La última revisión del clásico de lucha de Capcom llega ahora a Nintendo Switch.
Capcom nos trae a Nintendo Switch la versión más completa del clásico juego de lucha que tantas horas de diversión y competición nos proporcionó en su momento; a muchos, como en mi caso, empezando en los salones recreativos. Una auténtica referencia en lo que a juegos de lucha se refiere desde sus comienzos, y que ahora supone una adición de lo más interesante al catálogo de la nueva consola de Nintendo. Si bien le quedan algunos detalles que pulir para poder ser considerado un juego redondo, las mejoras que incluye y la posibilidad de jugar en cualquier parte lo hacen muy atractivo.
El juego en general es lo que uno puede imaginar y esperar, incluyendo los gráficos y las voces tradicionales, los escenarios y hasta las ralentizaciones dramáticas al asestar ciertos golpes. Para la versión de Nintendo Switch se han retocado casi todos los aspectos del juego, incluyendo aquellos referentes al equilibrio entre los personajes. Respecto a ellos, a la plantilla original del II (incluyendo a Balrog, Vega, Sagat y M. Bison) se unen, como ya es sabido, Cammy, Dee Jay, T. Hawk, Fei Long y Akuma (ahora jugable desde el principio), además de, en exclusiva para Nintendo Switch, Evil Ryu (la forma de Ryu tras sucumbir a la oscuridad) y Violent Ken (al que, al parecer, le ha lavado el cerebro M. Bison). Esto nos deja con un suculento total de 19 luchadores. Luis cabrooooooooonn.
Las opciones de personalización que nos ofrece el juego incluyen la posibilidad de elegir entre los gráficos tradicionales y los de la nueva revisión en alta definición, y lo mismo ocurre con el aspecto sonoro. Hay que anotar que ambas elecciones son independientes, por lo que podremos combinarlas como más nos guste. Todo ello pudiendo elegir entre ocho niveles de dificultad al enfrentarnos a la consola y distintos modos de control (como el «Lite», para que los jugadores más nuevos puedan ejecutar los movimientos especiales con solo pulsar un botón; tranquilos, esto no está disponible en los combates online competitivos con rango).
Hablando de control: como es imaginable, lo ideal es poder disfrutar de este título con el Pro Controller, ya que el disponer de la cruz de control se agradece mucho a la hora de ejecutar los movimientos especiales con precisión.
El modo online es uno de los grandes atractivos (a la vez que se descubre imprescindible), aunque, en el momento de probarlo, a lo largo de varios días y utilizando para ello diferentes conexiones (absolutamente estables en otros juegos como Mario Kart 8 Deluxe), hay que decir que el rendimiento es muy mejorable. Solo en una de las ocasiones ha sido posible jugar sin ralentizaciones, algo que puede arruinar completamente la experiencia online. Esperemos que Capcom solvente esto pronto mediante una actualización (quizá ya lo haya hecho en el momento de publicación de esta reseña).
Aparte de eso, podemos jugar partidas con rango o de entrenamiento. La búsqueda de oponente es bastante rápida, con lo cual no tendremos que esperar mucho tiempo y echar simplemente unas partidas rápidas es perfectamente viable. Existe un límite de tres combates como máximo contra el mismo jugador antes de que el juego nos obligue a buscar un nuevo contrincante (aunque cualquiera de los dos jugadores puede abandonar antes, claro). A la hora de elegir personaje, tendremos que escoger al nuestro antes de poder ver cuál ha seleccionado nuestro oponente, lo cual se agradece, sobre todo a nivel competitivo.
El Combate Dúo y el modo «El camino del Hado» son nuevos para Nintendo Switch también. El primero nos permite tomar parte en combates de dos contra uno, con ayuda de otro jugador o de la propia consola, aunque con algunas alteraciones sobre las reglas habituales. Es un modo interesante aunque resulta demasiado breve. Por su parte, «El camino del Hado» nos permite utilizar los Joy-Con para ejecutar diversos movimientos desde la posición de Ryu empleando la detección de movimiento. La idea es buena, eso desde luego, y podría haber resultado en algo verdaderamente interesante, pero la pobre ejecución lo hace impreciso, lento y de escaso atractivo jugable, lo cual lo convierte en un modo difícil de disfrutar. La vibración HD es otro aspecto que, si bien se agradece, podría haber brillado mucho más, ya que su implementación es más bien básica y no siempre consistente.
Entre otras opciones tenemos el modo de entrenamiento, una galería de ilustraciones en alta resolución con más de 1400 imágenes y la posibilidad de cambiar los colores de los luchadores con gran libertad.
A pesar de esos modos que podrían haber sido mucho más y de lo comentado anteriormente, estamos ante un grandísimo juego de lucha. Muy equilibrado, divertido y carismático y con una jugabilidad intensa e interesante, que además en esta versión se beneficia de las diversas mejoras (como los nuevos personajes) y de la posibilidad de disfrutarlo en cualquier parte.
En definitiva, Ultra Street Fighter II: The Final Challengers nos trae este gran juego a Nintendo Switch sin aportar nada rompedoramente nuevo, pero con una versión muy completa y que viene pulida y mejorada en casi todos los ámbitos, con el añadido de que podemos disfrutar de Street Fighter en cualquier parte. Los puntos más flojos los encontramos en los nuevos modos añadidos, que se quedan en buenas ideas con potencial sin aprovechar. Sin duda, una gran opción para los aficionados a los juegos de lucha.