Este segundo tomo abarca todo el año 86 y parte del 87, la gran consolidación del fenómeno Transformers, con la aparición de gran cantidad de nuevas figuras, episodios de la serie y el gran éxito de su película animada, a cargo de Nelson Shin. Los Transformers eran los juguetes más deseados por los niños de los ochenta, como de ello da buena cuenta en su artículo introductorio, el experto en juguetes y coleccionismo, Mark W. Bellomo.
El tomo arranca con “Rock y a Rodar”, una divertida historia de presentación en la que Bumblebee será el encargado de explicar las costumbres de la Tierra a los recién activados Graple, Hoist, Smokescreen, Skids y Tracks, unos autobots durmientes en forma de consciencias computerizadas, dentro del Arca a los que Optimus trae de vuelta como refuerzo en la lucha contra Megatron, Shockwave y el resto de decepticons. Es un número lleno de situaciones divertidas en las cuales nuestros robots favoritos se las verán con el sosias de Bruce Springsteen que en este mundo se llama “Brick Springstern” con su “Tenth Avenue Band” y que toca su gran éxito “Born in America”, todo un divertimento para los fans del “boss”.
Como no todo van a ser robots gigantes, por aquí tenemos de vuelta a Walter Barnett y la I.I.I (Instituto de Información e Inteligencia, la rama gubernamental encargada de tratar con el problema transformer), también está el millonario empresario,el Sr. Blackrock, personaje que misteriosamente irá desapareciendo paulatinamente de la trama pese a la gran importancia que tuvo en el tomo anterior.
En “Yo, el amo de los Robots”, se nos presenta a Donny Flinkeberg, un guionista fracasado en la Marvel Cómics de este mundo (atentos que hasta hay visita por sus oficinas), creador de un personaje conocido como “El Amo de los Robots” y que en un gran ejercicio de divertida coherencia por parte de Budianski, va a ser utilizado como cortina de humo para explicar a la población el problema transformer por parte de la I.I.I. Un personaje un tanto controvertido pues la principio parecía clara la intención de Perlin de que fuera una mujer, pero que en números sucesivos tornará en un egoísta hombre, un astuto personaje que sabe cómo aprovechar las oportunidades. Veremos a un frustrado y debilitado Megatron por las acciones de Shockwave, menos mal que puede contar con la lealtad de Soundwave, Ravage, Laserbeak y Laserbeam para devolverle su gloria, y además ahora con su propio portavoz humano, ¿lo adivinaís? Sí, el Amo de los Robots ahora trabaja para Megatron y comienza una campaña de desprestigio contra los autobots.
Con “El Apuro de Bumblebee”, Budianski y Perlin se toman un descanso y son sustituidos por el guionista Len Kaminski (“Espíritus de Venganza”, “Máquina de Guerra”) y el dibujante Graham Nolan (“Escuadrón Suicida”). Un relato intimista en que Bumblebee es retirado del combate por un ataque decepticon al ser considerado el autobot más débil. Un retrato intimista, en el que Nolan humaniza en exceso a los robots y no hay mucho sentido de transformación, pero que por contra nos deja con una alucinante persecución, y van a dar a dos jóvenes humanos, Waldo y Ernest el viaje de sus vidas, además tendremos por aquí a Jake, cierto conductor temerario y con gusto por las carreras que será un secundario cómico recurrente.
A continuación llega la historia más ambiciosa de Budianski, las dos parte de “Regreso a Cybertron”. Todo un pilar en el canon de la primera generación transformer en el que el guionista desarrolla parte del lenguaje cybertroniano, así conoceremos medidas de tiempo como el “vorn” (8,3 años terrestres). En Cybertron los decpeticons son soberanos sobre su base en “Darkmount” comandados por el violento Straxus y su pico de guerra energético. Supone también la primera aparición de los futuros “insecticons”, Bombshell, Kickback y Ramjet, o de la gran nave de combate Dirge. Por su parte los autobots aquí son una pequeña resistencia bajo tierra que cuenta con la figura de Blaster como su guerrero más valiente, en permanente conflicto con el conservador líder Preceptor.
Esta compleja historia en dos partes lleva la imaginería de Perlin a sus mayores cotas diseñando a un personaje tan interesante como el neutral (transformer no afiliado a ninguno de los dos bandos de la guerra) Scrounge. Gracias a la libertad de no tener que recrear la Tierra de los ochenta, Budianski se recrea en cómo es Cybertron, cómo son sus gentes no heroicas como los “carentes”, transformers con falta de piezas o energía que no dudan en mendigar energon o piezas. Quiero señalar el gran trabajo de diseño de Darkmount con ese enorme foso de fundido y la gran secuencia de rescate que protagoniza Blaster, un Perlin dinámico y que imprime tensión clásica en sus viñetas.
En la segunda parte empieza a entrar en juego el concepto de los puentes astrales, un sistema de transporte que comunica la Tierra con Cybertron, y posteriormente Cybertron con cualquier parte del universo que requiera la historia. Rita y Charlie son dos jóvenes campistas que asistirán a la llegada del puente, es un recurso de sobra explotado por Bundianski, el choque que supone para los humanos la revelación de los transformers.
Este número sólo puede ser tachado de épico y es que Perlin se luce en dos momentos, en la batalla final entre Blaster y Straxus y en el último sacrificio que hace Scrounge para ganarse el merito de ser considerado un verdadero autobot. Y por supuesto todo esto sirve para que el guionista tenga siete nuevos “juguetes” activos en su historia.
Continuamos con “Desempeño de las Órdenes”. Un capítulo que supone el lucimiento de las grandes dotes de estrategia de Optimus Prime y de la gran capacidad de aprovechamiento y engaño aún para con una mentira que tiene Megatron. Supone además el debut de “Omega Supreme” el nuevo sistema de defensa del Arca en Colorado, una pequeña gestalt formada por un tanque y una torre de control capaz de repeler en el embate de toda la fuerza aérea decepticon comandada por el mismísimo Megatron.
En “Enfrentamiento”, Bundianski da descanso a Perlin y vuelve un conocido de la saga Herb Trimpe (“Transformers clásicos U.K.). En este episodio vamos a asistir a la feroz persecución que hace Ravage del huido Flinkeberg. Por otra parte tenemos a Skids, que resultó herido y abandonado por los autobots en la anterior batalla y que se encontrará probando las mieles de la paz gracias a ser simplemente la camioneta de Charlene. Un nuevo relato costumbrista sencillo y precioso que se torna en una gran batalla en un abandonado pueblo del desierto y donde Skids tendrá nos descubrirá que hasta los transformers pueden soñar con tener duelos al atardecer en el Oeste y que al final cada uno debe aceptar su destino.
“Aerialbots sobre América” marca el retorno de Perlin y el debut de Slingshot, Fireflight, Silverbolt, Air Raid y Skydive, los aerialbots que van a librar una intensa batalla contra Megatron y los insecticons en la famosa presa Hoover durante el 4 de Julio. Bundianski complica su trama y ya vemos como los transformers usan a marionetas y medios humanos para alcanzar el objetivo de volver a Cybertron. Además los aerialbots debutan como primera gran gestalt autobot dando lugar al gran Superion. Llama la atención como sólo Silverbolt tiene una personalidad propia y los geniales diálogos en los que el restos de aerialbots no logran entender porqué hay que proteger a los humanos en vez de derrotar a los decepticons. Si os preguntabais que había sido de Blaster y el resto de los autobots que llegaron con el incidente del puente, por desgracia para ellos han caído en manos del R.A.A.T (Equipo antirobot, el brazo armado del gobierno contra los transformers) y de Josie Beller, la ahora feroz guerrillera cíborg conocida como Circuit Breaker.
“Tráfico Pesado” va a servir para que conozcamos más del plan de Circuit Breaker y para que Flinkeberg se vea de nuevo a merced de los designios transformer teniendo que hacer equipo con Skids, lo que les va a llevar a toparse con los nuevos reclutas decepticon, los “stunticons”, que Megatron crea gracias a copiar la matriz de creación de Optimus, es el debut de personajes como Drag Strip o Motormaster, que van a provocar todo un caos en la autopista y que como no podía ser menos en este tomo también forman una enorme gestalt conocida como “Menasor” que tendrá una gigantesca batalla contra Superion. Circuit Breaker está sólo movida por el dolor y la furia y eso nunca acaba bien y menos para el bando de los autobot que va a ver mermadas sus filas gracias a los poderes electromagnéticos de Circuit Breaker.
“Graffiti Decepticon” me parece uno de los números más divertidos del tomo, en él dos nuevos decepticon Runabout y Runamuck, interactuaran con un pillo niño humano y descubrirán el “arte” del graffiti callejero por lo que se dedicarán a seguir a una pobre familia humana, los Acton, por todo el país haciendo pintadas en cibertroniano en monumentos tales como el monumento a Washington o la Estatua de la Libertad. Un capítulo que sirve para que Circuit Breaker gracias a esa conciencia defensora de los autobots que es el pobre Barnett, que no todos los robots son iguales, además Flinkeberg tendrá un poco de conciencia ciudadana después de todo el dolor que ha producido por sus ansias de dinero.
En “Después de la Muerte” vamos a asistir al duelo más original y definitivo que os podáis imaginar entre autobots y decepticons. Megatron y los suyos pretenden hacerse con una nueva máquina capaz de crear energía gracias a la fuerza de las mareas. Va a servir para presentar a dos nuevas gestalts, los Protectobots (a los que pertenecen personajes que serán luego claves en la saga como First Aid) por parte de los autobots y los Combaticons por parte de los decepticons que se convierten en Defensor y Bruticus respectivamente.
Acaba el tomo con “Muerto, pero no olvidado”, la caída en los infiernos de Megatron, los sucesos del número anterior sumen al líder decepticon en una espiral de paranoia que va a ser aprovechada por su rival Shockwave para provocar su caída, haciendo luchar a Megatron contra los predacons, decepticons con formas alternas de animales salvajes amarillos y granates, ellos son: La pantera Rampage, el rinoceronte Headstrong, el león Razorclaw, el toro Tantrum y el halcón Divebomb, que por supuesto son una nueva gestalt conocida como "Predaking", pero que ni en toda su fuerza puede con la furia del herido Megatron. Una de las mejores luchas plasmadas por Perlin donde Megatron demuestra porqué es el más poderoso decepticon de todos los tiempos. De nuevo Bundiaski nos deja con un final que nos plantea ¿qué va a pasar ahora?
Sin duda un tomo clave en la historia de la franquicia de Hasbro que demuestra como Bundiaski logró crear un cómic épico de aventuras y complejas tramas de traiciones como decenas de personajes a través de unos muñecos con la capacidad de transformarse. Ya sólo queda esperar al próximo tomo para decir aquello de ¡transformación y a rodar a vuestra tienda de cómics más cercana para haceros con él.