras mejorado, y otras han continuado ya que su base era sólida (por ejemplo el uso y gestión de nuestros compañeros).
Entre las mejoras que ha sufrido en su puesta a punto, se han mejorado las animaciones de los personajes y su expresividad. A pesar de no ser un proyecto AAA cuenta con personal que ha estado en entregas más ambiciosas. No solo guionistas y el mencionado encargado de la banda sonora, sino actores de doblaje en inglés que no mencionaré para no alargar tanto este análisis, pero son dignos de reconocer en su trabajo.
La historia es interesante a ratos
Me da mucha pena que la historia me llame la atención a la vez que me aburre en ciertos intervalos de tiempo. Estos altibajos pueden hacer que algunos jugadores se planteen abandonar la experiencia que tiene que ofrecernos The Waylanders. Quizás si buscas algo diferente a la típica fantasía oscura te merezca la pena quedarte y aguantar el tirón. Las diferentes decisiones que tomemos a lo largo de nuestra aventura tendrán consecuencias, así que no podemos jugar tan a la ligera.
Es muy curioso cómo se centran en la mitología celta, pero también escarban en otros aspectos como la egipcia, griega o romana. Entrando muy poco en la historia para evitar destripes, daremos saltos en el tiempo para hacer frente a una corrupción. Para ayudarnos en nuestras batallas tendremos que manejar hasta cinco personajes en combate. Algunos de nuestros compañeros son más útiles que otros, y ciertas habilidades pueden ser bastante desechables, pero en la variedad está la virtud.
La personalización es bastante buena, ya que podremos elegir entre 6 clases básicas y 30 avanzadas, con distintas razas y posibilidad de personalización. La curva de dificultad es un tanto extraña, porque aunque empecemos sufriendo un poco, conforme desbloqueemos habilidades subiendo de nivel y nos hagamos al peculiar sistema de combate se nos puede convertir en un paseo. Existen algunas incongruencias como las curaciones, las estadísticas de algunas magias (personajes que curan más que los propios magos) o la regeneración de maná entre combates, pero no de vida.
Un embrollo medieval en las estadísticas
Cuando subimos de nivel se nos otorgan puntos de característica y de habilidad. Es muy importante estar atento a la hora de repartirlos, porque no nos bastará con la intuición de sus apartados. Por poner dos ejemplos, subir agilidad no nos hará esquivar más ataques, sino que aumentará nuestra posibilidad de lanzar críticos; fuerza no nos hará pegar más fuerte, sino poder aguantar más ataques enemigos.
Del mismo modo, subir las estadísticas es más sencillo mediante el equipamiento, que por lo general llega bastante tarde en nuestra aventura. No encontrar equipo que realmente mejore las estadísticas del principal es algo que puede llevarnos a creer que no estamos progresando como deberíamos. Siguiendo con las incongruencias, la IA de los compañeros a veces es exasperante, llegando a abalanzarse sobre enemigos lejanos o que no se percatan de nuestra presencia.
Para intentar subsanar el problema de la IA tenemos tres modos para ellos: en pasivo no harán apenas nada, en medio atacarán pero sin emplear habilidades, y en agresivo irán a tope. A tope quiere decir que van a consumir maná como si no hubiera más combates en el juego. También tenemos la posibilidad de elegir una formación, que nos dará ventaja estratégica a la hora de enfrentarnos en combate.
El apartado artístico está bien, pero tiene sus defectos
Uno de los aspectos que es más notable son las texturas y el modelado tanto de personajes como del entorno. Algunos de los emplazamientos como la Catedral de Santiago lucen de una manera impresionante, así como la paleta de colores que podemos ver en determinados entornos como la vegetación. Los personajes también están cuidados, con un aspecto interesante y unas animaciones mejoradas respecto a sus inicios. Hay que tener en cuenta el origen modesto del equipo de desarrollo, y es un trabajo bastante meritorio.
Hemos hecho mención anteriormente a la banda sonora del juego, y es que este aspecto es una delicia para el jugador. No podría decir lo mismo del aspecto jugable, ya que aunque se supone que vendrá traducido y doblado al castellano, llegamos a una parte de la aventura que por fuerza está en inglés (los textos, porque del doblaje no oiremos nada en español por el momento). La cámara tiene serias dificultades para moverse con soltura, además de una navegación por los menús algo liosa y mejorable.
Conclusión
The Waylanders es un juego que bebe de las grandes sagas con las que todo jugador ha coqueteado. Su diferenciación reside en algunas mecánicas, una historia bien fundamentada y un buen plantel de profesionales. Su origen independiente y el emplazamiento en una localización nacional hacen que nos interesemos más por la cultura y los diálogos que nos ofrecen. La curva de dificultad es extraña, un comienzo bastante duro que puede hacer recular a los jugadores menos experimentados. Después de tanto tiempo en acceso anticipado todavía tienen que pulirse ciertos aspectos, pero si continúan con su trabajo constante puede convertirse en un referente a tener en cuenta. Es una experiencia larga que puede darnos mucho juego, pero aún falta mucho camino por recorrer.
