Nos encontramos en la época dorada de los remakes y muchas sagas del pasado regresan con más fuerza que nunca. Trials of Mana o mejor conocido como Seiken Densetsu 3 en Japón, fue un título que destacó en su momento en la Super Famicom. Este título lanzado por Square en el año 1995, llamó la atención por el estilo de sus gráficos, por una banda sonora muy buena y por tener una jugabilidad singular. Han pasado ya veinticinco años y finalmente podemos disfrutar de este título en occidente, con subtítulos en español y con una versión actualizada a la altura.
Trials of Mana se lanzó el pasado 24 de abril para PS4, Nintendo Switch y PC y es el segundo remake de esta saga. El primero en lanzarse fue el Secret of Mana en el año 2018. Una primera entrega bastante aceptable pero que podía haber dado algo más de sí. En el caso de Trials of Mana encontramos un trabajo más cuidado y una recreación muy fiel y mejorada del juego original.
Una clásica aventura de hadas, guerreros y princesas
En cuanto a la trama nos cuentan la historia de la diosa del Maná que derrotó a los Benevodones con la ayuda de la mítica espada de Maná para encerrarlos en piedras y así que no volvieran a reinar el caos en el mundo. Esta batalla dejó a la diosa tan débil que terminó por transformarse en un árbol. Gracias a su labor la paz reinaría en el mundo hasta que las fuerzas del mal volvieron a surgir con el fin de extender la oscuridad con la liberación de los Benevodones. La guerra comienza y solo nuestros héroes pueden restaurar la luz en el mundo.
Aunque es el segundo juego de esta saga lanzado como no es necesario haber superado el Secret of Mana para jugar a este. Son juegos independientes aunque comparten un universo y elementos comunes. Trials of Mana es un RPG clásico que regresa con las típicas aventuras protagonizadas por guerreros, princesas y hadas. Una historia de cuento de hadas que volverá a enamorar a los más nostálgicos y que gustará a jugadores nuevos amantes de este tipo de aventuras.
Completar la historia principal puede durarnos entre 25-30 horas. Sin embargo como decíamos anteriormente la elección de los personajes hacen de este juego un título muy rejugable. De modo que su duración puede doblarse fácilmente si queremos ver todo el contenido que ofrece.
Una historia con muchos caminos por recorrer
Si por algo destacó en su día este título es por su manera de contarnos la historia. Desde el principio nos da la opción de elegir qué tipo de equipo queremos llevar en nuestra aventura. Podemos elegir tres de entre seis personajes, todos con estadísticas y habilidades diferentes. Una decisión que puede despistar a los nuevos jugadores que se enfrenten al remake por primera vez, y no sepan bien cómo elegir al equipo más equilibrado. Sin embargo todas las combinaciones son aceptables y con el alto nivel de personalización podemos cambiar y orientar sus habilidades para tener un equipo más compacto.
Al elegir a nuestro líder del grupo y a sus compañeros ya estaremos creando cambios en nuestra aventura. Aunque la mayor parte de la historia será similar para todos, algunas mazmorras y jefes serán distintos dependiendo del protagonista principal elegido. De modo que nos encontramos en total con tres arcos argumentales que confluyen paralelamente. Además si comenzamos nueva partida con diferentes personajes encontraremos que las conversaciones variarán así como algunas rutas o cinemáticas. Esto hace de Trials of Mana un título muy rejugable si queremos descubrir todos sus secretos.
Cada vez que una desarrolladora confirma el remake de algún juego clásico siempre hay cierto miedo a los cambios. En el caso de Trials of Mana los cambios no son tan bruscos como por ejemplo en Final Fantasy VII Remake, ya que incluso mantiene su sistema de batalla. Aunque sí que lo ha actualizado y nos encontramos con un RPG de acción más fluido y directo. Los enfrentamientos son muy dinámicos y hace que las batallas sean muy rápidas y divertidas. Otro cambio ha sido la cámara que ha pasado de ser cenital a una en tercera persona, una decisión acertada y aunque a veces la cámara no se sitúa correctamente, sobre todo en sitios cerrados y con enemigos voladores, no da mucho más problema.
En cuanto al control de los personajes es bastante sencillo y directo. Cada personaje tiene un ataque básico y otro más fuerte, así como habilidades, hechizos y técnicas. Cada personaje es diferente y en batalla podemos cambiar de uno a otro pulsando un botón. Lo que hace que sea fácil controlar al equipo. En ajustes podemos modificar también cómo queremos que se comporten en batalla. Podemos seleccionar que se centren en el ataque, en curar o en lanzar hechizos. Aunque no nos encontramos ante la IA más pulida de la historia de los RPG, se agradece poder modificar el comportamiento de nuestros compañeros en batalla con un poco de detalle.
Con el remake podemos movernos por el escenario con más fluidez. Ahora además de esquivar podemos saltar, permitiéndonos atacar a enemigos voladores. Aunque Trials of Mana es un juego de acción muy frenético, no significa que no podamos pausar en algunos momentos y elegir con calma nuestro siguiente movimiento. Cada vez que seleccionemos cualquier menú la batalla se pausará. Algo que se agradece porque en ocasiones necesitaremos un tiempo para curarnos o pensar bien la estrategia.
Aunque no es un juego muy complejo en cuanto a su sistema de batalla, implica cierta habilidad y atención por parte del jugador. El uso de objetos en enfrentamientos está limitado a cierta cantidad de unidades y pronto descubriremos que la acción de esquivar es la defensa más poderosa. Ahora los ataques de área de los enemigos se verán reflejados en el suelo permitiéndonos protegernos a tiempo de los ataques más poderosos.
En cuanto a los jefes finales vamos a encontrar una gran variedad de ellos, cada uno con un estilo único y diferente. No solo tienen una estética muy cuidada y llamativa, sino que cada enemigo supondrá un reto diferente. Memorizar y estar atento a sus movimientos nos ayudará a elegir la mejor estrategia para superar con éxito cada combate.
En Trials of Mana podemos hacer evolucionar a nuestros protagonistas con el cambio de clase. Cuando tengamos un nivel determinado algunas piedras de Maná nos permitirán evolucionar a un rol diferente. Una mecánica ya conocida de muchos juegos de este estilo y que continúa funcionando perfectamente, aportando variedad en el sistema de juego. La evolución a una clase no solo cambiará la indumentaria de nuestros héroes sino que además añadirá nuevas habilidades.
En cuanto al sistema de subida de nivel nos encontramos con un panel dividido en seis categorías: fuerza, conocimiento, suerte, constitución y sabiduría. Cada vez que subamos de nivel podremos elegir en que gastar dichos puntos. Podremos desbloquear nuevas habilidades, subir parámetros y mejorar destrezas.
Apartado gráfico y banda sonora
En cuanto a su apartado gráfico encontramos un gran cambio. Hemos pasado de un diseño en 2D al 3D y realmente luce muy bien. Los más nostálgicos van a reconocer sin ningún problema a los personajes del clásico ya que han sido muy respetuosos con el material original. El diseño de enemigos, tanto comunes como jefes, son sencillamente preciosos. Algunos tan adorables que da pena acabar con ellos, pero no os dejéis engañar por su aspecto, porque más de uno puede suponer un problema en batalla si nos descuidamos.
Sin duda el 3D le sienta de maravilla a este juego. Aunque el rediseño sigue siendo bastante sencillo, el resultado final es más que aceptable. Encontramos una gran definición y cuidado en el detalle de todos los personajes. Las texturas están muy bien trabajadas aunque quizá el tratamiento del cabello podría haber sido un poco mejor, ya que en algunos casos, tiene un brillo que lo hace ver un poco antinatural. A pesar de ello se nota la dedicación en esta entrega y aunque quizá no destaque por encima de otros juegos del género similares, sigue teniendo un apartado artístico colorido y muy llamativo.
En cuanto al mapeado también damos un gran salto con respecto al original. Se han ampliado las mazmorras, las ciudades y los caminos. Cada zona presenta un estilo diferente, al igual que cada reino que visitamos. Me ha gustado mucho el cuidado al detalle en este título. Por ejemplo cuando entramos a cualquier tienda, vamos a encontrar que lo que todo hay expuesto es lo mismo que podemos comprar. Un detalle que puede parecer insignificante pero que ayuda a dar más realismo al juego.
Ahora con el salto de dimensión estas zonas son más explorables y podremos saltar y explorar lugares más altos, en busca de objetos o cofres. En las ciudades es importante relacionarse con los lugareños, ya que algunos pueden enseñarnos nuevas habilidades para el combate. Aunque el juego está plagado de NPCs muy genéricos, no es difícil adivinar quién puede darte información más relevante.
Trials of Mana continúa disfrutando de su conocida banda sonora compuesta por Hiroki Kikuta, aunque esta vez totalmente remasterizada. El juego nos permite elegir entre la música del original y la nueva. Además podemos cambiar muy fácilmente de una a otra a través del menú de ajustes. En cuanto al doblaje cuenta con voces en inglés y en japonés. Como suele ser habitual destaca más el doblaje en japonés, ya que si bien en inglés es bastante correcto, encontramos a veces un poco de sobreactuación.
En definitiva, nos encontramos con un remake en el sentido estricto de la palabra. Trials of Mana es una entrega que llega totalmente renovada, con un apartado artístico muy colorido y agradable, con una banda sonora que sigue siendo memorable y con una jugabilidad divertida y desafiante en sus modos más difíciles. Tanto si jugaste al original como si desconoces esta saga, esta entrega es un imprescindible para cualquier amante del género RPG.