Ha vuelto la segunda temporada de una de las mejores series del año pasado: ‘The White Lotus’ (HBO). Mike White ha llevado esta vez su propuesta de resort de lujo desde las aguas del pacífico a las aguas mediterráneas de la bella Sicilia. La cultura italiana llega a nuestra pantalla en estos primeros minutos con su hermosa arte, su animosa música, su bella lengua y sus increíbles paisajes. Haciéndonos ver que estamos ante una serie que, en principio, se renueva y se distancia respecto a la primera temporada.
De pronto, comienzan a aparecer los personajes y, en unos pocos minutos, nos comienza a embargar la sensación de que esto ya lo habíamos visto antes. No son las mismas personas, excepto Tanya (interpretada por Jennifer Coolidge) que repite vacaciones en un White Lotus, pero se les parecen: la pareja joven enamorada, el cincuentón en su crisis de la mediana edad y con problemas familiares, la pareja de jovencitas sin saber muy bien qué hacer con su vida…
«The White Lotus» mantiene las esencias, amplía el elenco de personajes y desarrolla alguna línea argumental adicional para enriquecer la trama y combatir la sensación de tedio
Son más personajes y diferentes, sí, pero en lo básico se nos quiere seguir hablando de lo mismo: utilizar este resort como reflejo de una sociedad que, en sus distintos perfiles de edad y circunstancia, todas coinciden en lo mismo: la inadaptación, la incomodidad o el disgusto con el mundo y con el tiempo en que les ha tocado vivir.
Además, se repite aquí el que parece ser otro leitmotiv de la serie: el misterio respecto a un grupo impreciso de huéspedes que, sabemos, aparecen muertos por ahogamiento después de una semana en el complejo vacaciones. ¿Quiénes son y cuáles han sido las circunstancias que los han llevado hasta ahí? Precisamente, todo lo que sucederá en la serie va a ir enfocado a desarrollar la tensión narrativa que nos mostrará, al final, cómo se ha llegado hasta allí y, de paso, las circunstancias de quienes sí han seguido en pie.
Una segunda temporada que está a la altura
Mike White ha optado, entonces, por un desarrollo clásico cuando de la segunda temporada de una serie de éxito hablamos: mantiene las esencias, amplía el elenco de personajes y desarrolla alguna línea argumental adicional para enriquecer la trama y combatir la sensación de tedio. Y lo hace con la habilidad del orfebre que ya demostró en la primera entrega, con un recurso a los trucos de guion tan claro como sutil, usando imágenes de recurso de los paisajes para que no perdamos el hilo de su sentido vacacional.
Eso sí, al ampliar el elenco, la presentación de los personajes es más pausada, sus matices tardan más en tomar cuerpo, y las tramas no quedan en este primer episodio tan claras como sabemos que White es capaz de conseguir. Con todo, nos deja con ganas de seguir viendo y esperando a los próximos episodios.
Mientras tanto, nuestra recomendación es que no os perdáis la segunda temporada de ‘The White Lotus’ (HBO). Merece la pena y está a la altura de lo que esperábamos de ella.