Muchas veces creemos que todo a nuestro alrededor es inmutable, que hemos llegado al Fin de la Historia y que poco o nada va a cambiar en el futuro. Pero a veces, los acontecimientos se precipitan y nos sobrepasan y lo que pensábamos que duraría eternamente, desaparece en un abrir y cerrar de ojos, dejándonos sin recursos filosóficos o mentales para describirlo.
Algo así debió pasar cuando se disolvió la Unión Soviética. Aunque era un estado joven, se había afianzado como potencia mundial de importancia trascendente y su inmutabilidad parecía establecida como precepto. Sin embargo, en 1991 desapareció para siempre.
¿Qué vivió la gente que la habitaba? ¿Qué pensaron que ocurriría? ¿Cómo se lo tomaron? Esas preguntas y otras son las que viene a resolver Alexei Yurchak, nacido en Leningrado en 1960, una de las últimas generaciones de jóvenes que vivió su juventud en la URSS y la vio caer. A través del término “hipernormalización”, en «Todo era para siempre hasta que dejó de existir», nos cuenta cómo los jóvenes de su época experimentaron la transformación del gigante y su disolución, enlazándolo con nuestro propio presente.
Yurchak es antropólogo, actualmente profesor en la Universidad de California. Se ha dedicado a estudiar las transformaciones de su país natal, desde el poststalinismo hasta la perestroika y obtuvo el título de doctor en la Universidad de Duke, Carolina del Norte, en 1997.
Originalmente publicado en 2005, “Todo era para siempre hasta que dejó de existir” llega ahora a nuestro país con la traducción de Teresa Arijón. Se publicó el 8 de abril de 2024 y cuenta con 432 páginas en edición rústica en la editorial Siglo XXI.