La digitalización de las empresas hace tiempo que es un requisito indispensable para garantizar su viabilidad y estabilidad a largo plazo. La globalización y la evolución constante de la tecnología ha provocado que las empresas que buscan diferenciarse entre la feroz competencia nacional e internacional no puedan limitarse a trabajar con herramientas básicas o limitadas con las que salir del paso. Necesitan herramientas y plataformas digitales profesionales que les ayuden a tener una visión de conjunto de todas las áreas del negocio para ser realmente conscientes del flujo de trabajo de la empresa.
En el caso del sector de la construcción, han sido muchas las empresas que han terminado echando el cierre debido a una mala gestión de sus herramientas digitales. Hablamos de un sector con una gran cantidad de particularidades en su cadena productiva, lo que provoca que muchos ERP de gestión generalistas impidan que los empresarios se adapten realmente a su flujo de trabajo. Es por eso que se hacía indispensable la aparición de un software de gestión para empresa constructora que tenga en cuenta todos esos detalles diferenciadores de la cadena de trabajo para ofrecer un resultado realmente satisfactorio.
Pero, ¿Qué es realmente un ERP?
Un ERP es un programa de gestión que integra en una sola herramienta las tareas y recursos de los departamentos de promoción, ventas, compras, almacenes y transporte. Habitualmente, un ERP es una herramienta enorme y difícil de controlar a la perfección debido a la amplia variedad de opciones que incluye. Sin embargo, muchos erp empresas tienen el problema de que su gran tamaño los convierte en gigantes inamovibles que no pueden adaptarse a las particularidades de un negocio en concreto, lo que provoca discrepancias y problemas operativos en la empresa a largo plazo.
Sin embargo, algunas empresas de desarrollo han conseguido dar forma a ERP flexibles que permiten adaptarse con más facilidad a las necesidades de cada negocio. De esta forma todos los miembros de la cadena de trabajo ganan en productividad y reducen los tiempos asignados a tareas de gestión.
Almacenes: el gran enemigo de los software de gestión
Históricamente han sido los almacenes los grandes perjudicados por los ERP clásicos. En la práctica, cada almacén cuenta con un sistema de organización propio, así como con rutinas de trabajo y elementos clave que nunca terminaban de encajar del todo con los sistemas de gestión generalistas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ha aparecido un sistema gestión de almacén pensado exclusivamente para dar solución a estos problemas. De esta manera es posible mejorar los tiempos de carga y descarga de los mozos de almacén así como de los encargados de preparar pedidos o de realizar un control de stock periódico.
Son muchas las personas que pueden reducir el tiempo que dedican a ciertas tareas cada día, lo que se transforma en una enorme cantidad de minutos disponible para realizar otras tareas que, de otra forma, habrían quedado pendientes o por las que la empresa habría tenido que pagar horas extras para realizar.
En definitiva, realizar elección correcta de un ERP es algo fundamental para el desarrollo del negocio. Encontrar una opción que permita adaptarse y personalizar sus opciones en base a las necesidades de la empresa puede suponer la diferencia entre un crecimiento orgánico o adentrarse en una serie de problemas de gestión interminables.