Square Enix lleva a Switch uno de los mejores juegos de estrategia por turnos de los últimos años
Triangle Strategy x Final Fantasy Tactics
Cuando Square Enix y Artdink presentaron por primera vez Triangle Strategy al público bajo el nombre en clave de Proyect Triangle, muchos pensamos de inmediato que nos encontrábamos ante una secuela de Octopath Traveler. Sin embargo, tras los primeros vídeos, nos quedó claro que estas dos obras solo comparten su motor gráfico en 2D-HD y que, en esta ocasión, Square Enix había apostado por inspirarse en la obra maestra que es Final Fantasy Tactics. De hecho, antes de empezar con el análisis, queremos dejar claro que Artdink no ha dudado ni un momento en aprovechar los mejores elementos de Final Fantasy Tactics y unirlos a una trama que recuerda poderosamente a Canción de Hielo y Fuego para dar forma a un juego complejo, con un diseño de niveles y combates excelente y con una historia que atrapa desde el primer momento.
Eso sí, lo primero que tenemos que dejar claro antes de comenzar con el análisis es que Triangle Strategy es un juego muy denso y lento, en el que pasaremos la misma cantidad de horas leyendo que combatiendo, por lo que aquellos jugadores que busquen acción más directa deberían valorar otras propuestas parecidas como Fire Emblem: Three Houses o regresar a entregas clásicas como Fire Emblem: Path of Radiance.
Hemos actualizado este análisis, para añadiros algunas características de la versión de Triangle Strategy para PC.
Un port más que decente
El traslado de Triangle Strategy a PC es espectacular y tiene una excelente optimización que permite amoldarse a prácticamente cualquier equipo.
Entre las opciones gráficas de este port a PC, destacamos la cantidad de posibilidades gráficas que tiene en comparación con la versión analizada en Switch. Tenemos las opciones habituales de resolución, suavizado de contornos y una pequeña gama de filtros para el postprocesado que, si los activamos de la forma correcta, harán que notemos un cambio más que evidente. La profundidad del entorno también dota a esta versión de una belleza que no vimos en la híbrida de Nintendo. Por último destacar la posibilidad de jugar con las sombras al máximo, lo que mejorará considerablemente la paleta de colores que ofrece Triangle Strategy.
Frente a la versión de Nintendo Switch es un auténtico lujo poder verlo en tu pantalla a 1440p y limpio de todo filtro que ensucie la imagen. Aunque parezca que no, las animaciones de combate con todos los parámetros aumentados marcan la diferencia.
En relación a la jugabilidad, por la naturaleza del juego, se siente intuitivo al controlarlo con teclado y ratón. Como es lógico puedes usar cualquier mando compatible con los controladores de Steam, aunque el layout de los botones será el del mando de Xbox.
También funciona a la perfección en Steam Deck, salvo por la falta de soporte a la relación de aspecto de la pantalla (16:10).
Alianzas y traiciones
Como decíamos hace unas líneas, Triangle Strategy es un juego que bebe directamente de historias como Canción de Hielo y Fuego, lo que significa que nos encontramos en un mundo dividido en tres grandes territorios y en los que, en cada uno de ellos, hay una serie de casas o familias que se reparten el poder.
Cada casa está compuesta por varios personajes que iremos conociendo poco a poco y, por supuesto, cada uno de ellos cuenta con sus propias motivaciones y objetivos ocultos que podrían afectar a la estabilidad de todo el reino o solo a facción secundaria sin demasiado interés para nosotros. Sin embargo, lo importante de todo esto es que nunca podremos fiarnos de nadie por completo ya que en este mundo cualquier personaje podría apuñalarnos por la espalda antes de ser conscientes de que hemos sido traicionados.
Aunque esta trama de intrigas, traiciones y alianzas secretas es lo suficientemente interesante como para sustentar el juego por sí misma, lo cierto es que detrás de todo esto hay una historia con un trasfondo político, económico y militar muy interesante.
Norselia: el gran mundo de Triangle Strategy
En la práctica – y resumiendo mucho – el continente en el que se ubica el juego es Norselia y este está dividido en tres territorios bautizados como: Glaucoburgo, Dunálgida y Fraguahelada. Estos tres territorios han pasado los últimos 30 años en una guerra sin cuartel para disputarse las reservas de sal del continente – el recurso más importante de este mundo – y, tras miles de bajas, los tres territorios han alcanzado un acuerdo de paz.
Nuestro protagonista, Serinoa, es el hijo y sucesor del líder de la familia Wolffort, una de las tres grandes casas que están al servicio de la Familia Real de Glaucoburgo. Al comienzo del juego descubrimos que Serinoa va a formar parte de un matrimonio concertado junto a Frederica, una de las hijastras del antiguo Archiduque de Fraguahelada para fortalecer los lazos de paz entre ambos países y… Hasta aquí podemos contar.
Como veis, la trama del juego es bastante densa, y requiere que pongamos de nuestra parte para ir conociendo poco a poco a todos los personajes y las relaciones y alianzas que unen a unos con otros pero, tras un pequeño esfuerzo inicial, estaremos totalmente atrapados por los continuos giros de guion.
Decisiones que moldean la historia
Uno de los elementos más característicos de Triangle Strategy es su sistema de toma de decisiones. A lo largo del juego tendremos conversaciones con muchos personajes y, habitualmente, tendremos la opción de elegir entre tres respuestas diferentes que pueden provocar ciertos cambios en la historia.
Sabemos que, a estas alturas, hablar de un sistema de decisiones basado en distintas respuestas suena casi antiguo pero, a diferencia de otros juegos en los que podemos intuir cuáles son las respuestas que nos harán aumentar nuestros puntos de héroe o villano, aquí las respuestas se basan en un sistema que utiliza los ideales de moralidad, pragmatismo y libertad.
Lo mejor de todo es que nunca sabremos cuántos puntos hemos ganado en cada uno de ellos ni qué respuesta está asociado a cada ideal. De esta forma, siempre tomaremos las respuestas siguiendo nuestro propio código y no basándonos en una barrita de puntuación que queramos subir al máximo como en otros RPG. Para complicar aún más las cosas, cada personaje es diferente, por lo que algunos valoran más las decisiones basadas en la libertad, otros en la moralidad y otros en el pragmatismo, por lo que será imposible contentar a todo el mundo.
La fiesta de la democracia
Pues bien, por si esto fuera poco, en varios momentos clave tendremos que tomar decisiones de vital importancia que marcarán – y modificarán – el rumbo de la historia y de nuestra aventura. En esos momentos todos los miembros de nuestro equipo podrán votar la decisión que más les guste, y no siempre podremos convencerlos de que voten la opción que nos interesa más.
En nuestra partida se dio un caso en el que la mayor parte del grupo iba a votar por una opción que no nos interesaba en absoluto y nos parecía prácticamente imposible convencer a la mayoría para que votasen por la opción que queríamos nosotros. Pues bien, al final conseguimos convencer a los suficientes para que saliese adelante la opción intermedia. Política en estado puro.
Hay que destacar que, en ocasiones, estas decisiones nos obligarán a decidir entre varios caminos distintos, por lo que el juego se presta a ser rejugado en futuras partidas para ver otros niveles, conversaciones y combates que nos ayuden a comprender por completo todo el contexto del conflicto.
Exploración clásica
Tomar decisiones no será lo único que hagamos cuando no estemos luchando y, es que, todos los capítulos del juego cuentan con varias fases antes y después de los combates en las que podremos explorar varios escenarios para charlar con otros NPCs y obtener información, recoger objetos o viajar al campamento en el que podremos comprar objetos y mejoras para nuestras unidades.
Estas fases están muy bien planteadas ya que nos permiten finalizarlas en cualquier momento, por lo que los jugadores que quieran ir directamente a la acción podrán saltarlas y los que quieran conocer todo el lore podrán hablar tranquilamente con todos y cada uno de los NPCs del juego sin ningún tipo de limitación. Además, al obtener información, Serinoa tendrá más argumentos para convencer al resto de personajes durante las votaciones, conectando así todas las fases de manera muy orgánica.
El reto del combate
Llegamos, por fin, al sistema de combate. A estas alturas ha quedado claro que Triangle Strategy es un juego con varias capas de profundidad que requiere de atención y paciencia por parte del jugador para sacarle el máximo partido. Pues bien, el combate contribuye a reforzar la sensación de que estamos ante un juego con muchas capas de profundidad.
La base del combate es muy similar a Final Fantasy Tactics, pero añade varios elementos y mecánicas nuevas que aportan algo más de variedad. Varios elementos clásicos permanecen intactos, como el hecho de que el escenario está dividido en casillas y que el orden para mover a las unidades depende de su atributo de velocidad y no de un sistema de turnos de «aliados y enemigos». De esta forma, antes de mover a una unidad o atacar a otra, tendremos que tener en cuenta el orden de movimiento para no dejar a nuestro soldado vendido ante los ataques del rival.
La altura y la verticalidad han ganado mucha importancia en esta entrega. Ahora, atacar a un enemigo desde una posición más alta favorece los ataques críticos y unidades como los arqueros ven aumentado su rango y distancia de ataque si se encuentran en una posición alta. Esto provoca que tengamos que pensar dos veces dónde situamos a nuestras unidades en todo momento no sólo para evitar embocadas del rival, si no para que el enemigo no pueda aprovechar zonas más altas del escenario desde las que atacarnos si les damos la oportunidad.
El secreto de las unidades únicas en Triangle Strategy
Otro de los grandes puntos fuertes del sistema de combate de Triangle Strategy tiene que ver con la enorme variedad que hay entre las unidades de nuestro ejército. Durante las primeras horas de juego, cada vez que una nueva unidad se una a nuestro ejercito, descubriremos nuevas mecánicas de juego que podremos aprovechar y combinar con otras para generar sinergias durante el combate.
Así, reclutaremos a arqueros, magos de hielo cuyos ataques congelan el escenario y frenan el avance de las unidades, magos eléctricos que pueden potenciar sus ataques si hay agua de por medio, caballeros que pueden cargar contra varias unidades a la vez, tramperos que pueden instalar trampas y defensas en el escenario y muchas otras unidades con habilidades únicas a las que podremos sacar mucho provecho si nos paramos a pensar unos minutos.
Cada unidad cuenta con una serie de puntos de acción que puede ir gastando para activar habilidades y ataques especiales y, al final de cada turno, recuperará uno de esos puntos. De esta forma, tendremos que decidir si nos merece la pena usar habilidades económicas que gasten menos puntos o ahorrarlos todos para activar los ataques más devastadores a cambio de dejar al personaje con sus puntos totalmente agotados.
El sistema de progresión de unidades
El desarrollo y mejora de los personajes también es un tanto especial. En Triangle Strategy no existe una tienda de armas o armaduras donde comprar mejor equipo para nuestras unidades, si no que iremos utilizando el dinero que ganemos para mejorar el arma que siempre llevará equipada. El mismo menú que nos permite mejorar las armas de las unidades incluye también una serie de habilidades pasivas que podremos ir desbloqueando para mejorar las estadísticas de la unidad y cada habilidad siempre será más cara que la anterior, por lo que el dinero escaseará constantemente, obligándonos a decidir muy bien en qué unidad gastarlo.
Como veis, tendremos a nuestra disposición una amplia variedad de unidades, habilidades y recursos y seremos nosotros los encargados de gestionarlo todo para crear una estrategia que saque el máximo partido de nuestro estilo de combate.
Esencia clásica
A nivel técnico, Triangle Strategy utiliza el mismo estilo 2D-HD que ya vimos hace un par de años en Octopath Traveler y que veremos próximamente en otras producciones de Square Enix. El resultado es igual de llamativo que en Octopath, lo que significa que nos encontramos ante un juego muy bello visualmente que sabe sacar partido de los recursos que tiene a su disposición.
En este sentido, creemos que es especialmente remarcable el trabajo que se ha hecho en los escenarios de Fraguahelada, donde la iluminación juega un papel clave al dar un efecto único sobre el hielo y la nieve.
La banda sonora se encuentra al mismo nivel que el apartado gráfico y, es que, la amplia variedad de temas que escucharemos durante el juego están realizados con un mimo exquisito. Cada vez que el juego busca hacernos sentir alegría, tristeza, miedo o decepción lo consigue gracias a su música y, de hecho, no es de extrañar que más de un jugador haya soltado una lágrima gracias a su banda sonora.
Conclusiones del análisis de Triangle Strategy
Triangle Strategy ha demostrado ser un más que digno sucesor de Final Fantasy Tactics. Los jugadores que busquen un buen juego de estrategia por turnos tienen aquí una opción repleta de contenido, variada, con una historia interesantísima y un sistema de combate sin fisuras que engancha desde el primer momento.
Si Square Enix planea seguir la línea de calidad vista en Octopath Traveler y Triangle Strategy, el catálogo de Switch va a seguir llenándose de joyas.