Una nueva investigación ha demostrado que inyectando un agente alcalinizante en el océano a lo largo de la Gran Barrera de Coral, sería posible, al ritmo actual de emisiones de carbono antropogénico, compensar diez años de acidificación del océano.
La investigación, realizada por CSIRO Oceans and Atmosphere en Hobart (Australia), utilizó un modelo de alta resolución desarrollado para la región de la Gran Barrera de Coral, con el fin de estudiar el impacto de la alcalinización artificial del océano en la acidez de las aguas de la Gran Barrera de Coral. El estudio se basa en el uso de la infraestructura de transporte existente para inyectar una fuente de alcalinidad en el océano, lo que también podría considerarse como una aceleración de la meteorización química de los minerales a través de procesos naturales. Sus resultados se publican hoy en la revista de IOP Publishing Environmental Research Letters.
La Gran Barrera de Coral mide unos 2.300 km de largo y está en peligro
La Gran Barrera de Coral es un sistema de arrecifes de coral de importancia mundial que sustenta ecosistemas productivos y diversos. En la actualidad, se enfrenta a un estrés sin precedentes debido al calentamiento de los océanos, los ciclones tropicales, la escorrentía de sedimentos y nutrientes, las plagas marinas y la acidificación de los océanos. Entre estos factores estresantes, la acidificación de los océanos representa una de las amenazas más importantes para la viabilidad a largo plazo del arrecife, ya que afecta la capacidad de los corales para construir y reparar sus estructuras duras y recuperarse de los eventos de blanqueamiento.
En respuesta al deterioro de la salud de los ecosistemas de arrecifes de coral, actualmente se está considerando una amplia gama de posibles conceptos y tecnologías de intervención, con el objetivo de minimizar las presiones ambientales y mejorar la resiliencia del ecosistema de arrecifes de coral. Estos incluyen enfoques de ingeniería ambiental activos y directos, como la alcalinización artificial del océano, una técnica para compensar o mejorar los cambios asociados con la acidificación del océano y mejorar la absorción de carbono oceánico. Esencialmente, la alcalinización artificial del océano implica agregar una fuente de alcalinidad, como el olivino, al agua de mar, «revertiendo» así el cambio en el proceso de equilibrio químico del carbono que ocurre cuando el océano absorbe carbono antropogénico. El olivino es un recurso mineral abundante, que ya se extrae cerca de la Gran Barrera de Coral.
El objetivo de este estudio fue investigar la reducción del impacto de la acidificación de los océanos en una escala hasta ahora desconocida. Según los autores, «la mayoría de los estudios de modelos de alcalinización artificial de los océanos hasta la fecha se han centrado en el potencial de la alcalinización como técnica de eliminación de dióxido de carbono. Pocos estudios han explorado el papel de la alcalinización con un enfoque en la compensación de los cambios asociados con la acidificación de los océanos a escala regional«.
Esta acción también secuestraría 35.000 toneladas de carbono en el océano por año
El estudio utilizó un modelo hidrodinámico-biogeoquímico acoplado con una resolución de 4 km, validado para la región de la Gran Barrera de Coral, que permitió la simulación del impacto de la inyección de alcalinidad en arrecifes individuales a lo largo de la Gran Barrera de Coral (de unos 2.300 km de largo) por primera vez. Los resultados mostraron que al liberar el agente alcalinizante de una ruta de navegación existente, la desacidificación resultante alcanzaría casi la totalidad de esta formación coralina.
Este informe describe el uso novedoso y oportuno de un modelo regional como banco de pruebas para una técnica de mitigación de la acidificación de los océanos. El estudio encontró que, al asumir el uso de la infraestructura de transporte existente (un granelero que libera 30.000 toneladas por día) como mecanismo de suministro de alcalinidad, la alcalinización artificial del océano compensaría o mejoraría la acidificación proyectada en diez años en 250 arrecifes. Al hacerlo, también secuestraría 35.000 toneladas de carbono en el océano por año, o el 0,0001% de las emisiones globales de CO2 actuales.
Fuente: Environmental Research Letters.