Los no muertos, muertos vivientes, zombies o infectados han sido un recurso muy utilizado durante los últimos años en el mundo de los videojuegos y el cine. Podríamos enumerar una gran multitud de producciones como The Walking Dead, World War Z o videojuegos como Fallout que han hecho las delicias de los aficionados y trasladándolos a una dimensión totalmente única. Sí que es cierto que este tipo de temáticas ha ido decayendo durante los últimos años, pasando de algunas entregas sobresalientes y brillantes a otras deficientes que engrosan muchas de las decepciones que nos ha dejado la actual generación de consolas.
Hoy llega el turno de hablar de la última producción de Numantian Games, bajo el nombre de They Are Billions y que promete una experiencia apocalíptica dentro de una estética steampunk. Además del título que nos centra encontramos otro de sus buques insignia en los últimos años: Lords of Xulima; entrega que nos proporciona algo más de una centena de horas de diversión en un RPG de fantasía con vista cenital. Algunas de las características que vimos Lords of Xulima han sido extrapoladas en They Are Billions, garantizando mecánicas profundas y bien diseñadas al mismo tiempo que se garantiza mucha diversión.
El estudio afincado en nuestro país nos trae un entretenido título que mezcla varios géneros entre sí y aunque en el papel pueda sonar algo extraño todos casan de forma notable. Por un lado, encontramos tintes de RTS exprimiendo un componente estratégico, al mismo tiempo que se introduce una pequeña temática tower defense y que al mismo tiempo obliga a gestionar los recursos que tengamos. Inicialmente nuestras partidas pueden alargarse hasta un máximo de 150 días, todos ellos con la duración y paso del tiempo que establece el juego. Una de las principales ventajas para aquellos usuarios más novatos es la opción de utilizar el máximo de días ya que se proporcionarán muchos más recursos y al mismo tiempo hacer toda una tarea más sencilla.
Un RTS que bebe de varios géneros
Sobrevivir, ese será el objetivo principal de la partida, enfrentándonos al mismo tiempo a múltiples hordas de enemigos cuyo único objetivo es el de invadir nuestra base y acabar con los que allí habitan. Sin comerlo ni beberlo y tan sólo interactuando con un par de menús estaremos dentro de la partida, obligándonos por prueba y error a descubrir los comandos más básicos. No habría estado de más incluir indicaciones mediante un tutorial de una extensión no muy considerable o almacenar las instrucciones en fichas que poder consultar. Sea como fuere nos centramos desde el primer minuto en su modo supervivencia, en el que se generará de forma aleatoria un mapeado donde se localiza nuestra base. La ausencia de tutoriales, misiones introductorias o simplemente una guía son algunos lastres que continúa teniendo They Are Billions, por lo que arrastraremos ese mismo problema en nuestras primeras horas.
La construcción y recolección de recursos son el ABC de esta experiencia. En primer lugar, destacamos la construcción de edificios, los cuales comenzarán a generar recursos de diferentes tipos que podremos usar a nuestra conveniencia. Uno de los más básicos es un hogar para todos los supervivientes en este yermo, que irán multiplicándose durante el paso de días ayudándonos a derrotar enemigos o generar construcciones de forma más veloz. Otras útiles pueden ser un aserradero, lugares donde formar pescadores o cazadores, plataformas petrolíferas o canteras en las que explotar minerales. Todo esto nos dará muchos materiales y dinero que habrá que ir gastando con inteligencia para ir avanzando a lo largo de los días.
Estudia tu siguiente paso
Un aspecto bastante interesante lo encontramos en una serie de árboles de habilidades que, a pesar de ir desbloqueándose lentamente, son gratificante obtenerlas y que facilitarán y mucho la tarea. Como buen RTS es un título con un ritmo pausado, que exige concentración y al mismo tiempo estar pendiente de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Si bien es una experiencia lenta y al mismo tiempo exigente, sí que será necesario guardar la partida con frecuencia para no perder los progresos obtenidos, algo que se realiza eficientemente gracias a su sistema de guardado automático. Durante los primeros compases nos encontraremos edificando y creando, pero en el momento menos pensado podríamos enfrentarnos a una horda de enemigos, por lo que se necesita concentración y estar pendiente prácticamente de todo lo que te rodea.
Algo muy acertado lo encontramos en su sistema de generación de mapeados con el que se nos creará uno totalmente diferente al comienzo de una partida, dando siempre algo totalmente distinto sin llegar a aburrir. En algunas encontraremos posiciones de la base mucho más beneficiosas, otras con peores accesos a los recursos, pero es ahí donde reside la auténtica gracia. El quid de la cuestión se halla en cuando las hordas decidan atacar, ese será el momento en el que demostrar si estamos totalmente preparados. Hemos de decir que es una experiencia muy exigente desde su modalidad normal, pero se disponen de varias dificultades con las que reducir la dificultad y convertirlo en un juego accesible.
Una interfaz clásica
En aspecto de interfaz hemos de decir que nos recuerda a RTS clásicos de PC cómo Warcraft y Starcraft, ofreciendo una interacción muy similar. Esto es algo que en PC funciona de manera correcta, no en el caso de las consolas que hacen que esta tarea sea más complicada y engorrosa. No hubiera estado de más la opción de agregar sensibilidad a los stick para mover el puntero a mayor velocidad, aunque tal como se ha implementado se deja jugar, pero no a los niveles de agilidad que permiten los compatibles. Visualmente cumple con creces su cometido, otorgando una gran fluidez en momentos en los que se masifican grandes cantidades de enemigos, sin sufrir ningún tipo de ralentización. Los diseños han sido creados con acierto y otorgando mucha personalidad a los personajes y enemigos.
Esto es todo lo que os podemos contar de They Are Billions. Es un RTS de gran dificultad y que será disfrutado sobre todo por los más veteranos del género. Si pudiéramos resumir esta experiencia en una frase sería la de difícil pero gratificante, proporcionando múltiples elementos que manejar a nuestro antojo, clases de personajes y enemigos a los que derrotar. Si títulos como Warcraft o Starcraft te fascinaron y buscas una buena experiencia RTS, este título no te decepcionará.