El pasado 23 de febrero Norma publicó el tercer tomo del manga “The legend of Zelda. Twilight princess”. Obra del dúo Akira Himekawa, adapta el famoso videojuego homónimo de Nintendo de la cual soy fan absoluta, como ya he ido declarando desde el primer volumen (reseña aquí). Y la verdad es que la continuación de la historia bien ha merecido los cuatro meses de espera, pues ha sido todo un derroche de emoción y épica. Pero empecemos por el principio.
Este artículo puede contener spoilers de los dos primeros tomos del manga, así que, si no los has leído, te recomiendo que vayas a la primera reseña, donde podrás conocer de qué va esta serie.
Tras rescatar a los espíritus de luz de Latoan y Farone, Link se interna en el bosque en dirección a la Montaña de la Muerte para liberar al resto de los espíritus y rescatar a los niños de Ordon, secuestrados por los bokoblin. Pero para llegar hasta ellos el joven tendrá que adentrarse otra vez en el reino del Crepúsculo (y por lo tanto convertirse en bestia). Y, quizá, aceptar que solo el Héroe elegido por las Diosas será capaz de enfrentarse a todos los obstáculos que aún le esperan.
Este es solo el inicio de un tomo que adapta algunas de las mejores escenas del videojuego, que los fans disfrutaremos reviviendo desde una perspectiva nueva. Además, hacen su aparición personajes y ubicaciones memorables como son Kakariko y sus habitantes (Leonardo, los goron, Don Mechas…) y se producen reencuentros épicos, como el de Epona o el lobo dorado, que al fin desvelará su identidad (más o menos). Todo ello en una trama llena de sorpresas y de giros inesperados que le dan un aire refrescante a la adaptación.
“Twilight princess” es el manga más largo de la franquicia The legend of Zelda (aunque en principio se estimaba que contase con 4 tomos, el cuarto fue publicado en Japón en enero y la historia aún sigue abierta), por lo que el dúo Akira Himekawa ha tenido más espacio para desarrollar a fondo tanto la historia como sus personajes, cosa que no ocurre en las otras adaptaciones. Esto se nota sobre todo en la personalidad de Link, que se convierte en un personaje que va más allá de ser el héroe porque sí.
Una soledad que solo mitiga Midna, cuyo carisma y la química que comparte con su compañero siguen conquistando al lector. Poco a poco la relación entre ambos va fortaleciéndose, y por más que ella luche por ocultarlo, en este tomo nos mostrará un pedazo de su pequeño corazoncito.
“Twilight princess” 3 es el tomo más emotivo hasta ahora, y es que adapta una de las escenas más desgarradoras del videojuego: el encuentro de Link lobo con los espíritus de los niños de Ordon. Si ya fue duro cuando lo jugué, experimentarlo desde el punto de vista de un Link con personalidad propia te hunde en la tristeza, y he de admitir que a mí me hizo soltar alguna lagrimilla (y, por supuesto, sonreír después).
También es muy emocionante (aunque de forma más épica), la recreación de la lucha en el puente contra el Rey Bokoblin. Uno de los momentazos tanto del videojuego como del manga, que gracias al buen hacer de los mangakas derrocha épica y acción vertiginosa a raudales, y hace que se te acelere el corazón. Justo por estas dos escenas, estamos ante el mejor tomo del mejor manga de Zelda.
Solo tengo alabanzas para el apartado artístico de Akira Himekawa: de grandísima calidad, capaz de transmitir emociones con facilidad y de elaborar escenas de batalla complejas de forma detallada. Si el dúo ya me había convencido en anteriores adaptaciones (todas o casi todas las de TLOZ las han hecho ellos), con esta se superan.
Y, cómo no, agradecer a Norma por su profesionalidad y el mimo que ponen a cada uno de sus tomos, pero sobre todo por traer “Twilight princess”. Cada volumen que leo me reafirma en lo que ya dije en la primera reseña: estamos sin duda ante la mejor leyenda de Zelda en formato manga. Por su épica, su madurez, el desarrollo de sus personajes y los giros de su trama, capaces de contentar hasta a quienes hemos jugado mil veces al videojuego. Como siempre, este manga es un producto de merchadising pensado para fans, pero incluso si no conoces The legend of Zelda (ponle remedio, por favor, porque te estás perdiendo uno de los grandes placeres de la vida), este manga puede llegar a gustarte, porque es la única adaptación que, a mi entender, funciona independientemente de su juego. Así que amantes del shonen en general, aquí tenéis una buena opción para añadir a vuestra colección.
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