En una industria sobrecargada de juegos donde prima la acción y la adrenalina se agradece ver que se sigue apostando por juegos menos convencionales pero que pueden subir igualmente tus pulsaciones. Es el caso de Theatrhythm Final Bar Line, el tercer juego oficial musical de esta franquicia, que nos trae un maravilloso viaje a través de las composiciones más populares de sus Final Fantasy más reconocidos.
Han pasado nueve años desde que Square Enix publicara el último juego de esta saga para Nintendo 3DS con Final Fantasy: Curtain Call. Desde entonces, poca esperanza había de una tercera entrega ya que la popularidad que pueda tener estos juegos con los numerados es bastante inferior. Sin embargo, eso no quita que sean bastante disfrutables, sobre todo porque uno de los apartados donde ha brillado y sigue haciéndolo es en el musical. Las bandas sonoras de sus juegos a cargo de compositores como Nobuo Uematsu, Masashi Hamauzu o Yoko Shinomura entre otros, son historia ya del videojuego, y poder disfrutar de todas ellas en una misma entrega es una completa maravilla y uno de los mejores homenajes que se le podría hacer a la saga.
*El siguiente análisis ha sido posible gracias a una copia facilitada por Square Enix para la plataforma de PlayStation 4.
Precioso homenaje musical a toda la saga
No importa qué modo de juego de los que tiene Theatrhythm escojas, pues todos ofrecen un gran homenaje a cada juego de la saga. Aunque deberemos realizar las Misiones de Serie para poder ir desbloqueando todos los juegos y sus temas musicales, es en esta sección donde se repasan los acontecimientos y temas más icónicos de cada Final Fantasy numérico, así como del remake del VII, Mystic Quest e incluso de otros juegos como Crystal Chronicles, Dissidia o Final Fantasy Tactics entre otros.
En total tenemos 46 álbumes diferentes de inicio y al igual que en las anteriores entregas musicales, nos presentarán un recorrido a seguir con diferentes caminos, cada uno ofrece un tema y un reto a superar que nos dará una recompensa si lo conseguimos completar. Al haber varios caminos, aunque todos llevan al mismo sitio, nos obliga a repetir el nivel dos o tres veces si queremos conseguir todas las recompensas.
El sistema de batallas, aunque no lo parezca, es el clásico JRPG por turnos pero musical. En vez de elegir comandos, pulsaremos el botón en el momento preciso al compás del tema y cada personaje atacará y usará sus habilidades contra los enemigos, siendo nuestra exactitud al dar la nota el daño que le haremos al contrincante. Aunque no podemos lanzar comandos a voluntad como en los juegos clásicos del género, al subir de nivel aprenderán habilidades y ataques que podremos equiparles y que ellos usarán convenientemente en la batalla.
Divertida jugabilidad aunque algo desaprovechada
La idea que busca potenciar Theatrhythm es la de rememorar los momentos más importantes de cada entrega. Por este motivo, potencia escoger a los protagonistas de cada juego en su serie, pero no es un requisito obligatorio, aunque si eres fan y has jugado a los clásicos, jugar el tema One Winged Angel con Cloud y compañía es mucho más emocionante que hacerlo con protagonistas de otras entregas.
No todo son batallas, hay otros escenarios un poco más tranquilos o cinematográficos. Tenemos también los “paseos” por los escenarios, que son algo más tranquilos y que van acompañados de escenas de video de fondo. Aunque la mecánica va a ser igual en todo tipo de escenarios (tocar los botones al ritmo de cada nota musical), no quita que se agradezca que haya cierta variedad en los niveles.
Sin duda, la jugabilidad de esta entrega es muy divertida y puede llegar a ser bastante desafiante, pero está un poco desaprovechada. Partimos de la base de que estos juegos nacieron en la 3DS, que se jugaban con el lápiz óptico y ofrecía una sensación más inmersiva, ya que sentías más al tocar cada nota que en un mando de consola. Además, se siente algo desaprovechado puesto que todas las notas, salvo las que hay que tocar dos a la vez, pueden ser tocadas con cualquier botón. Se podría haber subido el nivel poniendo cada nota de color a un botón específico y que de este modo, su jugabilidad fuera más interesante, aunque esto no quita que el juego no pueda ser muy desafiante.
Cuatro modos de juego y muchos coleccionables
Al igual que en las anteriores, existen cuatro modalidades de juego que va de menor a mayor dificultad (Básico, Experto, Definitivo y Supremo). Todas requieren cierta concentración pero a partir del nivel definitivo la cosa se pone más complicado, lo que hace que este juego pueda ser una experiencia perfecta para disfrutar sin muchas presiones, o un gran reto para los más exigentes. Además, podemos jugar de forma online contra otros jugadores o local con un compañero, un modo que se agradece ver en este tipo de juegos, ya que es una genial opción para echar un partidita rápida con un amigo.
Completar al cien por cien este juego va a requerir de muchas batallas, enfrentamientos online y cumplir ciertos requisitos de sus temas para conseguir todo el contenido adicional. Dicho contenido, llega en forma de recompensas que se guardarán en el museo del juego, y agrega videos recopilatorios, imágenes de protagonistas y sobre todo las canciones desbloqueadas del juego.
En cuanto al apartado de Escenarios Musicales podemos disfrutar de temas exclusivos fuera de las misiones, con esas canciones en forma de video recopilatorio del juego, temas como Real Emotion de Final Fantasy X-2, Suteki Da Ne de Final Fantasy X o Hollow de Final Fantasy VII Remake parte I. pueden disfrutarse solo en esta sección. Aunque no todo el contenido del juego es de esta franquicia, ya que Square Enix ha ido más allá y ha incluido temas de NieR,SaGa, Live a Live y Octopath Traveler, ofreciendo así un catálogo bastante extenso que da para muchas horas de diversión musical.
Estética chibi, marca de la franquicia musical
En cuanto a su estética, vuelve a tirar de ese estilo chibi tan adorable que lo hizo destacar desde su primera entrega para Nintendo 3DS. Tanto los héroes como los enemigos tienen ese diseño tan colorido y llamativo que hace que su apartado estético sea resultón y que además encaja perfectamente con el tono del juego. Por otro lado, los escenarios también tienen su propio encanto, algunos más que otros, pero resulta emotivo recrear momentos importantes en un entorno con este estilo artístico tan de cuento de marionetas.
Sin duda, como punto negativo, resaltamos que es una lástima que se haya quedado en una versión 2.0 de lo que ya hemos visto en sus predecesores. La jugabilidad se podría haber hecho un poquito más interesante y evolucionada de lo ya visto, ya que no trae consigo nada original aunque eso no le quita que sea un juego bastante ameno, accesible y disfrutable.
En definitiva, Theatrhythm Final Bar Line no es un juego para todo el mundo, pero tampoco pretende serlo. Aunque muchos de sus temas son icónicos, no va a transmitir lo mismo a una persona que le gusta la franquicia y va a revivir momentos específicos de cada aventura, que a alguien que juega puntualmente alguno de sus juegos. Sin embargo, si eres fan, este juego es un imprescindible para ti ya que es una sincera composición que ensalza la gran labor de los compositores de cada una de sus entregas.