Norma Editorial publica un curioso cómic con motivo de la festividad de Halloween. Se trata de Truco o Trato, un volumen «antológico» que reúne varias historias para celebrar el décimo aniversario de Sam.
Pero, ¿Quién es Sam? Esa es una buena pregunta. En 2007, Michael Dougherty estreno en cines una película del mismo nombre que este cómic (Truco o Trato). En ese film, se presenta a Sam, un ser de apariencia infantil que lleva una siniestra máscara con botones en los ojos. Su objetivo es enseñar a aquellos que no respetan Halloween que las tradiciones deben ser veneradas.
Con Sam como eje central, la película muestra cuatro historias diferentes que ocurren en la misma manzana de un tranquilo vecindario.
La película fue bien acogida por público y crítica, llegando a ganar algún que otro premio.
Este cómic es presentado por el propio director de la película, Michael Dougherty. En este tomo en concreto, Norma ha reunido dos series distintas. Por un lado, la adaptación de la película, guionizado por Marc Andreyko y acompañado por una gran variedad de artistas encargados de cada capítulo:
El capítulo uno corre a cuenta de Mike Huddleston al dibujo, acompañado por Jim Charalampidis al color. El capítulo dos y tres presenta a Chirstopher Gugliotti en el apartado gráfico. Fiona Staples se encarga del último capítulo.
Este tomo incluye una segunda parte, titulada Truco o Trato: el día de los muertos. Aquí, el propio Michael Dougherty junto con Todd Casey, Zach Shields y Marc Andreyko guionizan cuatro historias ambientadas en el pasado sobre la festividad de Halloween. Sam también hará su aparición en estos momentos de la historia americana.
El primer relato se titula La semilla, y es dibujado por Fiona Staples y coloreado por José Villarubia. El segundo es La doncella del maíz, con Stephen Byrne en el apartado gráfico. Stuart Sayger dibuja Ecos, acompañado al color por Guy Major. Amasijo de monstruos es el título del último relato, dibujado por Zid y coloreado por Riccardo Rullo.
¿Truco o Trato?
La adaptación de la película de Michael Dougherty
La primera parte de este cómic está compuesta por cuatro capítulos que adaptan la película. Marc Andreyko es el encargado de guionizar esta adaptación. Sin haber visto la película, creo que el cómic consigue transmitir la sensación de angustia y terror ante lo que está ocurriendo, manteniendo ese misterio tenebroso sobre la figura de Sam.
Es muy interesante ver cómo en cada capítulo cuenta una historia en la que siempre está presente Sam, y como se van enlazando con el resto de capítulos, dado que todo ocurre en la misma manzana la noche de Halloween.
El primer relato comienza con una introducción sobre una pareja que vuelve a casa después de celebrar Halloween. Aquí Sam hace su primera aparición. Sin cambiar de capítulo, la trama se traslada un par de puertas de distancia para conocer a Charlie, un niño obeso al que le gusta robar caramelos y destruir calabazas. Su paseo por el vecindario le conduce a la casa de un profesor de su instituto, que le invita a un dulce y a hablar un rato con él.
El segundo relato tiene como protagonistas a un grupo de niños que, aburridos de recorrer el vecindario en busca de caramelos, van a una vieja cantera donde un autobús escolar tuvo un accidente y nunca se supo de los pasajeros ni el conductor. Los protagonistas de esta historia quieren ir a la cantera a rendir un homenaje y presentar sus respetos.
El tercer relato presenta a un grupo de amigas preparadas para ligar en la noche de Halloween. Todas menos una de ellas, quien se reserva para conocer al hombre perfecto. Pero las demás intentan convencerla de que conozca a cualquiera en la fiesta. Por otro lado, una fiesta de disfraces de Halloween es un buen lugar para un asesino en serie…
El último relato tiene como protagonista a un viejo gruñón al que Sam va a visitar en la noche de Halloween que tanto detesta.
Presentadas las cuatro historias, el cómic tiene un buen ritmo de lectura, con historias interesantes. Quizás el punto débil de estas historias es que en la mayoría de ellas Sam es algo anecdótico. Es una presencia que está en cada historia, pero apenas interviene (de manera directa), a excepción del último relato.
El dibujo del miedo
Cada capítulo tiene uno o varios artistas distintos, lo que da la sensación de historias autoconclusivas (que de hecho, así es), aunque haya personajes que tengan una aparición en otros relatos.
Del dibujo del primer relato se encarga Mike Huddleston, acompañado por Jim Charalampidis al color. Con un estilo sencillo sin excesivo detalle, este dúo creo que hace el mejor trabajo de la obra. Todas las viñetas se entienden a la perfección. El estilo de dibujo es muy americano, mientras que el color cumple su función, generando un ambiente de terror relativamente infantil. Además, los rostros en ciertos momentos son muy expresivos, para otorgar una mejor transmisión dela tensión a los personajes.
Del segundo y tercer relato se encarga Christopher Gugliotti, jugando con dos estilos totalmente opuestos. En el segundo relato se percibe un estilo sencillo, sin excesivo detalle. Los colores también son un poco planos, dando a la historia una sensación de cotidianeidad. En el tercero sin embargo muestra un estilo mucho más psicodélico. Rostros ligeramente desformados, algunos con escasos detalles y otros al contrario. Y colores intensos y cálidos que destacan con los oscuros fondos. Una muestra de dos estilos opuestos elaborados por el mismo artista. Si bien, creo que el estilo del tercer relato perjudica a la narración, dado que que hay viñetas que no reflejan claramente los acontecimientos que ocurren.
El último relato lo dibuja Fiona Staples con un estilo noventero con más detalle que el resto de capítulos y un color mucho más apagado. Un trazo rápido con multitud de líneas permite al artista transmitir la angustia y el terror del protagonista.
Truco o Trato: Los días de los muertos
La Semilla
Dibujada por Fiona Staples, coloreada por José Villarubia y con un guion colaborativo de Michael Dougherty, Todd Casey, Zach Shields y Marc Andreyko (según se presenta en el tomo), aquí se presenta a un abuelo contando a su nieto una historia del pasado, de brujas, amor y de llevar las semillas de calabaza (que representan el espíritu de Halloween) al nuevo mundo.
Una historia que refleja la época de la quema de brujas, con una bonita historia de amor y un estilo de dibujo que recuerda a los cuentos ilustrados que leíamos cuando éramos pequeños.
La doncella del maíz
De guion conjunto y con Stephen Byrne en el apartado gráfico, esta historia cuenta una antigua creencia India sobre la doncella del maíz. Enmarcada en la expansión del ferrocarril por Estados Unidos, la trama presenta a una empresa que desea construir las vías del ferrocarril por medio de un pueblo Indio, y están dispuestos a cualquier cosa para ello. A su vez, la hija del jefe se hace amiga de los indios, y le enseñan sus costumbres y creencias.
Con un dibujo muy correcto, de estilo americano, Stephen Byrne consigue trasmitir la época en la que ocurre, con un color con tonos rojizos que tramite la maldad de lo ocurrido. En mi opinión es el mejor dibujo de los cuatro relatos de esta antología.
Ecos
Con Stuart Sayger como dibujante y Guy Major al color, Ecos presenta una historia puramente detectivesca, con toques de brujería, terror y misterio. El lector acompañará a un detective contratado por una mujer para encontrar a su hermana. Con un ambiente tétrico que recuerda en ciertos momentos a algunos de los relatos de sectarios de Lovecraft, el guion consigue unir perfectamente investigación y terror.
El estilo de dibujo es escabroso. Con muchos detalles y un estilo ligeramente deformado, lleno de un trazo rápido, el dibujante consigue trasladar el agobio y la perdida paulatina de la cordura del detective, mientras va creando un ambiente cada vez más escalofriante.
La paleta de colores apagados, junto con el trazo, hacen que cada viñeta genera una ligera ansiedad al lector, como si se metiera en algo que no es capaz de controlar.
Amasijo de monstruos
Zid es el encargado del dibujo, y se encuentra acompañado por Riccardo Rullo en los colores. Esta historia es de un estilo totalmente realista. Con unos personajes realmente bien dibujados (el estilo parece un fotomontaje), y un color totalmente realista, esta historia se convierte en la mejor en cuanto a nivel artístico, a pesar de que seguramente sea la que genere menos terror.
En ella, conocemos a dos chicos traviesos conocidos por todos los del pueblo. Tras una trastada, el padre de uno de ellos (reverendo) le golpea cuando le responde: Feliz Halloween como explicación a lo ocurrido. Esto parece enfadar a los espíritus de Halloween, quienes hacen acto de aparición para atacar a los humanos y llevarse a los niños, que se han transformado en sus disfraces.
Conclusión de ¿Truco o trato?
Este tomo de Truco o Trato es una gran lectura para Halloween. Pero la historia da para mucho más. Y es que la primera parte, la adaptación de la película, es una fiel relato de los relatos que se pueden ver en la gran pantalla. La presencia de Sam de forma secundaria en cada una de las historias genera terror en el lector.
Por otro lado, Truco o Trato: Los días de los muertos, presentan cuatro relatos que sirven para conocer algunos momentos de la historia mezclados con la ambientación de Halloween. Además, consigue mezclar géneros, como el detectivesco con el género de terror, o una historia sobre dos jóvenes que parece sacada de un especial de Halloween de las series de televisión de nuestra infancia.
Sin ser una persona al que le gusté el género de terror, este cómic me ha parecido muy entretenido, e incluso ha conseguido generarme cierta presión o terror psicológico (teniendo en cuenta lo difícil que es conseguir esto a través de un cómic o un libro).
Creo que es un buen cómic para todos aquellos a los que les guste el género de terror, y puede ser una buena puerta de acceso para aquellos ajenos al mundo del cómic (a pesar de que en algunos relatos cuesta seguir los acontecimientos por el estilo de dibujo).
