De nuevo el arte corre a manos de Michael Dialynas con color de Josan Gonzalez. Ya desde el principio os aviso que la lectura de este tomo se hará complicada, pues utilizando el recurso de la elipsis narrativa, muchas son las cosas que han cambiado desde el desastre de Nuevo Londres y la perdida de Adrian Roth. En los oscuros arboles bajo la lluvia descubriremos que Karen Jacobs es ahora
Mediante dicha sustancia Dialynas puede experimentar haciendo un dibujo más evanescente y psicodélico que además desata todo el potencial creativo de Gonzalez. Por parte del resto de chicos, Ben va a descubrir que lograr salir con Isaac no es el sueño que él había pensado. Sanami y Maria junto con Sander que parece haber dejado atrás Nuevo Londres para venir al instituto se encargan de gestionar toda la red de comercio y relaciones entre los recién llegados y los antiguos colonos, mas tienen que hacer frente a la amenaza de Cassey, el odioso hermano mayor maltratador de Calder, que ahora quiere lograr los votos para ser el gobernante de Bay Point gracias a ser el principal suministrador de la droga de los recuerdos. Calder se encuentra desaparecido en el momento de empezar la acción y hasta Mister Róbot parece ocultar un extraño secreto relacionado con el bueno de Adrian.
Toda la trama se focaliza en dos puntos, en el primero Cassey pretende hacerse con el control de Bay Point y arrebatarselo a María y a Sanami, no dudando en utilizar las vidas de los pobres adictos y cualquier recurso a su disposición para lograrlo. El otro es el descubrimiento por parte de Karen de una extraña marca en una de las bestias del bosque, al parecer hay más enviados aparte de nuestros chicos y los habitantes de Nuevo Londres.
Es fascinante como pese a la incomodidad de no saber lo qué ha pasado, seguimos devorando esta serie, sorprendiéndonos pero asumiendo en pocas viñetas los nuevos status de todos lo personajes.
Dialynas ya ha hecho suyo el bosque y por ello todas las secuencias de caza y rastreo de Karen o los deambulares de Calder, siguen transportándonos a ese fascinante entorno que palpita con voz propia. Calder me parece la evolución más sorprendente de todas, de ser el protagonista casi indiscutible y redimirse a volver a caer en las garras de su hermano y de la adicción. De nuevo los efectos visuales de cómo ve el mundo alguien que ha tomado los polvos es sin duda otro de los portentos visuales de este tomo, pues puede pasar de la epicidad de ver a Sander como un gran caballero andante a un viaje alucinógeno propio de los sesenta.
Tynion ha creado su propia demografía y leyendas como la del Desierto de Cristal o “Los Hijos del Sol”. Con tan solo cuatro números ha logrado retorcer y volver aún más rico y complejo el mundo de “The Woods”. Para todos aquellos amantes de las tensiones políticas, el número final de este tomo os va a resultar una delicia. Porque lo bueno de esta serie es que no hay tópicos escritos y todo puede pasar con la ambición adecuada y creedme de eso tiene y mucha Cassey.
Es de reseñar que el aspecto estético de la Horda por parte de Dialynas, esa mezcla entre muertos vivientes y rigurosa uniformidad de principios del siglo XX nipona funciona visualmente y muy bien, esa legión de monstruos y tecnología reconvertida al privitivismo.
Y de nuevo un nuevo secreto que se activa, algo nuevo se abre en las entrañas de The Woods pero de nuevo Tynion va a hacernos esperar hasta el próximo tomo.
Sin duda una de las compras imprescindibles, Tynion ha logrado hacer crecer a sus personajes de una forma coherente y atrevida con cambios de guión y apuestas que hacen que sea una serie a tener en cuenta como una de las referentes en cuanto a guión, entretenimiento y ritmo, deseando que tenga la oportunidad de ser al fin lo que parece una gran serie de televisión. Nos vemos en el próximo paseo por los árboles del bosque, tened cuidado con la Horda y el polvo.