Un fármaco antioxidante revierte la arterioesclerosis y podría usarse para prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares debidos a coágulos, según una investigación financiada por la British Heart Foundation (BHF) y publicada hoy en JAHA: Journal of the American Heart Association.
La arterioesclerosis es la acumulación de depósitos de grasa en las arterias. Cuando un tipo de grasa llamada colesterol LDL se oxida y se acumula para formar placas en las paredes de las arterias, aumentan la inflamación y el daño, lo que puede provocar la ruptura de las placas y la coagulación de la sangre. Estos coágulos pueden bloquear las arterias vitales que permiten que la sangre fluya al corazón, provocando un ataque cardíaco, o al cerebro provocando un accidente cerebrovascular.
Este fármaco antioxidante, la cisteamina, tiene el poder de parar e incluso revertir la arterioesclerosis
Anteriormente, los investigadores de la Universidad de Reading descubrieron que el colesterol LDL se puede oxidar en pequeñas “bolsas” ácidas llamadas lisosomas en las células inmunes dentro de la pared arterial.
Ahora, el profesor David Leake y su equipo han descubierto que el fármaco antioxidante, la cisteamina, tiene el poder de parar e incluso revertir este proceso dañino. La cisteamina actúa acumulándose en los lisosomas y detiene la oxidación del colesterol LDL. Ya se sabe que es seguro en humanos, ya se usa para tratar una rara enfermedad lisosomal llamada cistinosis.
Cuando los investigadores observaron ratones con arterioesclerosis, los tratados con cisteamina tuvieron una reducción del 32 al 56% en el tamaño de las placas ateroscleróticas dependiendo de la parte de la aorta ─la arteria más grande del cuerpo─ que se examinó.
Los fármacos antioxidantes que previamente han producido resultados prometedores en ratones han resultado decepcionantes en los ensayos clínicos, pero los investigadores que la cisteamina resulte exitosa
La cisteamina disminuyó la cantidad de grasa oxidada en un 73% y aumentó la estabilidad de las áreas ateroscleróticas. Disminuyó la proporción de glóbulos blancos inflamatorios en un 55% y aumentó el área compuesta por células de músculo liso en un 85%, lo que finalmente redujo la posibilidad de que las placas se rompan y causen un coágulo de sangre.
Los fármacos antioxidantes que previamente han producido resultados prometedores en ratones han resultado decepcionantes en los ensayos clínicos para tratar enfermedades cardiovasculares, pero los investigadores esperan que con estos resultados prometedores, la cisteamina resulte un tratamiento exitoso en humanos.
El profesor David Leake, profesor de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Reading que dirigió el estudio, comenta que «el potencial de este medicamento para proteger contra ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares y, en última instancia, salvar vidas, superó nuestras expectativas. Esperábamos que hiciera que las placas crecieran a un ritmo más lento, pero nos sorprendió descubrir que invirtió el proceso”.
En el Reino Unido, cada cinco minutos alguien ingresa en el hospital con un ataque cardíaco y lo mismo ocurre con los accidentes cerebrovasculares
«La cisteamina ofrecería una forma completamente nueva de tratar la arterioesclerosis. Ahora queremos ver la forma más eficiente de administrar este medicamento a los pacientes y esperamos que pueda llevarse a ensayos clínicos en los próximos años«, insiste Leake.
El profesor James Leiper, director médico asociado de la British Heart Foundation, que financió la investigación, afirma que «los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares amenazan la vida de las personas con demasiada frecuencia. En el Reino Unido, cada cinco minutos alguien ingresa en el hospital con un ataque cardíaco, y lo mismo ocurre con los accidentes cerebrovasculares. Cuantas más formas podamos encontrar para tratar la causa principal de las enfermedades cardiovasculares, más vidas y medios de subsistencia se pueden salvar”.
«Si este fármaco antioxidante puede mostrar los mismos efectos prometedores en humanos, entonces podría ofrecer un salvavidas a miles de personas en el futuro«, concluye Leiper.
Fuente: Journal of the American Heart Association (JAHA).